El Twitter llega a ser un reflejo del estado del alma en versión políticamente incorrecta, un espejo ante el que se retratan unos y otros para decir lo que no pueden en riguroso directo desde la bien pagá tribuna a la que los aupó las urnas. Resulta insultante la adicción a la política efímera de las redes sociales que practican, de un tiempo a esta parte, los propios representantes públicos.

Como muestra hay miles de botones. Y, entre los más recientes, están las reacciones de los malagueños de la Carrera de San Jerónimo durante la 'ocurrencia de censura' de Santiago Abascal que ha salpicado, tras el no del PP, al acuerdo del Gobierno andaluz.

El popular Pablo Montesinos resumió lo vivido en el Congreso de los Diputados, como Jesulín de Ubrique, en dos palabras: «Casado, Presidente». Y, fiel a la estrategia de aprovechado altavoz urdida por los suyos, el socialista Ignacio López disparó mucho usando el hashtag #EspañapuedeconVox. «El fascista coñazo, la nueva especie parlamentaria que hemos conocido hoy», tuiteó en uno de sus mensajes. Quien también apostó por la concisión fue el diputado de Cs Guillermo Díaz, que llevaba tiempo asegurando que «esa moción de censura tiene, realmente, un carácter cosmético». «Hoy ha nacido el llantismo-populismo», escribió Díaz el jueves por la tarde.

En cambio, la diputada de Vox Patricia Rueda se ha dedicado en las últimas semanas a difundir la propuesta con convencimiento: «Veo que el resto de formaciones no se han leído nuestra 'Moción por España'. Aquí está resumida. Ningún otro Gobierno en democracia ha acumulado tantos motivos para que su responsabilidad política sea exigida a través de una moción», expresó ella en su timeline tuitero. Además, Vox Málaga difundió el mensaje nacional de que «Soraya acaba de ganar las primarias del PP. Y el bloque progre y separatista un aliado más».

Aforismos en el plenario

Las citas célebres que se recitan desde el azucarillo frente a una taza caliente en la cafetería adquieren, a veces, una versión agridulce en el fragor del debate que le da sentido al teatrillo político. En cualquier sesión plenaria, las frases hechas o los comentarios de ciertos intelectuales se sugieren como un material manido que se descontextualiza a la carta para justificar con el fin maquiavélico -o sea, con la oración de rigor- los medios que usan las palabras como arma arrojadiza. Además, existe otro género aparte que viene a ser el aforismo de autor. Mejor dicho, de político ocasional que lo improvisa -o lo construye de antemano- para lanzárselo a la cabeza a su contrincante cuando, entre los dimes y diretes del salón de plenos, se antoje necesario.

Sin ir más lejos, la semana pasada se produjo una lluvia torrencial de estas afiladas construcciones sintácticas. Y no solo porque coincidieran en el tiempo debates como el de la moción de censura de Vox en el madrileño Congreso de los Diputados con la radiografía del estado de la comunidad autónoma que se hizo, por jornada doble, en el añejo e hispalense Hospital de las Cinco Llagas que ocupa el Parlamento de Andalucía.

Allí, por ejemplo, la expresidenta socialista de la Junta, Susana Díaz, construyó sobre la marcha una de sus insuperables oraciones: «No estuve callada durante la pandemia, estuve pariendo y criando», llegó a apuntar la trianera con la intención de devolverle el dardo a Juanma Moreno. Justo en el turno de palabra anterior, el presidente andaluz había aludido a los silencios a los que, a su juicio, se había entregado Susana Díaz ante las pifias con las que a sus ojos reincidía durante la gestión de la crisis del coronavirus, en pleno estado de alarma, el presidente socialista del Gobierno de España, Pedro Sánchez.

En el ámbito local, el pleno de la Diputación Provincial de Málaga del pasado miércoles también derrochó jugo sintáctico. La situación del sector turístico estuvo bastante representada y, en una de esas veces en las que activa los intermitentes de su oratoria, el portavoz del PSOE en el ente provincial, José Bernal, dijo que «turismo es mucho más que empanar las torrijas en vino manzanilla». Tamaña dedicatoria se la brindó el exalcalde marbellí -y se quedó tan tranquilo- al vicepresidente de la Junta de Andalucía, consejero de Turismo y líder regional de Ciudadanos, el sanluqueño Juan Marín.

Cuando se debatía una moción socialista en relación a la oferta de empleo de la institución, el diputado provincial de Recursos Humanos, el 'casadista' Juande Villena, soltó la siguiente perla: «Si al señor Cassá le dicen Messi, ustedes son los Reyes Magos: vienen a trabajar un día y cobran 30», espetó dirigiéndose a las bancadas de los grupos de la oposición Villena, quien tuvo el gesto de personarse en el pleno horas después de la pérdida de su madre.

Muchas de las frases célebres tuvieron su punto de partida y de llegada en la figura del asturiano no adscrito Juan Cassá, quien ya no solo se afana en parecer más 'pepero' que el propio 'pepé' en su cuenta de Twitter. En los plenos busca ahora un protagonismo oportunista que chirría tras su larga temporada de sesiones 'al sol'. Al PSOE y Adelante los trata como «la banda social comunista». Y al socialista Javier Jerez hasta le afeó que interviniera poco en los plenos, como si le sobrase fuerza moral o no conociese el dicho de 'le dijo la sartén al cazo'.