Investigación

Un estudio del Ibima relaciona el nivel educativo y el inicio del consumo de alcohol con el deterioro cognitivo

La investigación ha contado con la financiación del Plan Nacional Sobre Drogas y la Red de Trastornos Adictivos

Un trabajador del Ibima.

Un trabajador del Ibima. / L. O.

L. O.

Investigadores del Instituto de Investigación Biomédica de Málaga (Ibima) y de la Universidad de Málaga (UMA), que desarrollan su actividad en el Hospital Regional Universitario de Málaga, han demostrado mediante un estudio, publicado en la revista científica 'Scientific Reports', la vinculación directa que existe entre el nivel educativo, el inicio del consumo de alcohol y los niveles de factores neutróficos --encargados tanto de la protección del organismo frente a impulsos degenerativos como de favorecer los procesos de aprendizaje y memoria-- para determinar la vulnerabilidad al deterioro cognitivo producido por el consumo temprano de alcohol.

Recientemente se ha sugerido que la reserva cognitiva tiene un papel protector frente a las adicciones y sus consecuencias, en especial la comorbilidad psiquiátrica y el deterioro cognitivo. El estudio ha sido desarrollado por la investigadora Nerea Requena, como parte de su tesis doctoral sobre factores asociados al deterioro cognitivo en el trastorno por uso de alcohol.

El trabajo ha sido liderado por investigadores del grupo de Ibima 'Neuropsicofarmacología', adscrito a la Unidad de Salud Mental del Hospital Regional de Málaga, y financiado por el Plan Nacional Sobre Drogas y la Red de Trastornos Adictivos del ISCIII.

De carácter transversal, el estudio ha tenido como objetivo evaluar la asociación entre el inicio y gravedad del consumo de alcohol, la reserva cognitiva --vinculada directamente al nivel educativo-- en relación con el deterioro cognitivo, evaluado mediante un panel de evaluación neuropsicológica del lóbulo frontal; y los niveles circulantes de las neurotrofinas BDNF y NT-3, esenciales para el mantenimiento de las capacidades cognitivas.

En estudios previos el grupo de investigación había detectado que el consumo de alcohol reducía los niveles circulantes de estos factores esenciales para el aprendizaje y la memoria. Según la investigación, el nivel educativo puede actuar como un factor protector, por lo que el abandono temprano de la educación supone un riesgo ya que se asocia al inicio del consumo de alcohol y a un ulterior deterioro cognitivo.

Por tanto, los alumnos con formación universitaria estaban más protegidos contra el deterioro cognitivo causado por consumo de bebidas alcohólicas a lo largo de su vida, mientras que los pacientes con educación primaria mostraron una especial vulnerabilidad. En este sentido, el consumo de altas cantidades de esta sustancia se ha asociado con un peor rendimiento cognitivo en pacientes que, además, presentaban bajos niveles socioeconómicos.

Su coordinador, Fernando Rodríguez de Fonseca, ha manifestado que los factores que condicionan este vínculo podrían deberse a dos circunstancias. "En primer lugar, los adolescentes que consumen alcohol tienen más probabilidades de abandonar la escuela y, por otro lado, la deserción escolar podría predisponer a que los estudiantes comiencen a consumir alcohol al verse privados de la protección que ofrece el sistema educativo", ha sostenido.

Los investigadores han puntualizado que "independientemente de la causa que motive el inicio del consumo, la intoxicación alcohólica repetida en la adolescencia afecta a los procesos de maduración cerebral que repercuten en un mal desarrollo de capacidades cognitivas.

La neuroinflamación y alteración de las redes tróficas inducida por el alcohol interfiere con el desarrollo del cerebro, aumentando la vulnerabilidad neuropsiquiátrica en años posteriores". Además, Rodríguez de Fonseca señala que este hallazgo demuestra "que el deterioro cognitivo está asociado con la edad de inicio del consumo, la duración de dicho consumo, y el abandono del factor protector de la educación escolar".

Este estudio no indica que el consumo de alcohol iniciado en fases posteriores a la finalización de la etapa educativa sea inocuo, ya que existen múltiples evidencias de la toxicidad del alcohol. Según indica el equipo investigador, "pone de manifiesto la necesidad de retrasar lo más posible el consumo de alcohol, para evitar el deterioro cognitivo y su impacto final sobre la prevalencia de demencias, de la que el alcohol es un factor contribuyente en todos los casos conocidos".

Para llevar a cabo la investigación se ha contado con la colaboración de pacientes reclutados gracias a la contribución del Centro Provincial de Drogodependencias. El equipo se ha servido de dos tipos diferentes de evaluaciones neuropsicológicas, acompañadas por la obtención de muestras de plasma, así como del análisis de factores neutróficos y el posterior análisis estadístico de todos los datos obtenidos a lo largo del análisis.

Estos resultados ayudarán a potenciar las necesarias políticas de prevención del consumo de alcohol y a reforzar el papel del sistema educativo como elemento de salud pública de la sociedad.