Entidades financieras

La banca acelera su ritmo de cierre de oficinas y acumula ya casi 800 clausuras en Málaga

Las entidades financieras han suprimido el 56% del parque que tenían en 2008, en una dinámica aún más intensa desde que arrancó la pandemia

Una clienta saca efectivo de un cajero automático. | L. O,

Una clienta saca efectivo de un cajero automático. | L. O, / josé vicente rodríguez. málaga

José Vicente Rodríguez

José Vicente Rodríguez

Los bancos prosiguen con su proceso de cierre de oficinas, en una dinámica impulsada tanto por los diversos procesos de concentración en forma de fusiones que ha habido durante la última década en el sector y la necesidad de reducir estructuras para ahorrar costes y elevar la rentabilidad. Eso por no mencionar que las nuevas tecnologías permiten al cliente hacer gran parte de sus operaciones de forma telemática, lo que redunda en una menor afluencia de personas a las sucursales. La tendencia de clausuras se ha mantenido así constante desde 2008. En el caso de Málaga, y según los últimos datos publicados esta semana por el Banco de España, a lo largo de estos 13 años se ha echado el cierre a 794 sucursales o, por decirlo de forma más gráfica, al 56% de la red de más de 1.400 oficinas que llegó a haber operativa por aquel entonces.

El proceso se ha acelerado además con la irrupción de la pandemia, que ha coincido además con diversos ERE planteados por la banca (en 2020 fue el Santander y en este 2021 lo han hecho Caixa, BBVA, Sabadell y Unicaja Banco), que incluían entre sus premisas la supresión de parte de su red de oficinas. Desde marzo de 2020, cuando estalló la crisis sanitaria del coronavirus, a septiembre de 2021 los bancos han suprimido 113 sucursales en la provincia. El total que queda es de 627, una cifra que devuelve al sector a niveles de 1981, es decir, hace 40 años Los expertos afirman que a esta tendencia le queda aún bastante recorrido, ya que los cierres pactados en algunos de ERE negociados en estos últimos meses se aplicarán a corto y medio plazo.

La comisión financiera del Consejo General de Economistas de España recuerda que si la banca ha echado el candado en el país a más de la mitad de sus oficinas para dejarlas en unas 20.600, el pronóstico es que en el plazo de cinco a siete años podrían cerrarse otras 10.000 (es decir, la mitad de las que siguen abiertas). En Málaga, ese vaticinio la dejaría con unas 330 sucursales.

El fenómeno genera además inquietud a nivel social por el riesgo de que los clientes de mayor edad y situados en el ámbito rural, menos habituados a realizar sus gestiones por internet, puedan verse expuestos a una cierta «exclusión financiera». En realidad los bancos, a la hora de ir cerrando oficinas, han aplicado estos años criterios de pura rentabilidad. Las clausuras fueron así afectando a las sucursales de menos clientes y que reunían un menor volumen de negocio, situadas en muchos casos en pueblos de pequeño tamaño.

El Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE) detalla en su último informe de accesibilidad de la población a las oficinas bancarias, publicado hace unos meses, que en Málaga, a cierre de 2019, había 28 municipios del total de 103 de la provincia que ya no tenían ninguna sucursal (es decir, un 27,3%). Al tratarse todas ellas de localidades muy pequeñas de comarcas de interior el porcentaje de población en esta coyuntura es bajo. Según el IVIE, son unos 29.300 malagueños los que residen en estos municipios, lo que representa el 1,8% de la población. Pero el fenómeno, evidentemente irá a más, por lo que existe inquietud a nivel social y en las propias instituciones sobre la futura accesibilidad a un servicio financiero presencial.