Medio ambiente

La Junta duplicará el Paraje del Guadalhorce y lo declarará Zona de Especial Protección para las Aves

El espacio protegido de la desembocadura pasará de abarcar 83 a 149 hectáreas, al incorporar los terrenos de titularidad pública ubicados en el monte Riberas del Guadalhorce

Pasará a formar parte de la Red Ecológica Europea Natura 2000, por lo que se deberán fijar criterios específicos para la conservación del hábitat

La desembocadura del Guadalhorce, esta semana.

La desembocadura del Guadalhorce, esta semana. / Álex Zea

Ana I. Montañez

Ana I. Montañez

La Junta ampliará la superficie del Paraje Natural del Guadalhorce, declarado como tal en 1989, año en el que la Administración regional creó el Inventario de Espacios Naturales Protegidos de Andalucía con el objetivo de garantizar la conservación y la riqueza de aquellos enclaves de "excepcionales valores naturales".

Más de tres décadas después, la Consejería de Sostenibilidad está trabajando en el decreto por el cual se aumentará el espacio incluido en el Paraje, pasando de las 83 hectáreas actuales hasta alcanzar las 149, al incorporar los terrenos de titularidad pública ubicados en el monte Riberas del Guadalhorce.

"El valor ambiental del territorio incluido en las zonas previstas de ampliación del espacio, viene marcado por comprender formaciones naturales, de acebuchal, lentistar y bosques de ribera, con un alto grado de naturalidad, que a su vez forma parte de la zona de refugio, campeo y alimentación de las especies de fauna relevantes que se encuentran en el ámbito del Plan", justifica la Junta en el Proyecto de Decreto por el que se aprueba el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales del ámbito de la Desembocadura del Guadalhorce consultado por este periódico.

Asimismo, la administración alude a una cuestión de "coherencia" en la integridad territorial así como la "continuidad ecológica" dentro del territorio que forma parte del Paraje Natural.

Por otro lado, este espacio al oeste de la capital, muy visitado por profesionales y amantes de la ornitología, será declarado como Zona de Especial Protección para las Aves, especialmente por la presencia de aves acuáticas, un reconocimiento que supondrá su inclusión en la Red Ecológica Europea Natura 2000, el listado de áreas de conservación creado por la Comisión Europea para la protección de la biodiversidad en suelo comunitario.

Desembocadura del Guadalhorce. Enero de 2024.

Un ciclista paseando por la desembocadura del Guadalhorce. / Álex Zea

Lagunas y aves acuáticas

Así, la desembocadura del Guadalhorce pasará a formar parte de las más de 600 zonas de España incluidas en la Red Natura 2000 por la importante presencia de aves y que representan casi un 30% del total del territorio nacional. Esto supondrá la obligación de fijar criterios específicos y prioridades de conservación en la desembocadura que, según se indica en el proyecto de decreto, primará la protección de las lagunas costeras y de las aves acuáticas.

"Las lagunas costeras desempeñan un importante papel en el control de las inundaciones, recarga de acuíferos, prevención de la intrusión marina, estabilización de costas, protección frente a tormentas, retención y exportación de sedimentos y nutrientes, mitigación del cambio climático, depuración del agua, reservorio de biodiversidad, entre otros", se indica en el documento.

En cuanto a las aves acuáticas, destaca la presencia de la malvasía cabeciblanca y la cerceta pardilla, ambas incluidas en el Catálogo Andaluz de Especies Amenazadas y declaradas en peligro de extinción. Además, el Paraje es una de las últimas zonas de nidificación para el chorlitejo patinegro en el litoral de la provincia de Málaga, una especie catalogada como "en peligro" en el Libro Rojo de las Aves de España 2021.

Desembocadura del Guadalhorce. Enero de 2024.

Otra imagen de la desembocadura. / Álex Zea

Además de estas especies, la desembocadura es hogar también de flamencos, cigüeñuelas, garcetas, gaviotas, también del martín pescador o el águila pescadora.

"Habrá que redactar y aprobar el correspondiente instrumento de planificación conforme a los requerimientos de la Red Ecológica Europea Natura 2000, cuya gestión tendrá en cuenta las exigencias ecológicas, económicas, sociales y culturales, así como las particularidades regionales y locales", recalca la Junta.

Un enclave antropizado

Pese a que la desembocadura del Guadalhorce es uno de los rincones de la capital malagueña para alejarse de las zonas urbanizadas y disfrutar de la naturaleza, lo cierto es que es un espacio muy antropizado, con un pasado muy marcado por la intervención humana, siendo las más relevantes las obras acometidas entre 1997 y 2003 para encauzar el río Guadalhorce, desde su confluencia con el río Campanillas hasta la desembocadura.

Desembocadura del Guadalhorce. Enero de 2024.

La desembocadura del Guadalhorce, este martes. / Álex Zea

Esta intervención se ejecutó en respuesta a las graves inundaciones del 89 que afectaron a urbanizaciones y polígonos industriales y que "supusieron una importante transformación en la morfología del espacio.

Según se explica en la documentación consultada por este periódico, "el encauzamiento alteró los antiguos brazos del río Guadalhorce y se construyó un brazo artificial en el lado este de la desembocadura (brazo este) con una mayor capacidad para desaguar en caso de avenida que el brazo originario y se profundizó el calado del brazo situado en el lado oeste (brazo oeste). Previamente, entre 1977 y 1982, se desarrolló una importante actividad extractiva de arenas y gravas como consecuencia del despegue turístico y la alta demanda de materia prima para la construcción.

"Tras la paralización de estos trabajos extractivos en 1982 y la declaración de esta zona como Paraje Natural en 1989 se llevaron a cabo varias actuaciones con el objetivo de revertir los impactos presentes en la zona por las actividades humanas".