La UMA a fondo

Empresas de base tecnológica, una exitosa vía para transferir conocimiento

La UMA comenzó una interesante apuesta en 2018 para explotar los resultados de investigaciones y fomentar la cultura emprendedora. De 14 propuestas, siete empresas se han constituido ya

El espacio Link by UMA es punto de encuentro de estudiantes y emprendedores de todo tipo.

El espacio Link by UMA es punto de encuentro de estudiantes y emprendedores de todo tipo. / L. O.

Roberto Montero Parada

«La transferencia es una de las funciones básicas de la Universidad», explica el vicerrector en funciones de Innovación y Emprendimiento de la UMA, Rafael Ventura, a colación de la flamante apuesta que la escuela viene haciendo desde 2018 por la explotación de los resultados de investigaciones: las empresas de base tecnológica (EBT). Estas entidades, también llamadas de conocimiento, nacen de la apuesta emprendedora dentro del propio seno de la institución a modo de propuesta.

El origen en la actividad investigadora que tiene lugar en la Universidad caracteriza una tipología de organización con una gran capacidad para generar valor económico, mejorar la competitividad del tejido laboral en su entorno y pretende generar oportunidades de empleo para aquellos cualificados. «Fundamentalmente, consiste en la creación de una empresa que pueda poner a disposición de la sociedad una solución generada dentro de la propia academia», resume Ventura. «Soluciones que se puedan traducir en bienes y servicios», añade.

El perfil de estas EBT, sin características comunes entre unas y otras dada sus variopintas ramas de investigación, responde al fomento de la cultura emprendedora de la Universidad malacitana entre sus comunidades universitarias y de investigación científica. La conformación oficial como empresa de base de conocimiento es la consecución derivada de la actividad investigadora desarrollada en la UMA, y una vez se crea una nueva entidad jurídica, esta le cede los conocimientos y resultados obtenidos de las investigaciones en las materias enmarcadas con todos los derechos de explotación.

Los pasos para la conformación de una corporación de conocimiento están claramente marcados. Asegura el vicerrector en funciones de Innovación y Emprendimiento: «Siempre es una propuesta, una solicitud que formulan los investigadores que buscan la aprobación de una EBT». La petición que llega al buzón del Vicerrectorado recoge su objeto de trabajo, su conocimiento generado en la escuela y que se pretende aplicar, los miembros y profesores, los socios externos y un plan de negocio. «Entonces, empieza un procedimiento que está regulado atendiendo a la normativa universitaria», añade.

Es el momento del Consejo de Gobierno de todo el área universitaria, que goza de la potestad de aprobar o no la solicitud de creación de una nueva empresa de conocimiento. Tras el trasiego de informes de asesorías jurídicas, de valoración, documentación y demás burocracia, el Consejo Social debe refrendar la instancia anteriormente acordada, y, si se reafirma, se podría hablar de la participación de Universidad de Málaga en el accionariado de la EBT en cuestión, dependiendo de si estaba implícito en la propuesta enviada desde un principio o no. De todas formas, la academia no puede usufructuar su parte en el accionariado, «minoritaria», ya que no tienen ni poder de decisión ni beneficio económico.

Apoyo de la UMA

«En primer lugar, los apoyamos en todo el proceso de constitución. Desde la ayuda en la elaboración del plan de negocio que facilitamos, el informe de valoración de la tecnología, la constitución de la empresa, hasta las condiciones favorables de las que pueden gozar para ocupar los espacios de incubación que tiene la UMA y luego acceder a programas de mentorización y formación ad hoc», resume el vicerrector en funciones de Emprendimiento e Innovación. Además, Ventura expone que a estas compañías de base tecnológica se les permite el uso de la marca «made in» Universidad de Málaga, «que da prestigio y valor a las empresas».

En lo que a oportunidades para que los estudiantes realicen sus prácticas profesionales, o un empleo para investigadores, estas EBT son «especialmente colaboradoras con la Universidad», subraya Ventura. Conocen las posibilidades que se ofrecen y el estado del mercado, por eso es que también hacen encargos de trabajo a personal de la Universidad de Málaga, «como lo hace cualquier otra empresa de nuestro entorno».

Las propuestas para formar una EBT parten de grupos de investigación.

Las propuestas para formar una EBT parten de grupos de investigación. / L. O.

Todas las propuestas

«No hay ninguna intencionalidad en el tipo de empresa, las que se han llevado a la consideración del Consejo de Gobierno han sido las iniciativas que nos han llegado», indica Ventura.

Desde 2018, momento en el que la UMA decidió embarcarse en este proyecto, hasta ahora han pasado un total de 14 iniciativas por sus oficinas, de las cuales cuatro no llegaron a buen puerto, aunque sí fueron autorizadas.

«Los socios que presentaron la propuesta no acabaron finalmente constituyendo la empresa. Por diferentes motivos», razona. Siete han visto la luz y tres están en la rampa de salida. Stem 4 Reg Biotech, en 2018; FungLab y Corpus Level, en 2019 y Alosio, en 2020 son los proyectos empresarialesque no llegaron a constituirse.

Tuvo que llegar julio del año 2020 para ver la primera de todas las EBT malagueñas, con participación de la UMA en su capital a sugerencia explícita de la propia entidad: Decentralized Security S.L. Según el vicerrector en funciones, «fue importante para la comunidad universitaria, un ejemplo y una fórmula visible que animó a otros investigadores a recurrir a esta fórmula». Esta es una sociedad encargada del desarrollo de aplicaciones, servicios y soluciones de seguridad que funcionen sobre redes descentralizadas, impulsada por el grupo de la Escuela de Informática ‘NICS Lab’.

Link by UMA.

El apoyo de la UMA es fundamental para los emprendedores. / L. O.

Le siguieron otras en varias tandas: Digitomica S.L., confirmada en 2020 y participada en 2021, enfocada en el desarrollo y explotación de un servicio web que enseña programación en centros públicos de la comunidad andaluza; Imateck Nanotechnologies S.L., ratificada en 2022, que propone la utilización de un producto innovador fabricado con materiales no tóxicos para el análisis y la extracción de especies contaminantes y de interés industrial en aguas. En el mismo año, fructífero, se oficializaba Digital Educa Learning Services S.L. para el desarrollo de estrategias que impulsan el regreso de organizaciones con interés en la tecnología educativa, y Software for Critical Systems S.L., dedicada al diseño, desarrollo y mantenimiento de sistemas críticos.

Las empresas de base tecnológica constituidas sin participación de la UMA en su capital son: Bioherent S.L. o ALMA, aceptada en 2021, en pos del desarrollo y explotación de un biosensor fotónico que reducirá el tiempo y mejorará la fiabilidad de la diagnosis sobre la calidad del servicio sanitario. AGPhotonics S.L. o SUBLAMDA, la primera de 2023, orientada hacia la aplicación de tecnología fotónica integrada.

Y, por último, las que se encuentran en trámites de constitución con participación: Pinep Experience S.L., encargada de la creación de experiencias de viajes y el aprendizaje de calidad fuera de las aulas.

Las dos últimas, ratificadas ambas en octubre de 2023, son EDUVERSO S.L., una plataforma digital de enseñanza y ADSOL S.L., un proyecto empresarial que tiene el objetivo de explotar a nivel internacional un innovador desarrollo tecnológico en el campo de la desalinización.

Logo oficial de la EBT educativa, Eduverso.

Logo oficial de la EBT educativa, Eduverso. / L. O.

Eduverso, la más reciente EBT enfocada a la educación

Es la más reciente empresa de base tecnológica de la Universidad de Málaga, aprobada por su Consejo de Gobierno el 24 de octubre de 2023 a pesar de estar todavía en «fase de lanzamiento, ultimando la burocracia legal». Su proyecto empresarial, de acuerdo a como lo define su representante, Elena del Pilar Jiménez, es «una plataforma que aúna educación a través de las competencias ciudadanas que exige Europa, los ODS y la tecnología en su máxima expresión: Metaverso, IA, Big Data…».

Eduverso pretende formar a profesores y profesionales en competencias según Europa, asesorar a centros educativos y entidades gubernamentales y generar notas de prensa sobre educación para constatar una relación con los medios de comunicación. Según Del Pilar Jiménez, la intención es dar una visión general a través del grupo de investigación del que surge, sus líneas de investigación y funciones. Se enmarcan en la educación pero pivotan en torno a la informática, la psicología o la lingüística.

La idea de esta entidad forjada en el seno de la UMA nace de la famosa «transferencia de conocimiento», de la inercia de la investigación en el ámbito universitario y la escasa inversión privada. «Aunque en los últimos años ha mejorado significativamente», acota.

Se aprovecharon del impulso obtenido con el Premio Samsung de Innovación Tecnológica al proyecto EduLeo que Elena del Pilar diseñó hace unos años y, según adjunta, «se ha ido perfeccionando gracias a un estupendo equipo del que tengo el privilegio de ser responsable. La inversión privada viene de nuestros propios bolsillos, el respaldo de la UMA, por ahora».

Como toda EBT de la capital de la Costa del Sol que se precie, están comprometidos con la UMA a ofrecer puestos de trabajo o prácticas profesionales a los egresados y ya confirma que «el próximo año comenzaremos a formalizar dicha vía laboral».

Del Pilar califica como «positiva» la evolución de la Universidad en la necesidad de conectar con la sociedad, puesto que brinda oportunidades para quienes, como ella, «plantean inquietudes en este sentido». La Universidad contribuye económicamente con un 5% del capital de fundación de la empresa, así como gastos de gestión, cesión de espacios y de personal. Aunque dice que es «paradójico», puesto que «la prestan» a la EBT bajo una serie de condiciones establecidas, «se podría decir que la UMA es parte de la empresa», concluye.

Del Pilar reflexiona al respecto sobre el mundo de la enseñanza, «la profesión más importante de todas», y asegura que la importancia de la educación va más allá de las palabras.

Concluye afirmando que «la figura del profesorado no está respetada en este país. Para ser profesor de universidad, ni siquiera hay una carrera legalmente establecida, todas las personas aspirantes son recicladas de otra especialidad».