Política

Toni Morillas rompe el ‘techo de cristal’ en Izquierda Unida

La portavoz municipal de Con Málaga se convierte en la primera mujer que dirigirá a nivel provincial la coalición de izquierdas, tras la «meditada» marcha de Guzmán Ahumada

La nueva coordinadora provincial de IU, con compañeros de la formación ayer en La Térmica.

La nueva coordinadora provincial de IU, con compañeros de la formación ayer en La Térmica. / La Opinión

Cristóbal G. Montilla

Cristóbal G. Montilla

Siempre hay una primera vez. Y en el aparato de Izquierda Unida en la provincia de Málaga han tenido que transcurrir más de tres décadas para que una mujer asuma el liderazgo orgánico. La elegida para romper el ‘techo de cristal’ ha sido Toni Morillas, quien precisamente enarbola el feminismo como la principal bandera que ondea en su militancia. Tras la «meditada» marcha de Guzmán Ahumada, la actual portavoz municipal de Con Málaga en la capital malagueña se ha convertido en la nueva coordinadora provincial de IU. Su acceso al cargo se ha formalizado en la asamblea de balance realizada ayer por la formación en La Térmica. Al ser elegida por la dirección de la coalición de izquierdas, su nombre se ha sumado al de los cinco hombres que la precedieron en el ejercicio de las mismas funciones: Inocencio Fernández, Manolo Ruiz Blanco, Rafael Rodríguez, José Antonio Castro y Guzmán Ahumada.

Al asumir esta responsabilidad, Morillas subirá un escalón más en su carrera política justo cuando su biografía acaba de atravesar la frontera de los 40 años. Nació en la localidad jiennense de Torredonjimeno en 1982 y hay que remontarse más de dos décadas en el tiempo, al momento en el que coqueteaba con la mayoría de edad, para encontrar los albores de su vinculación con Málaga. Llegó a la ciudad para estudiar en el campus de Teatinos Comunicación Audiovisual, materia en la que se licenció por la Universidad de Málaga (UMA) en 2004.

A continuación, entre 2007 y 2008, se formó en planificación de procesos participativos en la Universidad Complutense de Madrid. Y se especializó en el ámbito de la innovación democrática, la participación ciudadana y las nuevas formas de gobernanza institucional, enfocadas a la administración local. Por aquel entonces, en 2007, tuvo su primer contacto con la política institucional como asesora técnica de la Oficina de Presupuestos Participativos de la Diputación Provincial de Málaga. Unos años antes, había iniciado a una edad muy joven su militancia en el Partido Comunista de España (PCE) y en Izquierda Unida, en cuya federación andaluza estuvo al frente de la red de activistas feministas.

En 2011, dio su primer gran salto y fue durante una legislatura completa tanto concejala de Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Málaga como portavoz de su grupo en la Diputación Provincial de Málaga. Luego, en 2016, fue nombrada subdirectora de Coglobal, una entidad social especializada en los procesos de innovación participativa en el ámbito público. Y, de hecho, ha dirigido proyectos de participación ciudadana con perspectiva de género, ha trabajado la igualdad de género con mujeres en el ámbito rural o ha conducido iniciativas de promoción de la igualdad en colegios.

Un lustro después, en mayo de 2021, se vinculó al Gobierno progresista de España como directora del Instituto de las Mujeres. Dos años después, puso fin a esta etapa en Madrid para emprender un regreso a la política municipal que, a nivel interno, no estuvo exento de polémica. IU acordó -principalmente con Podemos- situarla como candidata a la alcaldía de la confluencia Con Málaga, de la que también forman parte Más País, Verdes Equo, Alianza Verde e Iniciativa del Pueblo Andaluz. Su elección ‘a dedo’ se antepuso al resultado de las primarias en las que había ganado Remedios Ramos.

Tras los comicios locales del 28M, comenzó una nueva etapa como portavoz municipal del frente amplio de izquierdas en el Ayuntamiento de Málaga. Desde entonces, ha quedado patente su fuerza como oradora y la eminente carga social de sus propuestas. Hace unos días, el PP la situó en el centro de su diana dialéctica y la acusó de «antisemitismo y exaltación del terrorismo» por unos comentarios suyos en los que se solidarizaba con el pueblo palestino. Lejos de dimitir o pedir disculpas como le exigían los populares, Morillas se rebeló contra lo que consideraba «graves acusaciones» del PP, criticó «la hipocresía» del alcalde Paco de la Torre y, al mismo tiempo, sintió el cariño de otros compañeros con ideologías ‘rojas’ que le mostraron su apoyo.

Toni Morillas, candidata de Con Málaga a las elecciones municipales.

Toni Morillas. / Álex Zea

La nueva coordinadora provincial de IU es, además, la madre de Marcos, un niño que a sus ojos proclama un grito de esperanza como el que atraviesa la poesía libertaria de Marcos Ana. Reside en un barrio obrero de Málaga, en La Paz, con su ‘camarada de vida’ y dirigente comunista Ernesto Alba. A partir de ahora, llevará las riendas malagueñas de la organización -en sintonía con el liderazgo andaluz de su amigo Toni Valero- sin perder de vista la herencia que le deja Guzmán Ahumada, quien en alguna reunión interna fijó tres criterios para la persona que le diese el relevo. Estos son «conocimiento de la provincia, capacidad política para seguir avanzando en los objetivos estratégicos de IU y capacidad para crear equipos para afrontar los retos ante la convulsión política que vivimos».

A juicio de Ahumada, «Toni los cumple». Ahora, a ella le toca coger el testigo y recorrerse de vez en cuando la geografía malagueña, como hizo en su etapa de técnica en la que desarrolló los proyectos de los presupuestos participativos en numerosos pueblos.

Morillas agradeció ayer la confianza depositada en ella para asumir el cargo y apuntó como principal reto para la formación «sumar fuerzas y ensanchar alianzas para frenar la escalada neoliberal, el avance de la emergencia climática y la destrucción de los servicios públicos en nuestra provincia». «Es el momento de activar nuestra militancia, de estar con quienes defienden el derecho al agua, a la sanidad, a la educación, el feminismo, el medioambiente», señaló Morillas, quien considera «necesaria la implicación de la militancia de IU para que emerja el conflicto. La única manera de ganar la batalla cultural en marcha es haciendo una estrategia capilar, pegada al tejido social».

En este sentido, anunció que van a poner todos los cargos públicos de IU, alcaldes, concejales, diputados y diputadas en el Congreso, el Parlamento de Andalucía y la Diputación «al servicio de las transformaciones y de la ciudadanía de la provincia de Málaga».

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