Crecimiento económico

El PIB de Málaga creció un 7,7% y superó de nuevo la media andaluza y nacional

La producción de la provincia alcanzó los 38.700 millones de euros y encabezó el crecimiento andaluz. Aporta el 20% del PIB andaluz, sólo superada por Sevilla, que concentra un 24% con casi 46.000 millones

Turistas en un establecimiento del Centro de Málaga.

Turistas en un establecimiento del Centro de Málaga. / ÁLEX ZEA

José Vicente Rodríguez

José Vicente Rodríguez

La provincia de Málaga afianzó en 2022 su senda de crecimiento económico y sigue recuperando producción tras haber dejado atrás el tremendo impacto de la pandemia, que castigó duramente a todos los sectores productivos durante todo el año 2020 y parte de 2021. El primer avance realizado estos días por el Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía (IECA) revela que el Producto Interior Bruto (PIB) de Málaga aumentó un 7,7% este pasado ejercicio, una tasa que mejora el 5,8% de 2021 y que, por supuesto sirve para seguir amortiguando la severa caída del -14,3% que se sufrió en 2020, cuando el Covid paralizó durante meses la mayor parte de la actividad económica y turística.

Málaga ha sido la primera provincia con más crecimiento en 2022, por detrás de Cádiz (6,3%) y Almería (5,7%). En Andalucía, la subida fue del 5,2%, mientras que en España se situó en el 5,5%.

La entidad de análisis Funcas ya comentó hace unos días que la intensa recuperación iniciada en el ejercicio anterior se prolongó en 2022 en todas las comunidades autónomas, con el turismo y el sector exportador como motores del crecimiento.

El pasado ejercicio ha servido así para que la provincia malagueña haya recuperado su tradicional liderato en ritmo de crecimiento a nivel andaluz, ya que en 2021 fue segunda, superada por Cádiz, y en el desastroso año 2020 se situó como penúltima, sólo por delante de Huelva. El enorme peso del turismo en la economía motivó que Málaga fuera la plaza andaluza que más sufrió la debacle del coronavirus (con la movilidad de viajeros muy limitada durante mucho tiempo) pero, de la misma forma, ha sido la que más se ha beneficiado de la plena recuperación del sector, que ya el año pasado registró una enorme afluencia de turistas en la Costa del Sol.

Producción por provincias

El IECA ofrece también una tabla detallada de la producción por provincias a precios corrientes. La de Málaga tuvo un PIB de 38.704 millones de euros en 2022, frente a los 34.092 registrados en 2021 (los porcentajes de subida varían en este caso de los índices anuales debido al efecto de los precios). La provincia ha superado así los 36.796 millones de 2019, es decir, en la época de la prepandemia, cuando la economía todavía marchaba a un ritmo normal. Sin embargo, no puede decirse todavía que la economía real haya vuelto a los niveles preCovid, ya que ese PIB a precios corrientes incorpora todo lo que ha subido la inflación (mientras que las tasas de subida antes mencionadas sí descuentan ese efecto).

A Málaga sólo la supera en cifras de PIB la de Sevilla, con 45.973 millones en 2022. Los datos del IECA siguen corroborando así el protagonismo económico de estas dos provincias en el conjunto de la región. Si el PIB de Andalucía se situó en 189.877 millones el pasado año, un 24,2% correspondió a Sevilla y un 20,3% a Málaga. Entre ambas suman un 44,6% de la producción total andaluza.

Que Málaga siga siendo superada en PIB por Sevilla no desmerece el calificativo de «motor económico» de la comunidad que la provincia malagueña se ha forjado desde hace tiempo. Según han reiterado en varias ocasiones fuentes del mundo empresarial y económico, Sevilla cuenta con mayor aportación del segmento público a su economía y dispone además del intangible de ser la capital política e institucional de Andalucía, lo que provoca un efecto tractor para las grandes corporaciones. Por contra, la economía de Málaga basa más su pujanza en el tirón del sector privado.

Crecimiento para 2023

De cara a 2023, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) mantiene sus previsiones de crecimiento para el PIB español este año en el 1,6%, si bien ha elevado nueve décimas sus estimaciones para el déficit público en 2023 hasta el 4,2% del PIB como consecuencia del impacto de las medidas para paliar la crisis energética.

El organismo independiente que preside Cristina Herrero ha actualizado sus previsiones macroeconómicas y fiscales incorporando el impacto de las medidas aprobadas o prorrogadas recientemente por el Gobierno para hacer frente a las consecuencias económicas de la guerra en Ucrania y la subida de precios.

La directora de la División de Análisis Económico, Esther Gordo, explicó ayer que la actividad en España se está comportando «con mayor fortaleza» respecto a lo que se esperaba en otoño. Eso se debe, entre otros factores, al positivo comportamiento del mercado de trabajo y del sector exterior, así como a la moderación de los precios de las materias primas energéticas a nivel internacional.

De hecho, en el primer trimestre de 2023 los indicadores sugieren en conjunto un mayor dinamismo de la actividad económica. El modelo MIPred elaborado por la AIReF, que sintetiza la evolución de indicadores que guardan una estrecha relación con la actividad económica, apunta a un crecimiento del PIB del 0,7% en el primer trimestre de 2023.

No obstante, este organismo advirtió sobre el endurecimiento de las condiciones de financiación tras la subida de tipos de interés, que se espera que tenga impacto en la economía real en la segunda parte del año. Este contraste lleva a la AIReF a mantener sus previsiones en el 1,6%.

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