Mirando atrás

Guillermo Jiménez Smerdou: 75 años de buen periodismo

El 15 de febrero de 1949, el malagueño Guillermo Jiménez Smerdou comenzó a trabajar de periodista en Radio Nacional. 75 años después y con 96 años, sigue escribiendo a diario, pues desde hace 12 años cuenta con una doble página semanal en La Opinión de Málaga

Guillermo Jiménez Smerdou, esta semana en su despacho, frente al ordenador en el que sigue escribiendo a diario.

Guillermo Jiménez Smerdou, esta semana en su despacho, frente al ordenador en el que sigue escribiendo a diario. / Álex Zea

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

Antes de despedir a La Opinión, tras la charla en su casa, ruega para el reportaje de este domingo ‘contención’ en los adjetivos relativos a su persona, así que sólo serán tres: Guillermo Jiménez Smerdou, de la generación de 1927, sigue siendo a sus 96 años un periodista humilde, brillante y ejemplar. 

De paso, es uno de los periodistas en activo más veteranos del mundo y muy probablemente nadie le supere en edad en España, pues este pasado jueves 15 de febrero hizo 75 años desde que se inició en un oficio que ejerce todavía a diario, algo que puede verse todas las semanas, desde hace 12 años, en la sección ‘Memorias de Málaga’ en La Opinión. 

Guillermo Jiménez Smerdou, esta semana en su casa con el premio Ondas de 1979.

Guillermo Jiménez Smerdou, esta semana en su casa con el premio Ondas de 1979. / Álex Zea

Como recuerda, tras estudiar en los maristas -donde coincidió con Félix Revello de Toro-, los jesuitas y los agustinos, «éramos diez hermanos, ¿cómo iban a darnos mis padres carrera a los diez?». 

Lo que al joven Guillermo le gustaban eran el cine -al que se aficionó por unos amigos y empezó a escribir críticas de películas por su cuenta- y la radio: «Cuando escuchaba la radio me decía que este era mi mundo», recuerda. 

Guillermo Jiménez Smerdou, en la sala de pruebas del Málaga Cinema en 1949, presentando una película americana para un Cine Club del que fue uno de sus fundadores.

Guillermo Jiménez Smerdou, en la sala de pruebas del Málaga Cinema en 1949, presentando una película americana para un Cine Club del que fue uno de sus fundadores. / Archivo Guillermo Jiménez Smerdou

Gracias a su padre, pudo conocer a Salvador Rueda Ballesteros, director de Radio Nacional de España en Málaga. «Le dije que si quería podía hacerle un programa de cine y por hacerle un favor a mi padre me dijo: Hazme un número cero. A los dos o tres días llamo y me dice: el martes se radia». Tenía 22 años. 

Guillermo evidenció su pasión por el cine con el novedoso programa ‘Cine invisible’, que junto con ‘Gong’ y ‘Acuarela’ eran los más escuchados en RNE de Málaga. Pero estos dos últimos se quedaron sin jefe de filas así que él, «con una osadía increíble», le propuso al entonces director, Sanz Cajigas, que podía hacerse cargo de uno de ellos. Pasó la prueba y ese programa -de humor- pasó a llamarse ‘Tobogán’. Si ‘Cine invisible’ estuvo 30 años en antena, ‘Tobogán’, que se hacía en directo y duraba dos horas, lo estaría dos décadas y eso que el director de la emisora no le echaba más de «un mes». «Yo era el sorprendido», confiesa.

Y como alguna vez ha contado en sus ‘Memorias de Málaga’, llegó a retransmitir para la radio películas, algo que tuvo un gran éxito y le granjeó la felicitación de la ONCE... y de los cines, porque la retransmisión aumentaba la recaudación. 

El periodista malagueño compaginó su trabajo en Radio Nacional, donde pasó a Informativos, con su trabajo como corresponsal para un gran número de diarios: Ideal, La Vanguardia, Ya, Pueblo, Diario Madrid... 

El estar en tantos frentes le hizo ser consciente de algo que quiso aplicar a los servicios informativos de RNE: «La radio tiene que adelantarse y dar primero la noticia y el periódico, desarrollarla», algo que entonces no todos sus superiores entendían. 

El locutor malagueño recibe en 1979 el Premio Ondas de manos del director general de la Cadena Ser, Eugenio Galdón.

El locutor malagueño recibe en 1979 el Premio Ondas de manos del director general de la Cadena Ser, Eugenio Galdón. / Archivo Guillermo Jiménez Smerdou

Guillermo Jiménez Smerdou, Premio Ondas 1979, ha hecho a lo largo de su carrera unas 7.000 críticas de cine y un número incontable de entrevistas y tiene muy a gala ‘no pasar una’ ante algo cada vez más común hoy: «Jamás he ido a una rueda de prensa sin preguntas. Si fuera así cojo y me voy y a los organizadores les digo que manden la nota de prensa y que el director del periódico haga lo que quiera, porque yo no soy el mandadero de nadie». 

Además, si algo ha caracterizado su trabajo ha sido el principio de que «hay que salir a la calle porque las noticias están en la calle». 

Por eso, sonríe cuando recuerda cómo, a comienzos de los 70, «los plenos de la Diputación los mandaban hechos a la radio y yo pregunté: ¿son públicos los plenos? Sí lo eran, así que me presenté allí y Paco de la Torre, que era entonces el presidente, se extrañó porque a los plenos no iba ningún periodista y los publiqué en la radio y en Ideal». 

El recuerdo de Severo Ochoa

Por su doble faceta como experto en cine y periodista de información, ha tenido la suerte de conocer a grandes personalidades de todos los campos. Cuando se le pregunta qué persona le ha marcado más no duda en dar un nombre: el Nobel español de Medicina Severo Ochoa

«Me enteré de que Severo Ochoa vino a Málaga y se hospedaba en el Parador de Turismo. Fui con Bienvenido Guirado el fotógrafo, llegamos, pregunté por él, que estaba tomando el sol tranquilo, me atendió y estuvimos casi una hora hablando. Que todo un premio Nobel atendiera así a un periodista de Málaga es algo que no podré olvidar». 

Y como destaca, «por la mañana entrevisté a Severo Ochoa y por la tarde a un vendedor de biznagas, porque tienes que hacer de todo y de esta manera aprendes, ganas en conocimiento».

Guillermo Jiménez Smerdou da a conocer los premiados del I Festival Español Cinematográfico de Málaga en 1953.

Guillermo Jiménez Smerdou da a conocer los premiados del I Festival Español Cinematográfico de Málaga en 1953. / Archivo Guillermo Jiménez Smerdou

También ha tenido la satisfacción de que ningún político al que entrevistó, «desde Blas Piñar a Antonio Romero» se quejó de él, «ni yo de ellos» y se ha llevado bien con todos, remarca.

Miembro de la Asociación de la Prensa de Málaga desde 1965, de la que llegó a ser vicepresidente, cuenta algo de lo que su familia se enteró muchos años después: tanto él como el desaparecido director de Sur y La Opinión de Málaga, Joaquín Marín, llegaron a avalar con sus respectivos pisos el préstamo bancario para conseguir la actual sede colegial de la calle Panaderos. 

Artículos y un libro en marcha

Camino de los 97, que cumple en julio, Guillermo Jiménez Smerdou escribe todos los días en su despacho, «aunque ya no tengo la misma agilidad con los dedos de antes», reconoce. Los artículos para La Opinión los compagina con la redacción de un libro que lleva muy avanzado sobre la historia de las bodegas Jiménez y Lamothe, las de su familia. 

Guillermo Jiménez Smerdou, con el alcalde, tras recibir la más alta distinción de Málaga.

Guillermo Jiménez Smerdou, en 2022 con el alcalde, tras recibir el nombramiento de Hijo Predilecto de Málaga y la Medalla de la Ciudad. / Alex Zea

Además, este Hijo Predilecto de Málaga y Medalla de la Ciudad desde 2022, en breve presentará para el Colegio de Abogados de Málaga una película para el ciclo ‘Cine y Derecho’.  

Y si bien una de sus consignas es que los periodistas no deben ser nunca protagonistas, hoy le toca el turno por llevar 75 años siendo un profesional brillante, humilde y ejemplar. Muchas felicidades.

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