Grietas y problemas en Charles Dickens

En marzo de 2007, el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, entregaba a los inquilinos las llaves de 72 viviendas de protección oficial (VPO) en régimen de alquiler en la calle Charles Dickens 12-14 de la Colonia de Santa Inés. La promoción incluía 96 plazas de garaje , trasteros para cada vivienda y 11 locales comerciales. Casi 5,2 millones de euros costaron las obras entonces.

17 años después, los inquilinos reclaman al Ayuntamiento de Málaga obras de rehabilitación, ante la presencia de grietas, humedades, desprendimientos de cornisas y otros desperfectos.

«En todo este tiempo el Ayuntamiento mejoras estructurales no ha hecho ninguna», resume Antonio Ruiz, presidente de la comunidad de inquilinos, que muestra en un lateral de esta promoción, la calle Alonso de Higuera, cómo el terreno se ha hundido y dejado un importante hueco en la base de los edificios.

Como detalla, los vecinos han enviado numerosas peticiones al IMV para que arregle los bloques, habida cuenta de que al ser inquilinos, es el propietario el responsable de realizar las mejoras.

El presidente muestra también varias cornisas con el forjado al aire. «Tuvieron que intervenir los bomberos porque era una tarde de lluvia», cuenta, al tiempo que detalla que hubo que retirar elementos «para evitar desprendimientos» y avisa de que «cada vez que llueve se caen trozos».

Antonio Ruiz aprovecha para contar el caso de una vecina «a la que le da vergüenza traer invitados a casa porque todo está en un estado lamentable».

Y desde luego, no se encuentra en el mejor momento el piso de Carmen Jerez, vocal de la comunidad de inquilinos, que muestra el interior de su vivienda, donde la humedad ha provocado importantes desconchones en las paredes y por el patio comunitario asoma una gran raja en la pared. «Eso le da pánico a la gente», señala.

Para el presidente Antonio Ruiz hay un problema añadido y es la deuda general de los inquilinos sin el pago de alquileres al día y que asciende a unos 90.000 euros, una situación que, remarca, se deja sentir en la marcha diaria de la comunidad y en el estado general de la promoción: «Si ese dinero no llega a la comunidad, necesita ese dinero para contratar el servicio de limpieza, el conserje, comprar llaves, cerraduras, pomos, focos... y ese dinero no está», argumenta.

Por este motivo, pide al Consistorio que complete esa cantidad «de un fondo y que se lo ponga a la comunidad para que no falte; si la deuda la han perdonado que la suplan de otro lado» y recuerda que por esos problemas, pone de ejemplo, sólo tienen conserje dos días a la semana y sólo tres horas «y si arregla una cerradura ya se ha metido en las tres horas».

Grietas, suciedad, hierbas entre las losetas del patio, luces que no funcionan, puertas del garaje oxidadas... «es que en 17 años no se ha hecho nada», cuenta Ana, otra vecina. La única actuación de importancia, recuerda Antonio Ruiz, ha sido la limpieza municipal para retirar la calima de las paredes hace unos años.

A finales del mes pasado, informa el presidente, los vecinos pudieron trasladar estos problemas al gerente del IMV, José María López Cerezo, en una reunión.

Respuesta del Ayuntamiento

El concejal de Vivienda, Francisco Pomares, recordó que el Ayuntamiento limpió la calima de la fachada de esta promoción.

Además, subrayó que muchas de las actuaciones que piden los vecinos ya se encontraban planificadas y se van a llevar a cabo, entre ellas destacó que está previsto volver a pintar los «portales y zonas comunes» del interior de los bloques y también está planificada «la revisión del tejado y de las cornisas». Por otra parte anunció que aunque no está proyectado, «en cuanto podamos también se pintará el patio» de la promoción.

Con respecto al déficit de la comunidad, el concejal Francisco Pomares subrayó que no es algo que afecte a los inquilinos: «Existen morosos pero damos los mismos servicios, es algo que no influye para nada», remarcó.

El concejal de Vivienda también indicó que, en líneas generales y pese a sus 17 años, no es una promoción de viviendas que tenga «mucho desgaste» en comparación con otras «que tienen mal uso».

Con respecto a las grietas, indicó que algunas pueden venir de la propia pintura o de movimientos del edificio que entran dentro de lo normal. No obstante, Francisco Pomares anunció que se trata de un problema que «lo miraremos y haremos un informe», subrayó.

Suscríbete para seguir leyendo