Salud Mental

"Hay que comprender el sufrimiento que conlleva el diagnóstico de esquizofrenia"

La investigadora y profesora de la UMA Celia Martí obtiene una Beca de Salud Mental del Consejo General del Colegio de Enfermería para desarrollar su estudio sobre la percepción de este trastorno

Celia Martí, profesora e investigadora de la UMA.

Celia Martí, profesora e investigadora de la UMA. / L. O.

Carolina Vergara

La investigadora de la UMA Celia Martí ha obtenido una Beca de Salud Mental para un estudio sobre la percepción de la esquizofrenia que analizará el impacto que produce la imagen pública de los trastornos mentales en personas con este trastorno.

El proyecto ‘Más allá del estigma: estudio cualitativo sobre el impacto de la imagen pública de los trastornos mentales en personas con esquizofrenia’ ha sido dotado con una beca de 2.000 euros. Esta cuantía es la tercera de las tres Becas de Salud Mental que concede el Consejo General del Colegio de Enfermería.

La investigación de esta profesora de Enfermería de la Facultad de Ciencias de la Salud se centra en el trastorno de esquizofrenia por ser este el que mayor estigma sufre. En 2021, un investigador de la Universidad de Indiana, en Estados Unidos, concluyó un estudio en el que llevó a cabo un seguimiento durante 20 años para comprobar la evolución de los prejuicios sobre distintos problemas de salud mental. La investigación mostraba que trastornos como la depresión o la ansiedad habían sufrido una considerable mejora en la percepción que se tenía de ellos, mientras que hacia la esquizofrenia había empeorado.

«Ha habido un gran avance en la naturalidad con la que se habla y con la que se pide ayuda respecto a problemas de ansiedad y depresión, sobre todo desde la pandemia, pero no así con este tipo de trastornos de la esfera psicótica», asegura Martí.

El empeoramiento de la percepción pública que se tiene de las personas con un trastorno de esquizofrenia es una cuestión multifactorial, pero la investigadora Celia Martí señala la relevancia del rol de la imagen social de la enfermedad.

«La imagen pública de esta condición está muy determinada precisamente por la prensa, que muchas veces por querer vender ejemplares usan titulares muy sensacionalistas», sentencia Martí. Añade, además, la influencia que han tenido el cine y la televisión: «El problema es que no se suele especificar el diagnóstico del personaje y se mezclan patologías de distintos cuadros, lo que crea mucha confusión». «Para la mayoría de personas esta es la única imagen de referencia que tienen de lo que es un trastorno mental. Si lo que ves en la película es que el enfermo mental es una persona mala que te va a asesinar, es normal que cuando se hagan este tipo de encuestas haya cierto rechazo hacia esta patología», explica la investigadora.

Las huellas determinan la esquizofrenia con un 70% de fiabilidad.

Las huellas determinan la esquizofrenia con un 70% de fiabilidad. / .

Educar en salud mental

Para paliar este estigma el primer paso es la alfabetización en salud mental desde edades tempranas, tal como explica Martí. La investigadora asegura que incluir este tipo de formación en los programas educativos es fundamental para entender que existen personas con un desarrollo distinto y que exigen necesidades diferentes. Pero, sobre todo, es útil para promover desde la infancia el autocuidado de la salud mental. Esto implica «conocer hábitos que promuevan la salud mental, saber cuando tienen que pedir ayuda, detectar las señales de que algo no va bien y ser conscientes de que no pasa nada por pedir ayuda».

Esto es aún más relevante si entendemos que la mayoría de trastornos mentales tienen su inicio durante la infancia y la adolescencia, por lo que tener las herramientas para gestionarlo desde edades tempranas es clave.

La vida con esquizofrenia

Padecer esquizofrenia se relaciona automáticamente con la imposibilidad de llevar una vida normal. Pero la realidad es que las personas con esquizofrenia, en muchas ocasiones, son completamente capaces de tener una vida corriente y para ello una buena inclusión social es un factor fundamental.

Celia Martí lo explica así: «Hay personas con esquizofrenia u otros trastornos mentales capaces de llevar una vida normal, pero cuando te encuentras con que la gente siente rechazo hacia ti, con que te cuesta encontrar un empleo o que incluso a la hora de buscar pareja tienes problemas, es todo más complicado».

A este rechazo que sufre la enfermedad hay que sumarle el rechazo a su cura. «Lo que sale en las películas siempre son manicomios, camisas de fuerza, habitaciones acolchadas… obviamente nadie querría ir allí».

Todo esto influye gravemente en la autoestima de la persona que lo padece y le causa el miedo a ser diagnosticado, por lo que se retrasa la búsqueda de ayuda cuando se empiezan a manifestar síntomas. «Piensan que no podrán trabajar, que no pueden tener amigos, que no van a encontrar pareja. Se lo llegan a creer y ellos mismos actúan en consecuencia de esta creencia, por lo que se autoimponen esas barreras y se aíslan».

Esto también provoca que, tras ser diagnosticada, la persona adquiera ciertos hábitos de vida que desembocan en otros problemas de salud. Las llamadas ‘comorbilidades físicas’, trastornos de la salud físicos que aparecen con mayor frecuencia en estas personas. No se derivan de la propia esquizofrenia, sino del estilo de vida que lleva tras el diagnóstico. Estas patologías pueden ir desde determinados tipos de cáncer hasta enfermedades cardiovasculares.

Para paliar los efectos derivados de lo que supone ser diagnosticado con un trastorno de esquizofrenia es fundamental el soporte familiar. Ellos son muchas veces el apoyo social más relevante del paciente, por lo que deben aprender a tratar con él y ser capaces de sobrellevar, por ejemplo, sus pensamientos delirantes, que pueden incluso volver a la persona contra su familia. Pero sin olvidar que «la familia también sufre la enfermedad y el estigma». Por ello hay que ayudarles a conocer los recursos a su alcance, no solo a nivel clínico sino también social.

«Aquí en Andalucía por ejemplo, tenemos FAISEM (Fundación Andaluza Para la Integración Social del Enfermo Mental), que tienen muchos programas de apoyo (residenciales, ocupacionales, pre-laborales, etcétera) que pueden suponer un alivio en la carga de la familia», cuenta la investigadora.

Celia Martí

Celia Martí / .

Estado de la investigación

Actualmente el estudio ‘Más allá del estigma: estudio cualitativo sobre el impacto de la imagen pública de los trastornos mentales en personas con esquizofrenia’ está a la espera de que el comité ético resuelva la solicitud para poder comenzar las entrevistas.

La investigadora y su equipo ya cuentan con la aprobación de los distintos servicios donde van a captar a los participantes. Estos son el Hospital Civil de Málaga y las asociaciones AFENES (Asociación de Familiares y Personas con Problemas de Salud Mental) y AFESOL (Asociación de Familiares y Personas con Enfermedad Mental de la Costa del Sol).

La Beca de Salud Mental supondrá una gran ayuda con la que iniciar esta investigación. La investigación tendrá un enfoque cualitativo «Aquí lo que buscamos es comprender la percepción. No queremos probar la hipótesis de si las personas con esquizofrenia sufren más o menos estigma, porque eso ya lo sabemos, lo que queremos ver es cómo esto les ha afectado a ellos», explica Martí.

«Hay muchos estudios sobre el estigma pero no han profundizado en cómo esa imagen les ha afectado en las distintas fases: desde esos primeros síntomas, desde que tiene el diagnóstico y luego en el tratamiento. Sobre todo entender desde su punto de vista cuáles creen ellos que son las causas que están entorpeciendo su correcta integración en la vida normal».

Unos 400.000 españoles padecen esquizofrenia.

Unos 400.000 españoles padecen esquizofrenia. / .

Más empatía

Al preguntar a Celia Martí por la gente que juzga y tacha de ‘locos’ a las personas con trastornos mentales, la investigadora es tajante en su respuesta. «Les diría que podría ser él o ella, que se calcula que una de cada cuatro personas sufren un problema de salud mental a lo largo de su vida. Que te puede tocar a ti, y si no será alguien de tu entorno. Por ello hay que empatizar más y comprender el sufrimiento que conlleva este diagnóstico, ya no solo por la propia sintomatología, sino por todo lo que ello implica en la esfera social».

La esquizofrenia es un trastorno del grupo de las psicosis, es decir, la persona sufre una alteración de ciertas capacidades cognitivas que tiene mucho que ver en cómo se relaciona con la realidad y su entorno. Pueden haber, por ejemplo, ideas delirantes, como el delirio persecutorio, que se da cuando la persona cree que alguien le quiere hacer daño o que les están siguiendo. Esto dificulta el desenvolvimiento en la vida diaria.