Varón de 60 a 77 años, el patrón habitual de víctima del Covid-19

Un varón de entre 60 y 77 años con daño alveolar difuso (DAD), es decir, lesión pulmonar aguda, en fase proliferativa. Es el patrón más frecuente de entre todos los fallecidos con la enfermedad del Covid-19 que un grupo de investigadores de la Universidad de Málaga (UMA) ha analizado a partir de las autopsias completas practicadas a sus cadáveres.

Los estudiosos del Área de Medicina Legal y Forense de la UMA han divulgado sus conclusiones a partir de 140 casos y han agregado que, en su mayoría, estos fallecidos solían presentar «trastornos asociados como enfermedad vascular, cardiopatía y diabetes asociadas». Así manifiestan que, con el patrón de 60 a 77 años, las muertes se produjeron en un periodo de tiempo «significativamente más corto».

«Es la primera vez que se asocian las lesiones encontradas en una autopsia y las comorbilidades que presenta un paciente, otros trastornos además de la enfermedad primaria, con la probabilidad de una muerte más rápida», defiende Jaime Martín, científico de la Facultad de Medicina de la UMA y uno de los autores de este estudio, cuyos resultados pueden consultarse en la revista Current Medical Research and Opinion.

El equipo científico del grupo de Medicina Legal, Toxicología y Odontología Forense, perteneciente también a Ibima (plataforma Bionand), incide en que, después del pulmón, el riñón es el segundo órgano más afectado, presentando lesiones como trombosis y daño tubular.

Y apuntan por otra parte la importancia de las autopsias y sus hallazgos a la hora de determinar la causa de una muerte, ya que permiten conocer la fisiopatología de la misma y establecer estrategias terapéuticas eficaces que reduzcan la mortalidad. «Deberían ser un elemento clave para entender cualquier enfermedad, pero, en especial, en aquellas de nueva aparición como la enfermedad del Covid-19». Sin embargo, ponen el acento en que las autopsias en fallecidos con coronavirus «no se están realizando en profundidad, ni siendo suficientemente estudiadas».

La propia entidad universitaria que ayer daba a conocer los resultados de este importante estudio argumentaba por otra parte que para hacer realidad este trabajo se ha llevado a cabo «una revisión sistemática de casos de autopsias completas de fallecidos con coronavirus existentes en la bibliografía, quedando excluidos estudios incompletos».

Es decir, se han suprimido para su análisis estadístico aquellos casos que resultaron estar duplicados o los que figuraban con diagnóstico incidental de Covid-19, entre otros aspectos. La estrategia de búsqueda inicial para poder hacer realidad estos cálculos, inéditos hasta ahora, arrojó 1.282 artículos de los que, finalmente, se analizaron en número total de fallecidos hasta 140 (92 hombres y 48 mujeres).

Los investigadores de la UMA no se quieren quedar en las cifras y medias ahora divulgadas. Es deseo del equipo poder abordar en profundidad las consecuencias de la infección por SARS-CoV-2 en órganos diferentes. Entre los que se proponen para analizar en cuanto a las consecuencias de la enfermedad y su desarrollo figuran el riñón o el corazón.

Pero insisten en que para este propósito sería necesario «partir de un mayor número de autopsias en las que se incluyan los resultados macroscópicos y microscópicos». Al respecto, las administraciones podrían instar a que, voluntariamente, las familias de las víctimas contribuyesen a cooperar en estos estudios.

En este equipo de investigadores de la Universidad de Málaga figuran asimismo científicos como Stella Martín, Leticia Rubio, Fernando Martín o Juan Suárez.

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