Emblemas y blasones

Blasón de Andrés Salvatierra Natera

Andrés recibió una capilla enterramiento situada en la parroquia de los Mártires llamada de Santa Bárbara, (hoy Santa Gema), en la que destaca en su arco de acceso un hermoso escudo de Armas

Blasón de Andrés Salvatierra Natera.

Blasón de Andrés Salvatierra Natera. / ARCHIVO ANTONIO LARA

Antonio Lara Villodres

Antonio Lara Villodres

Málaga, por su singularidad geográfica, social y política, ha dado innumerables personajes a la historia local. Este que presentamos hoy podemos considerarlo uno de ellos.

Nos referimos a Andrés Salvatierra Natera y Prado, militar y torero de finales del siglo XVII e inicios del siguiente. Sí, decimos torero, no nos hemos equivocado. Pero... ¿de verdad fue torero? Sí, pero no al uso que hoy conocemos. Ustedes podrán juzgar por sí mismos al leer estas líneas.

Además, tengan en cuenta, que en nuestra ciudad, desde hacía muchos años, existió una gran afición a estas actividades taurinas, celebradas por los monarcas hispanos en fechas solemnes y festividades, en pequeños corrales y cerrados al efecto.

Exterior de la parroquia de los Mártires. | ÁLEX ZEA

Exterior de la parroquia de los Mártires. | ÁLEX ZEA / Antonio Lara Villodres

Y por recordar, lo hacemos con aquel buen gobernador llamado Fernando Carrillo y Manuel, gran benefactor de Málaga, quien durante su mandato entre los años 1672 a 1675, ordenó la construcción de una plaza de toros estable, situada junto al antiguo matadero y Convento de San Andrés del Perchel, de la que solo nos queda, como recuerdo la calle Plaza de Toros Viejas.

Pero siguiendo al personaje objeto de este artículo, hay que decir que Andrés Salvatierra Natera y Prado, caballero de la Orden de Calatrava, capitán de Caballos y Corazas, nació en Málaga el 20 de noviembre de 1678 y fue bautizado en la parroquia de los Santos Mártires de la capital el 5 del siguiente mes, en época del reinando del último de los Austria, Carlos II.

Era hijo de Juan Francisco Salvatierra Natera, hijodalgo de la localidad de Torrox y de Ana de Prado y Mallén de Luna, hija del regidor perpetuo don Bernardo de Prado y Ugarte.

Además, era nieto por línea paterna de Pedro Salvatierra Natera y Cortés e Isabel Salvatierra y Salazar. Por la materna, del mencionado regidor Bernardo de Prado y de María Mallén de Luna, ambos naturales de Antequera.

Desde su más tierna edad acompañó a sus salidas a sus hermanos Juan y Francisco Cayetano, que eran ya unos consolidados matadores de toros. Y es muy posible que al joven Andrés, le atrajese esa actividad que solo ejercían los nobles. Por lo que, con ayuda, inició su carrera tanto en el campo militar como en el arte de la tauromaquia.

La fama de los hermanos Salvatierra en el arte militar les abrió puertas importantes, sobre todo las de la Corte. En 1693 el conde de Baños don Pedro de Leiva y de la Cerda, llama a su hermano Francisco Cayetano para que actuase junto a otros individuos en la plaza Mayor de Madrid, por el restablecimiento de la salud del monarca.

Hombre habilidoso a caballo y diestro con la espada y lanza en aquel difícil arte, se granjeó en la plaza un sinfín de admiradoras, entre ellas a la propia reina Mariana de Neunburg, esposa del desdichado rey Carlos II. Aquella actuación fue de tal agrado de la Corte, que a Francisco Cayetano se le concedió la merced de Caballerizo de S.M, que dispuso por poco tiempo ya que falleció en 1698.

blasón de andrés salvatierra natera

blasón de andrés salvatierra natera / Antonio Lara Villodres

Torero por la Victoria

Un año más tarde, 1699 Andrés Salvatierra Natera es requerido para que participara en una corrida de toros a caballo para conmemorar el emplazamiento de la Virgen de la Victoria en un nuevo camarín, ejecutado por el maestro Felipe Unzurrunzaga y financiado por el patrón del convento e iglesia de la Victoria, el conde de Buenavista, Guerrero Chavarino.

De nuevo, poco tiempo después, 1701, el marqués de Leganés solicita a nuestro personaje que torease con otro caballero principal llamado Juan Ambrosio de Acuña, caballero de Calatrava, en la Plaza del Buen Retiro, en honor de la feliz entrada en Madrid del rey Felipe V.

Dos años más tarde, torea en Málaga, posiblemente en la recordada plaza de Toros Vieja a consecuencia, esta vez, de la onomástica del rey.

Y cuatro años después, 1707 el duque de Osuna le requirió para que torease en honor del nacimiento del príncipe Luis Fernando, hijo de Felipe V. Probablemente sobre estas fechas Andrés Salvatierra Natera tuvo una nueva actuación. Esta vez con ocasión de las fiestas que se celebraron en Madrid, en honor del malagueño Pedro de Salazar, al recibir éste el capelo cardenalicio.

En esta ocasión, su actuación a caballo frente al toro fue conjuntamente con su hermano Juan y su tío materno Andrés de Prado Mallén de Luna. Como podemos comprobar esta afición, estuvo muy arraigada en los Salvatierra de Málaga.

La Iglesia de los Mártires, recién rehabilitada en 2022. | CARLOS CRIADO

La Iglesia de los Mártires, recién rehabilitada en 2022. | CARLOS CRIADO / Antonio Lara Villodres

Guerra de Sucesión

Desatada la Guerra de Sucesión Española desde 1702 Andrés, formaba parte de las fuerzas leales al nieto del rey Sol Luis XVI y alcanzó pronto el grado de capitán en el Regimiento de Caballería de la Costa de la Mar Océana, con plaza en Cádiz, mandada por Gerónimo del Castillo, hijo del marqués de Villadarias, donde en todo momento dio muestras de su destreza y valentía en el mando de sus hombres, contra las fuerzas enemigas del archiduque Carlos, en los asedios al Peñón de Gibraltar.

Orden de Calatrava

Como colofón a su trayectoria militar y aporte a la actividad del arte del toreo, el 27 de diciembre de 1711 Andrés Salvatierra Natera fue presentado ante la orden de Calatrava por el marqués de Cabriñana, Diego de Argote para que le fuese concedido el hábito de la orden, en recompensa y agradecimiento, por los servicios prestados a la Corona:

«Don José de Atendieta, caballero de la Orden de Santiago, del Consejo de S.M. y su secretario en el Real de las Órdenes y Junta de la Caballería.

Certifico que el Rey nuestro Señor (Dios Guarde) por decreto de seis del corriente hace mío a don Andrés Salvatierra Natera y Prado en atención a sus servicios, del hábito de las órdenes militares. De que se dará el Despacho necesario por la secretaría. Volviendo a ella esta justificación.

Madrid, 30 de noviembre de 1711».

Capilla enterramiento

Por herencia materna, Andrés recibió una capilla enterramiento situada en la parroquia de los Mártires llamada de Santa Bárbara, (hoy Santa Gema), en la que destaca en su arco de acceso un hermoso escudo de Armas.

Aquel mismo año de 1711 se conoce que fue patrono de otra capilla llamada del Santísimo Sacramento de los Santos Mártires, llevada por el gremio de los Alfareros, en agradecimiento por las fuertes sumas de dinero que aportó para la rehabilitación de la misma así como la construcción de su retablo.

Y dado aquel generoso gesto, el obispo de Málaga Diego de Toro y Villalobos en unión de los hermanos mayores de la cofradía, decidieron ofrecerle al caballero de Calatrava Andrés Salvatierra Natera, ser patrón de la capilla hacia 1713.

Por otro lado, es particularmente curiosa la vida y actividades de este personaje, pues según la documentación consultada, en otro momento de su vida dedicó parte de su dinero y tiempo al sector inmobiliario, comprando solares y tierras ganadas al mar, para dedicarlas a obras de construcción, como así reza en el Real despacho expedido por Felipe V, en el cual se le concedía permiso:

«Real Despacho del S. D. Felipe V, en Madrid a 19 de mayo de 1731, por el que Su Majestad aprueba los autos y remate hechos por Andrés Natera y Prado, de los 1.280 varas de sitio y terrenos en la playa de San Andrés, extramuros de esta ciudad en precio de 25.600 reales de sus postura, cuyo importe era para el costo de la obra de la Fuente del Rey, conducción del agua y construcción del puente del río Guadalquivirejo, mandando Su Majestad a esta Ciudad procediese desde luego a otorgarle el correspondiente título de venta».

Aquella nueva actividad a la que se dedicó unos años, le reportó grandes beneficios que supo administrar y con los que obtuvo varias propiedades como el cortijo de las Beatas, cercano al convento de los Ángeles y huertas de Godino, por escritura ante el escribano Cea Bermúdez.

Igualmente adquirió unas tierras de labor: una haza cercana al convento de la Trinidad, llamada de Gamarra y otra propiedad, consistente en huertas bajas, conocidas como «de las tres cruces», colindantes a los muros del convento de los padres Carmelitas descalzos de Málaga.

De igual forma, compró una casa señorial en la plaza de Malaver, que había pertenecido a la Hermandad de la Santa Caridad, más otra que mandó construir con cochera, junto a la Puerta de Buenaventura.

Por último hay que reseñar otra particular actividad en la que estuvo involucrado nuestro personaje en Córdoba, que fue la de Rentas de Tabacos, de la que solo podemos aportar este simple dato.

Por otra parte se conoce que llevó una intensa vida de amoríos con diversas mujeres y que de uno de ellos tuvo a Francisco Cayetano Natera Salvatierra, el cual fue oficial agregado a la plaza de Málaga, pero lo cierto es que en su testamento, dejó también dicho que «había recogido y bautizado a dos hijos naturales que tuvo llamados Julián y Alonsa Josefa» a los cuales les dejó parte de su fortuna.

Cercano el final de su vida, ingresó en la Hermandad de la Santa Caridad y falleció el 31 de marzo de 1731 a los 53 años de edad, siendo enterrado en la bóveda de la capilla enterramiento de sus ascendientes en la parroquia de los Santos Mártires.

Descripción

Escudo partido 1. Cortado: 1º, de gules, tres estrellas de ocho puntas, dos y una de oro. Tajado, dos estrellas de igual metal, por Natera ?; 2º, de gules, dos corderos, de oro en pal, por Cea ?; bordura de azur con seis aspas de oro y seis cruces de Santiago alternadas de lo mismo, por Salvatierra?, 3º, de gules, un león rampante de oro, por Prado.

Acolada lleva la cruz de Calatrava. Al timbre yelmo terciado de caballero con plumón. Rodea al conjunto heráldico una exuberante decoración tipo vegetal en yeso y oro.

Nota: El blasón presenta una policromía inadecuada. Se entiende que los colores o esmaltes y metales originales desaparecieron con los años. Aunque no debemos olvidar, que tras la Guerra civil, esta iglesia parroquial quedó totalmente destruida y posteriormente ( por los años 40 del siglo XX), reconstruida.

Es muy posible, que en lo concerniente a los emblemas y escudos familiares de algunas capillas de los Mártires, y en concreto, la que nos ocupa, su rehabilitación fuera realizada por manos profanas a las leyes del Blasón, por lo cual su identificación plena es a mi entender difícil.

Localización

Iglesia parroquial de los Santos Mártires de Málaga, capilla de Santa Gema.