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Andorra 1-0 Málaga CF: Frenazo en seco a la ilusión

El conjunto blanquiazul cayó por la mínima, con gol de Bundu a 20 minutos del final, en su visita al Principado y pierde una oportunidad de lujo para reducir diferencias con los puestos de permanencia

Manuel García

Manuel García

El Málaga CF desperdicia una ocasión de lujo para meter presión en la lucha por la permanencia. La derrota del Racing daba a los de Pellicer la oportunidad de quedarse a cinco puntos de los puestos de salvación, pero no fueron capaces ni siquiera de puntuar en su visita a Andorra. Un gol de Bundu a falta de 20 minutos para el final decidió un choque en el que el estilo de los de Eder Sarabia se impuso ante un equipo que ofreció bastante menos de lo requerido en las circunstancias en las que se encuentra.

El guion de los primeros minutos del partido fue el esperado. Dominio absoluto del balón del conjunto andorrano, con un Málaga bien plantado. Las posesiones del equipo de Eder Sarabia eran eternas, llegaba incluso a desesperar, pero los de Sergio Pellicer estaban muy mentalizados de que era un encuentro de mucho sacrificio y esfuerzo defensivo.

Los blanquiazules estaban muy bien en defensa, conseguían interceptar una y otra vez las combinaciones locales, pero con la pelota en los pies le estaba costando un mundo. La presión de los andorranos le hacía perder una y otra vez el esférico y había poco tiempo para respirar entre esfuerzos defensivos.

Los de Pellicer se fueron soltando con el avance del partido y las ocasiones llegaron en el tramo final del primer acto. El control del Andorra no se tradujo en oportunidades de gol, y fue el Málaga el que estuvo cerca de poder irse en ventaja al intermedio. Lago Junior, a la salida de un córner, pudo controlar dentro del área, pero su posterior remate fue defectuoso. Y justo antes del descanso, en una presión alta, Ramón robó el esférico y, algo escorado, chutó al lateral de la red. Le faltó un poco de paciencia para elegir mejor al canterano blanquiazul.

Bundu decide desde el banquillo

Pellicer cambió el once y el sistema tras el paso por vestuarios. Dio entrada a Rubén Castro y Escassi por Luis Muñoz y Juande y pasó a jugar con cuatro zagueros atrás. Había que arriesgar. De nuevo en un saque de esquina estuvo a punto de marcar el Málaga. El balón botó en el área y llegó a Chavarría en el segundo palo, que la empaló y la mandó por encima del larguero por poco. 

Respondió el Andorra. Tuvo que intervenir por primera vez Rubén Yáñez para repeler un tiro lejano con mucho peligro. Realizó una segunda parada todavía mejor, pero la jugada estaba anulada por fuera de juego de Bakis.

La sensación de peligro que ofrecían los blanquiazules en este segundo tiempo era mucho mayor. Cuando conseguía romper líneas, llegaba con mucho peligro al área de Ratti. El partido estaba totalmente abierto a falta de media hora para su conclusión. Movía ahora el árbol Eder Sarabia, introducía a Bundu por Albanis.

Y ese movimiento fue clave en el devenir del partido. Gran jugada coral del Andorra, que llega a los pies de Bundu, que recortó dentro del área y la cruzó para ponerla fuera del alcance de Rubén Yáñez. Se adelantaba el equipo pirenaico a 20 minutos del final.

A partir de ahí, el partido se le hizo muy cuesta arriba al Málaga. El Andorra nunca renuncia a su estilo y fue capaz de aburrir y cansar al conjunto blanquiazul con pases y pases. Ya costaba llegar a la presión y cada vez se le hacía más complicado a los de Pellicer recuperar al esférico para disponer de alguna ocasión con la que rescatar un punto. Desde el tanto local, no volvieron a disponer de una oportunidad para firmar la igualada.

La derrota en el Principado supone un duro golpe para los blanquiazules, que se mantendrán a ocho puntos de la salvación con ocho jornadas por disputar. Tras este tropiezo, se antoja imprescindible ganar el Viernes Santo en Villarreal para volver a recortar distancias y seguir creyendo.