La dura derrota en Vallecas sirvió de notificación para confirmar algo que se lleva repitiendo durante semanas en el entorno malaguista: Este equipo está todavía por cerrarse. Pues ya llegó el día 5 de octubre que tanto se esperaba. Será a lo largo de las próximas horas cuando el Málaga apure todas las opciones posibles para completar la plantilla, y en esa misión aparecen dos nombres sobre la mesa. El extremo izquierdo Joaquín Muñoz, malagueño ansioso por venir al equipo de su tierra, y Cristo González, actualmente en el Udinese de la Serie A y que también desea vestir de blanquiazul. Dos piezas de ataque de distinto perfil que interesan a Manolo Gaspar. La pregunta es si tendrá que ser uno u otro o incluso podrán llegar los dos. La última palabra la tiene LaLiga.

La patronal del fútbol debe decidir si acepta que la entidad de Martiricos. El permiso de tener un máximo de 18 fichas profesionales podría flexibilizarse por el buen trabajo de la administración judicial y la dirección deportiva del Málaga, un tándem que ha conseguido equilibrar las cuentas y cerrar un histórico ERE por el bien económico del club. Lo que sí es seguro, salvo sorpresa de última hora, es que habrá, al menos, un último fichaje en la recta final de mercado. ¿Joaquín o Cristo?

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as situaciones son distintas en ambas negociaciones. La condición de extremo izquierdo del malagueño Joaquín Muñoz concuerda con lo que Pellicer necesita: «Buscaríamos jugadores en ataque, alguien que pueda jugar tanto por fuera como por dentro, que pudiera jugar ahí sería la mejor opción», decía en rueda de prensa previa al partido de Vallecas.

Joaquín conoce la casa, ya que estuvo en las filas del Puerto Malagueño. Con el Mirandés disputó 15 partidos de liga en Segunda el año pasado y marchó al Huesca, con el que ascendió a Primera. En la máxima categoría no cuenta con demasiadas oportunidades y el club aragonés le busca una salida vía cesión. Él quiere venir y el Málaga no tendría complicada su incorporación, pero Gaspar ha preferido apurar hasta el último día para agotar todas las opciones también con Cristo González.

La operación más complicada es la del jugador del Udinese. Cristo ve con buenos ojos jugar en el Málaga, pero el dueño del club italiano se muestra reticente en las condiciones de la operación. El Málaga solo puede garantizarle los 80.000 euros de sueldo mínimo y que lo demás corra a cargo del Udinese. El delantero tinerfeño quiere jugar en Málaga, pero el dueño del club, Gino Pozzo, no valora dejarlo salir compartiendo el pago de su ficha. Cristo ya ha rechazado ofertas de Oviedo y Mirandés para venir a La Rosaleda, pero el escollo de Pozzo puede ser definitivo para que se frustre su llegada. La inclusión de una opción de compra obligatoria en caso de ascenso a Primera del Málaga CF tampoco convence a Manolo Gaspar.

De Joaquín interesa su versatilidad desde su posición de extremo para jugar también por dentro. Trataría de competirle el puesto a Rahmani. Cristo también sería un gran refuerzo por su capacidad para jugar de segundo punta, por detrás del delantero, o incluso escorado a una de las bandas. En el Madrid Castilla hizo 21 dianas hace dos temporadas. Un jugador para mejorar la faceta goleadora, asignatura pendiente en Málaga.

Joaquín es más factible que se vista de blanquiazul, tal y como está la situación, aunque nunca se puede descartar otro nombre inesperado de última hora. Pasó en el cierre de mercado del verano pasado, salvando las distancias. El fútbol es retorcido y el poco margen de actuación del Málaga puede devenir en sorpresa.

Una vez se han cerrado 14 incorporaciones, sin contar el 'se queda' de Luis Muñoz, son horas clave para conocer quién será la guinda. Una renovación total que lleva la firma de Manolo Gaspar y su equipo y el aval de la gestión de José María Muñoz. A partir de mañana, comienza una nueva era en Martiricos.