Economía

La venta del vino de Málaga está aún un 30% por debajo del nivel preCovid y el sector mira ya a 2022

El impacto de la pandemia en el enoturismo y la hostelería, junto a la suspensión por segundo año del gran escaparate de la Feria, castigan el consumo - El Consejo Regulador iniciará en septiembre una campaña para tratar de normalizar la comercialización a lo largo del próximo año

La vendimia se inició en Málaga el pasado mes de julio y se prolongará hasta octubre.

La vendimia se inició en Málaga el pasado mes de julio y se prolongará hasta octubre. / F. E.

José Vicente Rodríguez

José Vicente Rodríguez

El sector vitivinícola malagueño, inmerso en este mes de agosto en plena campaña de la vendimia en la que espera cosechar unos 3,7 millones de kilos de uva, mantiene la esperanza de que el mercado de consumo se vaya normalizando en los próximos meses tras un año y medio terrible de pandemia que ha afectado de lleno a un segmento muy dependiente del comportamiento del canal Horeca (hoteles, restaurantes y cafeterías), del enoturismo y de la exportación. Así, los complicados momentos que vivió la hostelera y el turismo debido al desplome de visitantes en la Costa del Sol se tradujeron también en un significativo descenso de las ventas del vino de Málaga y en este 2021, pese a haber remontado, se sigue un 30% por debajo del nivel previo a la era Covid.

La suspensión por segundo año consecutivo de la Feria de Málaga, que es el gran escaparate anual del consumo de los vinos de la tierra, es también un duro golpe para el sector, que no obstante tiene previsto comenzar un programa de promoción en este último cuatrimestre de 2021 junto a la Diputación de Málaga de cara a reimpulsar la marca en los mercados y recuperar e incluso mejorar el nivel de ventas preCovid a lo largo de 2022, según explica el secretario del Consejo Regulador de las denominaciones de origen de los vinos «Málaga» y «Sierras de Málaga» y de «Pasas de Málaga», José Manuel Moreno. El sector emite una oferta comercializadora anual de unos 2,5 millones de litros.

«La pandemia nos afectó en su momento muy gravemente, porque la facturación de nuestras bodegas dependen en un 80% de media del canal Horeca, y no tanto de la venta en grandes superficies. Por eso la caída del turismo y el cierre de la hostelería supuso una quiebra gravísima que hemos podido solventar en parte con apoyo de las instituciones (Junta, Diputación y algunos ayuntamientos)», señala. El enoturismo, por ejemplo, tenía gran importancia para algunas bodegas que concentraban hasta el 50% de su facturación en las visitas y degustaciones concertadas a los visitantes algo que el pasado ejercicio, por razones obvias, no puedo realizarse.

La actividad ha ido mejorando este año pero la pandemia ha dejado todavía «secuelas importantes» en el consumo que hay que subsanar. «El mercado no se ha recuperado al 100% pero sí vemos movimientos que nos permiten pensar en un avance y una mejora en un periodo de tiempo lo más rápido posible. Si la circulación de personas se normaliza creo que para el año que viene podríamos volver a unas ventas más normales, sobre todo si la Feria se celebra», añade.

El Consejo Regulador (que reúne a 45 bodegas y más de medio millar de viticultores) lleva también años trabajando con sumilleres, restauradores y hoteles para sensibilizarlos y tratar de que introduzcan los vinos de Málaga en sus cartas, un trabajo que ha ido dando sus frutos.

«Siempre puede decirse que queda mucho por hacer, pero estamos muy contentos de la labor de concienciación realizada estos años. Hoy día podemos decir que hay verdaderos apóstoles del vino de Málaga entre los restauradores y hoteleros de la provincia. Y los propios bodegueros actúan como grandes prescriptores de nuestros caldos», apunta. También hay colaboración con entidades como «Sabor a Málaga» o «La Carta Malacitana».

Un tercio de ventas exteriores

En cuanto al mercado exterior, el Consejo recuerda que el sector del vino malagueño destina ya en torno a un 35% de su producción a países como Francia, Alemania, Polonia, Holanda Suiza, Austria o Estados Unidos, frente al otro 65% que se lleva el mercado interno. Moreno, considera que, ya sea en España o en el extranjero, el reto pasa por segur promocionando entre el consumidor privado y el sector hostelero y profesional la excelencia de los caldos de la tierra. Uno de los grandes retos es recuperar el terreno perdido por los vinos españoles en EEUU debido a los aranceles que impuso el expresidente Donald Trump y que ya han sido suspendidos por la administración Biden.

«En EEUU nuestros vinos son muy apreciados y cotizados. El mercado exterior es importante, y es bueno tener variedad de destinos porque siempre puede fallar el consumo de un lugar determinado. Pero vender fuera requiere una apuesta fuerte: es complicado, costoso y se necesita paciencia y constancia», apunta Moreno. En julio, como ejemplo, la agencia andaluza Extenda llevó a cabo un seminario con cata en Japón junto a ocho bodegas de Málaga para mostrar su producción en un mercado en el que los vinos europeos han ganado competitividad tras la supresión de los aranceles por el acuerdo de libre comercio entre la UE y el país nipón. Un total de 45 importadores y profesionales de restaurantes y comercios siguieron el evento.

En cuando a la vendimia de este año, Moreno afirmó que se está desarrollando con normalidad y que la calidad de la uva es «excelente». La zona de producción de la provincia se compone de siete territorios: Axarquía, Montes de Málaga, Norte de Málaga, Serranía de Ronda, Manilva, Sierra de las Nieves y Costa Occidental. Estos territorios poseen características orográficas y mesoclimáticas muy diversas, lo que conlleva que la vendimia se desarrolle en un intervalo temporal muy amplio, desde final de julio hasta mitad o finales de octubre.

El Consejo añadirá  espumosos y crianza bajo velo 

El reparto de la comercialización entre las Denominaciones de Origen «Málaga» (dulces y secos a partir de uva Pedro Ximénez y Moscatel) y «Sierras de Málaga» (blancos, rosados, tintos y tintos dulces) es actualmente de un 60%-40% y la previsión de futuro es que ambas se equiparen en los próximos años. «Sierras de Málaga está creciendo mucho. Podemos decir que nuestra producción es de lo más variada, ya que tenemos todas casi todas las gamas posibles: dulce, tinto, blanco, etc. Sólo en la DO Málaga tenemos 19 tipos de vino. Es nuestro patrimonio aunque también, a veces, es algo complejo de transmitir a nivel comercial», apunta Moreno. El Consejo estudia además incorporar próximamente a la DO, modificando los estatutos, vinos espumosos y de «crianza bajo velo» para seguir dando variedad a los caldos malagueños.