Agua

La Costa del Sol tira al mar 50 hectómetros cúbicos de aguas regeneradas al año

Los campos de golf emplean casi con exclusividad el agua reciclada que se produce, un consumo que oscila entre los 7 y los 8 hectómetros

Estación Depuradora de Aguas Residuales de La Víbora, en Marbella. | L.O

Estación Depuradora de Aguas Residuales de La Víbora, en Marbella. | L.O / ana i montañez. málaga

Ana I. Montañez

Ana I. Montañez

La Costa del Sol tiene una capacidad para producir unos 60 hectómetros cúbicos (hm3) de aguas regeneradas, esto es, aguas residuales sometidas a un proceso de depuración -tratamiento terciario- que las hace aptas para el riego agrícola, así como de jardines, campos de golf e incluso para el baldeo de las calles.

Pese a esa capacidad de producción, lo cierto es que, de media, solo se consumen entre 7 y 8 hm3, que se destinan a campos de golf, según expone el consejero delegado de Acosol, Carlos Cañavate.

«Tenemos un sistema de depuración muy moderno, las depuradoras que tenemos son de entre 10 y 15 años. Depuran muy bien y tienen todas terciario, que significa que cuando tienes el agua sucia, que viene de las casas, la industria, la calle… entra en una red nuestra de colectores y la llevan mediante un sistema de transporte, estaciones de bombeo, a la depuradora», explica Cañavate. «Las depuradoras hacen un primer tratamiento, un segundo, y por último, el terciario, un tercer tratamiento con el que ese agua que resulta es de muchísima calidad que actualmente en la Costa del Sol se utiliza casi en exclusividad para el riego de campos de golf».

De manera que el resto del agua reciclada que no se usa, unos 50 hectómetros cúbicos, acaban en el mar por la falta de aprovechamiento, a excepción de un caudal ecológico que siempre debe mantenerse para mantener la salinidad del mar.

«Si en todo el riego de jardines, tanto público como privado, se utilizara ese agua reciclada, se ahorraría muchísima agua del almacenamiento del pantano», recalca Carlos Cañavate.

Imagen de la estación depuradora de aguas residuales de La Víbora en Marbella.

Imagen de la estación depuradora de aguas residuales de La Víbora en Marbella. / L.O.

Concesión

Para usar aguas regeneradas en tanto en el riego de cultivos, de zonas verdes o incluso para el baldeo de las calles es necesario solicitar una concesión a la Junta de Andalucía. «El uso de las aguas, con independencia de la procedencia, tiene que llevar consigo una concesión. Por ejemplo, las aguas aguas regeneradas de la EDAR de Vélez-Málaga, que se le dio el año pasado la concesión a la Junta central de usuarios del Sur de Guaro. Ellos la piden, se tramita la concesión, se ve la procedencia, se piden los informes sanitarios y con los informes favorables se le otorga la concesión para una cantidad determinada y para un uso concreto», explica el delegado de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural en Málaga, Fernando Fernández.

El delegado mantiene que «lo ideal» sería que los ayuntamientos que cuentan con la posibilidad de emplear el agua regenerada en el riego de zonas verdes o en el baldeo de las calles solicitaran la concesión para reducir el gran excedente de agua reciclada que Málaga tira anualmente.

Salinidad excesiva

El aprovechamiento del agua regenerada en Málaga se topa, además, con un problema de infraestructuras. En el caso de la Costa del Sol, el obstáculo se produce en la red de colectores que discurren por la línea de costa y que se encuentran muy deteriorados, lo que afecta a la calidad del agua regenerada.

«Son infraestructuras muy antiguas, de más de 40 años, y muchas veces están dentro del agua. Eso tiene una salinidad muy alta porque entra el agua salada dentro del sistema», añade el consejero delegado de Acosol. «Cuando se depura, la calidad del agua es muy salina y eso no es bueno para los campos de golf porque no hay ningún césped que lo aguante».

Los campos de golf, que en su mayoría emplean este agua reciclada por el agotamiento de los pozos, tienen que adaptar el tipo de césped, de la modalidad «bermuda», para que acepten el riego con aguas regeneradas, pero ni siquiera este tipo acepta el exceso de salinidad del agua.

Por ello, es vital renovar la infraestructura del saneamiento integral de la Costa del Sol Occidental, para lo que la Junta ya adjudicó el pasado marzo la redacción del anteproyecto que renovará una conexión de colectores de 23 kilómetros.

La adjudicataria es la UTE Narval Ingeniería y Prydo, con un plazo de ejecución para el diseño del nuevo trazado de doce meses. El importe de adjudicación es de 312.809,2 euros.

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