Cáncer de mama

«Gracias a Dios que fui a la revisión a pesar de no notarme nada»

Isabel Albarracín en el Hospital Clínico durante el Día Mundial del Cáncer de mama

Isabel Albarracín en el Hospital Clínico durante el Día Mundial del Cáncer de mama / La Opinión

Arancha Tejero

Arancha Tejero

Hace dos años, Isabel Albarracín (47 años) acudía con tranquilidad, al igual que otras ocasiones, a su revisión anual para realizarse una mamografía, sin poder imaginarse que ese mismo día saldría con un diagnóstico de cáncer de mama. La noticia le pilló completamente por sorpresa. No se había sentido ningún bulto y se encontraba perfectamente. Pero nada más realizar la mamografía y ecografía, los médicos detectaron que algo no andaba bien y le mandaron inmediatamente a realizarse una biopsia. «Cuando me dijeron que tenía que hacerme la biopsia, intenté programarla para dentro de unas semanas, pero los médicos me dijeron que no podía esperar. Ahí fue cuando me di cuenta de que había algo malo», recuerda. 

A día de hoy, Isabel lleva dos años operada, ha pasado su tratamiento de radioterapia y ahora continúa con su tratamiento de cinco años de pastillas, a la espera de poder escuchar la frase más deseada para las pacientes de cáncer de mama: «el cáncer ha remitido». Isabel rememora el shock que sufrió cuando le dieron el diagnóstico aquel día. «Lo primero que me vino a la cabeza fue mi hijo. Tenía 15 años y pensé que yo no podía irme de aquí, que todavía le hacía falta», cuenta la malagueña, que asegura que, a pesar de la conmoción y miedo inicial, ella fue la que acabó «tirando de la familia», pues, «a pesar de que se pasa muy mal», se considera una persona muy optimista e intentó llevarlo de la mejor manera posible. 

Detección precoz

En su caso, acudir a aquella revisión fue clave para que se lo pudiesen detectar a tiempo y que «no fuese de lo peor». Isabel relata que se aferró a esa idea y fue lo que le dio fuerzas para seguir adelante. «La doctora me explicó que esta enfermedad es un abanico muy grande y de la que hoy en día se sale más que antes. Y la verdad es que eso me dio cierta tranquilidad», confiesa Isabel, que, con tan solo 45 años, decidió que el cáncer «no iba a poder conmigo».  Ahora, asegura que se ha recuperado y que se encuentra bastante bien. 

Análisis de una mamografía en un hospital.

Análisis de una mamografía en un hospital. / EPC

«Gracias a Dios que fui a revisión a pesar de no notarme nada», subraya aliviada Isabel, que insiste en la importancia de que todas las mujeres, «aunque se encuentren perfectamente», acudan a revisión. «Si tienen seguro privado o la oportunidad de hacerse una revisión, que lo aprovechen aunque no noten nada», recalca con insistencia, sabiendo que en su caso eso fue lo que le salvó, ya que, si no hubiese tenido seguro privado, no quiere ni imaginar lo que habría ocurrido. Por ese motivo, reivindica la necesidad de que se disminuya la edad de cribado en la sanidad pública, pues «cada vez son más los casos diagnosticados en gente joven». Actualmente, la edad de cribado en Andalucía está establecida desde los 50 hasta los 71 años, aunque la Consejería ha anunciado que próximamente se descenderá hasta los 47. 

Aumentar la edad de cribado

La Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) ha aprovechado el Día Mundial Contra el Cáncer de Mama para recordar la importancia de la participación en estos programas de cribado, con los que se ha conseguido mejorar la detección y el diagnóstico de forma temprana, aumentando así la esperanza de vida. Asimismo, resaltan que el cáncer de mama es el tumor más frecuente en mujeres entre 45 y 65 años y que es necesario contar con más investigación, detección precoz y apoyo para responder a la realidad de los pacientes que conviven con esta enfermedad y sus familias. 

«Es importante no dejarlo pasar, aunque tú no te notes nada», vuelve a insistir Isabel, que asegura que no entiende que hasta los 50 no se empiece a hacer las mamografías. Por otro lado, también, anima a todas las mujeres malagueñas que estén pasando por este proceso que acudan a ASAMA (Asociación de mujeres operadas de cáncer de mama de Málaga), que en su caso, asegura, «fue lo mejor que pudo hacer».

Buscar apoyo

«Me ayudaron mucho durante la enfermedad. Conocí a un grupo de mujeres maravillosas, hacemos un montón de cosas en la asociación, nos sirve de distracción, encuentras un punto de apoyo y, sobre todo, nos dan un montón de información», explica Isabel, que subraya que todos esos prospectos le fueron de gran ayuda porque estaba «un poco perdida». Más tarde, una vez se recuperó, no dudó en hacerse socia y ahora ella se dedica también a ayudar a otras mujeres y a concienciar sobre la importancia de visibilizar esta enfermedad, de la que serán diagnosticadas 1.200 mujeres de Málaga en 2023, según la Sociedad Andaluza de Oncología Médica (SOAM).

Una de esas iniciativas de visibilización ha tenido lugar justo hoy en el Hospital Universitario Virgen de la Victoria, donde distintas asociaciones se han reunido y montado varias mesas informativas con motivo del Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer de Mama.

Celebración del Día Internacional de la Lucha contra el Cáncer de Mama en el Hospital Clínico

Celebración del Día Internacional de la Lucha contra el Cáncer de Mama en el Hospital Clínico / La Opinión

«Aunque a veces parece que se pinta como algo todo de rosa, de guay no tiene nada. Se pasa muy mal, pero tienes que intentar ver la parte positiva y recordarte que vas a poder salir, porque si te vienes abajo y te hundes es peor», defiende Isabel, que sostiene que lo positivo que ha sacado de esta experiencia es lo que va a intentar transmitir, esperando con su testimonio aporte un granito de arena en la concienciación de esta enfermedad para la que sigue haciendo falta investigación e inversión.