Los incendios de Pujerra y Mijas marcan la temporada de riesgo alto con 7.000 hectáreas abrasadas

La campaña de alto riesgo de incendios forestales finalizó ayer en Andalucía después de un verano de dura sequía y precipitaciones testimoniales.

En el caso de Málaga, la provincia cierra una temporada muy marcada por los incendios de Pujerra y de Mijas, en los que se calcinaron cerca de 7.000 hectáreas.

En el caso de Pujerra, el fuego se originó el ocho de junio, nueve meses después de que Sierra Bermeja viviera el primer incendio de sexta generación registrado en España.

Este segundo fuego arrasó 4.886 hectáreas, que se sumaron a las casi 10.000 que se perdieron en el primer fuego de septiembre -que no contabiliza para esta temporada-.

Este incendio declarado en Pujerra afectó también a Benahavís y Júzcar, obligó a desalojar a 2.000 personas y movilizó a un equipo de casi un millar de efectivos que consiguieron frenar las llamas y darlas por extinguidas el 26 de junio.

Este fuego se originó en la finca privada La Resinera, que perteneció al dictador libio Muamar al Gadafi. Tras su muerte pasó a ser propiedad del banco Lybian Foreign Bank.

Hay cuatro personas investigadas por un delito de imprudencia grave ya que el fuego pudo haberse originado por uso indebido de maquinaria pesada que, además, no contaba con el pertinente permiso de la Junta de Andalucía.

En cuanto al incendio de Mijas, activo del 15 de julio al 3 de agosto, arrasó 1.875 hectáreas en el paraje de El Higuerón.

Además de Mijas, también se vieron afectados los términos municipales de Alhaurín el Grande y Alhaurín de la Torre. Más de 3.000 personas tuvieron que ser desalojadas.

La Brigada de Investigación de Incendios Forestales (BIIF) de Andalucía apuntó a la intencionalidad en relación al origen de las llamas.

Andalucía cierra la campaña de riesgo extremo con 153 incendios forestales y 15.564 hectáreas quemadas

Seis grandes incendios

Ambos municipios sufrieron dos de los seis grandes fuegos registrados en Andalucía esta temporada, junto al de Los Guájares, en Granada (5.000 hectáreas), el de Bonares-Almonte, en Huelva (1.820 hectáreas), el de Belalcázar, en Córdoba (966 hectáreas) y el de Torres de Albanchez, en Jaén (723 hectáreas).

A nivel andaluz, la temporada cierra este año con 153 incendios forestales y 15.564 hectáreas quemadas. Según informó la Junta de Andalucía, este año se han registrado menos incendios que en el mismo periodo del año anterior, cuando se contabilizaron 181 incendios.

No obstante, la voracidad de los incendios han provocado una mayor quema de suelo.

En cuanto al Servicio Emergencias 112 Andalucía, según informó el consejero de la Presidencia, Antonio Sanz, ha gestionado un total de 21.728 llamadas relacionadas con incendios forestales agrícolas, un número que «ha supuesto un 20,13% más que la campaña de 2021 cuando fueron 18.087 las llamadas contabilizadas».

Málaga es la provincia en la que se ha producido el mayor número de avisos al 112, en concreto 6.160 llamadas, seguidas de las 4.259 de Sevilla.

Bomberos a la calle

Terminada la campaña de alto riesgo de fuego, que comienza tradicionalmente en junio y finaliza en octubre, un millar de bomberos forestales del Infoca pasan a estar «inactivos», esto es, sin empleo, hasta el inicio de la nueva temporada.

De ese millar de profesionales, unos 130 pertenecen a la provincia de Málaga.

«A pesar del desmantelamiento del dispositivo Infoca, el cual se queda al 50%, hay que sumar que han mandado a los trabajos preventivos a la mitad de estos bomberos forestales, con el riesgo que ello supone de desatender las tareas de emergencias y reducir estas a un 25% de la plantilla», critica la sección sindical de CGT en la Agencia de Medio Ambiente y Agua (Amaya) de la Junta de Andalucía.

«Es inadmisible lo que está sucediendo. Sin ir más lejos, en estos días hemos tenido varios incendios en la provincia de Granada y Málaga con un Infoca entre despidos y trabajadores en tareas preventivas al 25% de capacidad ante una emergencia», lamenta el presidente del Comité Intercentros en la Agencia de Medioambiente y Agua, Javier Sánchez.

«Triste es ver cómo llegando el verano los bomberos forestales se juegan la vida contra el gran monstruo de las llamas y nuestros políticos salen ante los medios de comunicación a agradecer la gran labor de este colectivo de trabajadores y a llamarlos héroes».

Estos profesionales siguen demandando el reconocimiento de la antigüedad, estabilidad laboral, un dispositivo al 100% todo el año y jubilaciones dignas para los bomberos.

Por otro lado, CGT critica que la Junta no haya extendido la temporada de riesgo alto de incendios -como ocurrió el año pasado, que se mantuvo hasta el 31 de octubre- «pese a las altas temperaturas que estamos teniendo y los continuos incendios forestales que siguen existiendo».

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