Sanidad

Málaga, ciudad líder en cardioprotección

La capital reafirma su apuesta por la prevención con 676 desfibriladores repartidos por la ciudad, un mapa callejero para localizarlo y un plan de formación permanente gratuito

La Asociación de Expacientes de la Unidad de Medicina Intensiva (Expaumi) anima a los malagueños a que aprovechen las oportunidades de formación gratuita que se les ofrece para que ellos también puedan salvar vidas con sus propias manos

Málaga, ciudad líder en cardioprotección

Málaga, ciudad líder en cardioprotección / Arancha Tejero

Arancha Tejero

Arancha Tejero

Cada día en Málaga fallecen una media de tres personas por muerte inesperada. Ante un paro cardiaco repentino, la persona se desvanece en la calle, la gente le rodea, le observa pero nadie se atreve a hacer nada hasta que llega el equipo de emergencia. Sin embargo, por cada minuto que pasa las posibilidades de sobrevivir disminuyen un 10%, según el Consejo Europeo de RCP. Por situaciones como esta, en España ocurren más de 30.000 muertes súbitas al año, 6.200 en Andalucía. Una cifra que podría disminuirse drásticamente si los ciudadanos tuviesen formación en lo que se ha definido como ‘cadena de la supervivencia’, una serie de actuaciones claves para mantener con vida a la persona hasta que llegue el personal sanitario.

Lo más importante, en un primer momento, es comenzar con la reanimación lo antes posible realizando compresiones torácicas y poder disponer en el entorno de un Desfibrilador Semiautomático (DEA). Para que esto pueda ser una realidad, el Ayuntamiento de Málaga inició hace dos años el proyecto ‘Málaga Cardioprotegida’ instalando desfibriladores en distintos puntos estratégicos de la ciudad. El objetivo es muy claro: que cualquier ciudadano pueda encontrar un desfibrilador en el mínimo tiempo posible con la máxima garantía y la información necesaria para poder utilizarlo.  Actualmente, la capital cuenta  676 DEAs, que en los dos últimos años han permitido salvar la vida de 18 personas. Esto se traduce en 1 por cada 970 habitantes, mientras que la media nacional se sitúa en 1 por cada 2.400.

Mapa de desfibriladores

Para conocer la ubicación del desfibrilador más cercano, el Ayuntamiento de Málaga ha creado también la plataforma Desfibriladores.malaga.eu, un callejero donde quedan recogidos todos los desfibriladores distribuidos por la ciudad y la disponibilidad de los mismos. Los equipos están repartidos en áreas deportivas, bibliotecas, mercados, entidades municipales o privadas, así como en 67 autobuses de la EMT o en todos los vehículos de la Policía Local, por si no hubiese alguno cercano. «Se trata de una iniciativa pionera en España, no tenemos constancia de que ninguna otra ciudad cuente con un mapa como este», afirma Paloma Rosado, presidenta de la Asociación de Expacientes de la Unidad de Medicina Intensiva (Expaumi).

Callejero de Málaga de desfibriladores

Callejero de Málaga de desfibriladores / La Opinión

Sin embargo, de poco sirve tener un desfibrilador a mano si no se tiene formación para usarlo. Es ahí donde entra en juego la asociación Expaumi que, a lo largo de todo el año, y en colaboración con el Ayuntamiento, organiza cursos y talleres de soporte vital básico para que los malagueños puedan aprender a atender con una rápida respuesta al ciudadano que lo necesite en un momento dado. Los próximos cursos comenzarán el 11 septiembre y se desarrollarán en los once distritos, cada día en uno de ellos en horario de tarde y de forma gratuita hasta el 2 de octubre. 

Poca asistencia

«Se trata de un conocimiento fundamental, porque, aunque pensemos que nunca nos va a toca, a cualquiera le puede ocurrir», subraya la presidenta de Expaumi, que lamenta que, a pesar de ser una gran oportunidad para aprender a salvar vidas en tan solo una tarde, son pocos los malagueños que deciden aprovecharla. Las plazas de los talleres suelen rondar las 30, pero de media suelen asistir unas 12 o 15 personas, según la presidenta, que reconoce que tienen dificultad para llenarlos debido a la falta de difusión y desconocimiento sobre los mismos. 

Taller de formación de Expaumi en el Hospital Cínico de Málaga

Taller de formación de Expaumi en el Hospital Cínico de Málaga / La Opinión

«A veces hemos llegado a trasladarnos hasta allí y nos hemos encontrado con tan solo cuatro personas», señala Rosado. Aun así, destaca que, aunque varía según el año, hay algunos distritos donde suelen funcionar mejor que otros. El de Carretera de Cádiz, por ejemplo, es uno a los que más personas asisten, mientras que el de Churriana es uno de los que suelen quedarse más vacíos.  Por este motivo, tanto las instituciones locales como la presidenta de la asociación, animan encarecidamente a todos los malagueños a que hagan el pequeño esfuerzo de formarse, pues llegado el momento, puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.

Ramón Mora Delgado es un ejemplo de esas personas que han sobrevivido gracias a que otras tenían una formación mínima en reanimación cardiopulmonar (RCP). «Hace dos navidades estábamos en la puerta de Málaga Palacio esperando para subir a tomar una copa cuando me desplomé. Me salvé gracias a que dos personas que pasaban por ahí me hicieron la RCP durante seis minutos», narra Ramón, que comparte que lo siguiente que recuerda es cuando abrió los ojos en la ambulancia unos 25 minutos más tarde.

A la izquierda, Ramón Mora con Ángel García junto a uno de los 676 desfibriladores instalados en Málaga

A la izquierda, Ramón Mora con Ángel García junto a uno de los 676 desfibriladores instalados en Málaga / La Opinión

Talleres en los 11 distritos

Con esta nueva edición de septiembre de 2023, Expaumi sumará 21 años ayudando a formar a los malagueños en el uso del desfibrilador, prevención de emergencias o primeros auxilios, como, por ejemplo, cómo actuar ante un atragantamiento. Los talleres son impartidos por profesionales sanitarios instructores en Soporte Vital Básico y DEA del Plan Nacional de RCP con experiencia profesional en Medicina Intensiva, 061, Urgencias y Asistencia primaria. 

Talleres de Soporte Vital Básico organizado por Expaumi

Talleres de Soporte Vital Básico organizado por Expaumi / La Opinión

«La mayoría de las personas que vienen a los talleres cuando ven cómo funcionan los desfibriladores les pierden el miedo, porque ven que es un aparato que no da lugar a equivocación. Si realmente la gente se atreviese a cogerlo y encenderlo, vería que el desfibrilador te guía paso a paso. No hay lugar a equivocación», explica Rosado, que comprende  que mucha gente tenga miedo a usarlo mal. «Pero eso no va a ocurrir porque es semiautomático y es el desfibrilador el que sabe si necesita o no la descarga. Pero claro, para saber eso hay que tener una formación», añade la presidenta, que subraya que el tiempo que dedican a los desfibriladores en los talleres es mínimo, «dedicamos mucho más, por ejemplo, a las compresiones de calidad»

Desfibriladores + mapa + formación

Málaga es la única ciudad de España que cuenta con más de 600 desfibriladores, una web con un callejero con la ubicación de los mismos y un plan de formación permanente coordinado entre asociaciones, profesionales y el Ayuntamiento, según asevera Ángel García, doctor en medicina intensiva y socio fundador de Expaumi, que destaca que es tan importante tener desfibriladores como un plan para formarse. «Casi el 50% de la plantilla de la EMT ha realizado ya el curso para saber usarlos», añade.  

Un niño parenciendo a realizar una reanimación cardiopulmonar en uno de los talleres de Expaumi

Un niño parenciendo a realizar una reanimación cardiopulmonar en uno de los talleres de Expaumi / La Opinión

Se trata de un conocimiento fundamental que debería enseñarse desde la infancia. De hecho, la asociación ya ha realizado talleres en algunos colegios y, a partir del curso que viene, gracias a la colaboración de la Consejería de Educación, podrán comenzar a impartirlos en todos los centros que lo soliciten. El siguiente paso en el proyecto de ‘Málaga cardioprotegida’, según el concejal del Área de Derechos Sociales, Francisco Manuel Cantos, es tratar de ampliar la red de personas que «con sus propias manos» y un desfibrilador puedan socorrer a una persona que lo necesite.

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