La Junta de Andalucía es consciente de que todo el sector turístico está pendiente de la resolución del conflicto planteado por la dirección del hotel Don Carlos, que hace un mes anunció un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) ya que, según la empresa, la pandemia del coronavirus ha demostrado que el establecimiento no es viable tal y como se viene gestionando hasta ahora.

La noticia supuso un mazazo para la plantilla del hotel Don Carlos compuesta por 94 trabajadores fijos, que ven peligrar sus puestos de trabajo y su futuro.

La empresa insiste en que el hotel, uno de los iconos del lujo en la Costa del Sol -obra de los arquitectos José María Santos Rein y Alberto López Palanco- y que acaba de cumplir 50 años, ya no es viable abierto los 365 días del año.

Por eso, planteó un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) extintivo a los 94 trabajadores fijos de la plantilla con la idea de hacer un hotel de temporada ante las enormes pérdidas que tiene la empresa en temporada baja.

Ahora, tras casi un mes de negociaciones con los sindicatos, la empresa propone un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) y garantizar los puestos de trabajo del hotel durante nueve meses al año y deja abierta la posibilidad de salidas voluntarias o de comprar a los trabajadores fijos el 35% de sus contratos por una cantidad de 24 días por año trabajado -con una anualidad como máximo- a cambio de que a partir de entonces sólo trabajen nueve meses al año, los meses en que estaría abierto el hotel, según explica José Antonio López, del sindicato UGT.

Esta sería la única opción asumible por la empresa. Consciente de la trascendencia del acuerdo para el resto del sector, ante el azote de la pandemia de coronavirus, la consejera de Empleo, Rocío Blanco, reunió ayer por la tarde de manera amistosa -ya que legalmente ya no puede intermediar- a la empresa y a los sindicatos que forman parte del comité de empresa, en la Delegación del Gobierno andaluz de la capital malagueña.

Tras conocer los números rojos del Grupo Selenta -ninguno de cuyos hoteles ha abierto sus puertas desde la finalización del estado de alarma como consecuencia de la pandemia y de la decisión del gobierno británico de imponer una cuarentena a quienes procedan de España- la consejera recomendó que sean los propios trabajadores, más allá del comité de empresa, quienes decidan uno por uno si aceptan la oferta de la compañía para transformar el hotel de lujo en un hotel de temporada, conservando el mayor número de los puestos de trabajo, o se arriesgan a que mañana miércoles llegue la dirección de la empresa con un Expediente de Regulación de Empleo que pueda dar al traste con las aspiraciones de toda la plantilla.