El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Marbella permitirá que la plaza de toros vuelva a albergar, a partir del próximo año, festejos taurinos, prohibidos en el municipio desde 2015 por el gobierno de coalición integrado por PSOE, IU y OSP.

La alcaldesa, Ángeles Muñoz, anunció ayer que el equipo de gobierno elaborará un pliego «amplio» para decidir qué actividades acogerá la plaza y aseguró que «estudiaremos todas las ofertas y propuestas» que reciba el Ayuntamiento, entre ellas, agregó, los festejos taurinos, a los que se refirió como «un evento cultural».

«La idea que tenemos es la de no descartar nada. Dejaremos abierto -el uso del recinto- no sólo para que sea una plaza de toros en la que se puedan celebrar eventos taurinos, sino que sea una plaza de toros para una oferta cultural de primer nivel. Se estudiarán todas y cada una de las ofertas», explicó la regidora.

Durante una visita al estado de las obras en octubre de 2019, la alcaldesa defendió hacer «una reflexión» sobre cuál sería el uso que el Ayuntamiento debería dar al coso.

Por su parte, el portavoz municipal, Félix Romero, preguntado al respecto, aseguró que la intención del equipo de gobierno era «testar lo que la ciudadanía entiende que debe ser la utilización» de la plaza.

El gobierno local licitó el pasado año unas obras con las que remodelar la plaza de toros, cuya superficie es de 4.700 metros cuadrados, «para la celebración de espectáculos taurinos y otro tipo de eventos», según recogía el proyecto.

Las actuaciones, que han contado con un presupuesto de unos 800.000 euros y un plazo de ejecución de siete meses, han servido para aportar una capa de albero «que haga practicable el ruedo acorde a una celebración taurina» y la mejora de los tableros que «componen la barrera; con ello, se garantiza la seguridad durante la celebración de eventos taurinos».

Otras mejoras que se han ejecutado han sido el acondicionamiento de la cornisa del inmueble, que entrañaba riesgo para los peatones, la renovación de las tejas en mal estado y la iluminación, el repintado de los interiores y exteriores del edificio, la instalación de equipos electrógenos o la mejora de los lavabos y su adaptación a los usuarios con movilidad reducida.

«Es un edificio que tiene sus años y que había que reformar y mantener porque es parte de la imagen de Marbella», según el concejal de Obras, Diego López.

En enero de 2019, tras el anuncio de la remodelación de la plaza de toros, unas 450 personas se manifestaron en las calles del municipio en contra de la vuelta de los festejos taurinos y vecinos extranjeros afincados en la Costa del Sol recogieron a través de internet unas 85.000 firmas en contra de las corridas de toros.