Una votación con incidente y un estribillo de Encarnita Polo

El Ayuntamiento de Málaga despertó este sábado con el murmullo 'pasillero' y el despliegue de policía engalanada de las grandes ocasiones. La sexta reelección consecutiva de Paco de la Torre como alcalde de la ciudad le devolvió al PP la mayoría absoluta perdida en 2015. Y hasta le vino bien que llegara con un concejal de sobra a la velada -con 17 sobre 31- porque en la votación se produjo un pequeño incidente, que casi recordó a los errores protagonizados en la bancada popular del Congreso de los Diputados por el extremeño Alberto Casero.

A su vez, este trance iniciático para otro mandato arrojó la certeza de que, si en la Casa Consistorial hubiese un hilo musical permanente, la canción que más sonaría sería aquella en la que Encarnita Polo tarareaba un repetitivo 'Paco, Paco, Paco'. O sea, aquel estribillo que llegó para quedarse cuando Celia Villalobos partió hacia Madrid para ser ministra, y dejó su recién estrenada mayoría absoluta en manos de alguien al que se le acusaba de carecer del carisma que ella derrochaba. 

Precisamente, el Pleno de investidura empezó a ser una realidad incontestable con el juramento primerizo de "Don Francisco Manuel de la Torre Prados", quien entonó un 'sí juro' que parecía apasionado hasta que le tocó el turno a su compañero Jacobo Florido, que subió el volumen con un tono estridente como acostumbra a hacer en sus incursiones en las redes sociales. 

La totalidad de los 17 concejales del PP y los dos de Vox juraron. Del PSOE sólo lo hizo en voz baja su portavoz, Daniel Pérez, y los nueve ediles restantes prometieron. La misma fórmula fue empleada por los dos representantes restantes de la confluencia de izquierda Con Málaga. 

Su portavoz, Toni Morillas, fue la que más tardó en hacerlo porque la secretaria que conducía el pleno la apercibió y le dijo que la coletilla que tenía preparada no podía soltarla antes de cumplir con el trámite. Y, entonces, Morillas dijo por segunda vez: "Prometo trabajar por una Málaga feminista que ponga la sostenibilidad de la vida y del mundo en el centro".

Postales previas

En los instantes previos a la celebración de la sesión plenaria, se presenciaron postales de lo más variopintas. A un miembro del Gobierno municipal se le vio recordar con fruición en los pasillos que esta legislatura iba a ser, además, uno de los tenientes de alcalde. 

Otras escenas, incluso, desprendieron un halo entrañable. Hubo muchos saludos entre viejos y nuevos compañeros de la vida municipal malagueña. Y al socialista Dani Pérez se le vio recorrer, con una de sus hijas en brazos, el mismo salón en el que luego iba a intervenir.

Votación con incidente

Luego, mientras se sacaban de la urna los votos para la votación del alcalde y se 'cantaban' los nombres de los candidatos, un exconcejal del PP bromeó en cuanto sonó varias veces 'Daniel Pérez Morales': "Les vamos a dar diez votos de ventaja".

En ese mismo proceso, se asistió a una de las grandes anécdotas -o incidente- de la jornada porque en uno de los sobres había dos papeletas: una para el candidato del PP, Paco de la Torre, y otra para el del PSOE, Dani Pérez. Como la Corporación Municipal la componen 31 concejales y De la Torre obtuvo, pese a ese error, votos equivalentes a la mayoría absoluta, no fue necesario repetir la votación. Eso sí, hubo un voto nulo y, presumiblemente, procedió de la bancada del PP, porque De la Torre -que logró 17 concejales el 28M- tuvo 16 válidos y Dani Pérez hubiera llegado a los once con el del desliz. Por otro lado, los candidatos de Vox, Antonio Alcázar, y de Con Málaga, Toni Morillas, cosecharon los dos apoyos que se esperaban para ellos.

A continuación, el hasta ahora regidor fue proclamado nuevamente para alargar un abrazo a la vara de mando que, durante el periodo que ahora comienza, superará el cuarto de siglo. Por séptima vez consecutiva, escuchó ese aplauso trascendental que regresa como un bumerán cada cuatro años. En el caso del octogenario De la Torre, lo de la investidura empieza a ser tan natural como 'un día más en la oficina'. Que rima con piscina. Con el oasis líquido el que suele cargar las pilas ese alcalde que, mientras sigue remando en su despacho cercano al Paseo del Parque, también nada.

Cita de personalidades

En las primeras filas del contado auditorio, se dieron cita una serie de personalidades que venían a forzar un resumen de la sociedad malagueña, con representanción de las cofradías, peñas, colectivos vecinales, las fuerzas de seguridad o la Universidad de Málaga (UMA). Hubo igualmente dirigentes sindicales; representantes de colectivos empresariales, como el responsable de la CEA Javier González de Lara; autoridades como el presidente del Puerto, Carlos Rubio; o representantes de la cultura, como el artista y presidente de la Academia de San Telmo, José Manuel Cabra de Luna, quien recordaba con entusiasmo que la próxima semana inaugura una exposición en la Galería Javier Marín.

La investidura de Paco de la Torre provocó el regreso al espacio en el que se fue forjando como política la actual consejera andaluza de Economía, Carolina España, quien últimamente siempre aparece en las quinielas cuando se juega a buscarle sucesores en un futuro al incombustible regidor de la capital malagueña. 

Tampoco se perdió la ceremonia el abogado Luis Merino, quien -en las postrimerías de la década de los 70 del siglo pasado- fue durante dos años el primer alcalde de la ciudad en la etapa democrática por la Unión de Centro Democrático (UCD), el mismo partido en el que se enroló De la Torre tras haber sido el presidente de la Diputación en la recta final de la dictadura franquista. Eso sí, Merino no necesitó unas elecciones para ser Alcalde y, después, cuando se celebraron los primeros comicios locales decidió no presentarse como candidato al mismo cargo.

Entre el público, también se encontraban varios concejales de distintas tendencias que participaron en la recién acabada legislatura. Por ejemplo, Paqui Macías, de Unidas Podemos; Gemma del Corral, que se convirtió en delegada provincial de Turismo tras las elecciones andaluzas; o su antaño compañero en la bancada municipal del PP, Pepe del Río, quien acaba de dejar la primera línea política.

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