­Los agentes de la Policía Local de Marbella Juan Antonio Ruiz y Juan Carlos Morillo no olvidarán nunca la jornada navideña del lunes, 26 de diciembre de 2016, fecha en la que el destino les asignó el papel de asistentes en la llegada al mundo de una nueva vida.

Los policías llevaban cuatro horas de patrulla por la ciudad cuando se encontraron a las diez y media de la mañana en la calle Jorge Manrique con una estampa muy poco habitual: un grupo de personas alrededor de un coche en cuyo interior, en el asiento del copiloto, una mujer de 30 años, natural de Marruecos, que estaba acompañada de su marido, trataba de dar a luz a un niño.

«La mujer se había puesto de parto e iban para el hospital pero no les dio tiempo ni a arrancar el coche», relató a este periódico Juan Antonio Ruiz, de 60 años.

Mientras su compañero Juan Carlos Morillo, de 38 años, se quedaba fuera para que ningún curioso se acercara, Ruiz se puso manos a la obra para ayudar al padre, César Dauod, de 28 años y natural de Siria, a asistir a su mujer, Kaoutar Hiddi, en el parto.

«Cuando llegamos, la cabeza del niño estaba ya fuera. Ella estaba en el asiento, echada hacia atrás. Era un lugar muy reducido pero por fortuna todo ha sido muy rápido. En tres o cuatro minutos el parto había concluido. No ha habido problemas», comentó el veterano policía, que confesó no haberse puesto demasiado nervioso durante tan delicados momentos.

«Hemos dado varios cursos de primeros auxilios, aunque suelen ser de aspectos muy elementales. Tampoco al padre lo vi muy alterado, aunque lógicamente tenía algo de nervios. En realidad, en esos momentos no te da mucho tiempo a pensar, sólo en ayudar todo lo que se pueda a la madre para traer una vida al mundo. La única preocupación es la de no cometer ningún error», comentó Ruiz, perteneciente junto a su compañero al Grupo Operativo de Prevención e Intervención I de San Pedro Alcántara.

La ambulancia del 061 llegó al lugar un par de minutos después de terminado el parto y fueron los servicios sanitarios los encargados de cortar el cordón umbilical y de trasladar al bebé con ayuda de los policías al interior de la ambulancia para provocarle el llanto y darle los primeros cuidados.

Tras comprobar los sanitarios que ambas se encontraban en perfecto estado, madre e hijo fueron trasladados al Hospital Costa del Sol en ambulancia para continuar con los cuidados posteriores al alumbramiento. Los padres del niño tienen su domicilio en la zona de Nueva Andalucía, según detalló el Ayuntamiento de Marbella.

«No nos ha dado tiempo»

Este periódico pudo contactar por la tarde con César Daoud, que confirmó que tanto la madre como el niño están bien. El pequeño, al que pondrán por nombre Nabil, ha pesado 3,7 kilos. «Cuando ella se ha puesto de parto no nos ha dado tiempo a hacer nada, sólo de llegar desde el portal hasta el coche. Tuve que echar el asiento del copiloto hacia atrás, ponerle una manta y asistir a mi mujer mientras por teléfono recibía indicaciones de los servicios médicos. Cuando nació el niño fui a buscar una tijera pero en seguida llegó la ambulancia y ya ellos se encargaron de todo. Lo hemos pasado un poco mal, pero ya estamos más tranquilos», explicó Dauod, que reside desde hace 14 años en Marbella, desde el hospital .

La pareja tiene otra niña, Rinad, que acaba de cumplir dos años y que curiosamente también nació en fechas prácticamente navideñas, concretamente el 22 de diciembre.