El barrio de La Trinidad reclama más seguridad

«La gente mayor, a las 8 de la tarde baja la persiana y todo el mundo en casa», contaba esta semana un vecino que prefiere no dar su nombre. A su lado, otra vecina que también pide el anonimato detalla: «La gente tiene miedo porque no sabes si te va a caer un tiro o te van a pegar una paliza».

Es el ambiente que se respira esta semana en el entorno de la iglesia trinitaria de San Pablo. Por eso, los vecinos consultados coinciden en una petición a las administraciones: más policía y cámaras de vigilancia, pues calculan que en el entorno de la plaza de San Pablo hay unos cuatro o cinco corralones conflictivos en los que se producen desde juergas hasta altas horas de la madrugada -sobre todo los fines de semana- hasta peleas, compraventa de droga y tiroteos. En el más leve de los casos, con huellas de perdigonazos en alguna pared. 

El último altercado tuvo lugar en la noche del jueves de la semana pasada, comentan los vecinos, cuando se escucharon claramente tres disparos en la zona. 

«Nos sorprende mucho la dejadez y que esto no esté regulado ni por la policía ni por la Junta», señala otro vecino, que comenta que la venta de droga en estas zonas está pasando de padres a hijos. La vecina anterior indica además que en algunos de estos corralones se producen subarriendos ilegales de viviendas, lo que no ayuda a controlar a los inquilinos, que dependen de la administración autonómica. 

Junta, Gobierno y Ayuntamiento

Juan Jesús Bernal, gerente de AVRA, la agencia de vivienda de la Junta, de la que dependen los corralones de la zona, explicó a La Opinión que ya se han iniciado «procedimientos de desahucio y extinción del contrato al anterior titular», cuando la administración autonómica ha detectado irregularidades y si hay «ocupaciones ilegales para subarriendo correrán la misma suerte: el desahucio», indicó.

Por su parte, un portavoz de la Subdelegación del Gobierno informó de que el pasado 8 de mayo, responsables de la Policía Nacional se reunieron con colectivos de la Trinidad «para abordar problemas de convivencia, botellones y algunas peleas en el entorno de la calle Jara». 

Además, informó de que el Gobierno ha incrementado «en más de un 16%» la plantilla policial en la provincia de Málaga en esta legislatura y de que «se investigan» todos los hechos que se producen en Málaga.

Por último, destacó que la Subdelegación tramita desde hace unas semanas un proyecto para la implantación de la videovigilancia por parte del Ayuntamiento, que ha tenido que ser tramitado de nuevo, «después de que en primera instancia el Ayuntamiento no hubiera aportado los informes preceptivos para su visto bueno por parte del Gobierno». 

El portavoz indicó por último que se precisa «una mayor colaboración de la Policía Local en labores de vigilancia y control de los problemas de convivencia» que señalan los vecinos. 

También respondió el concejal de Seguridad, Avelino Barrionuevo, que precisó que la Policía Local, «colabora al máximo, pero quien tiene que actuar es la Policía Nacional, nosotros no somos competentes ni para recibir las denuncias ni para investigarlas». 

El concejal sí confirmó que han pedido cámaras de seguridad, «como lo pedimos en toda la ciudad». Avelino Barrionuevo achacó el retraso burocrático a que les habían pedido un informe «que tiene la Policía Nacional». «Falta la autorización de la Subdelegación del Gobierno, en cuanto las autoricen las pondremos», remarcó.

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