Homenaje

La segunda derrota del médico militar Vigil de Quiñones

Nacido en una vivienda en la calle Nueva, en pleno centro de Marbella, Rogelio Vigil de Quiñones inventó una vacuna contra una enfermedad tropical que posibilitó prolongar unos días la defensa de la colonia española de Filipinas, a finales del siglo XIX

Apenas reconocido en su ciudad natal, está enterrado en el Panteón de los héroes de las campañas de Cuba y Filipinas, en el cementerio madrileño de La Almudena

La Corporación municipal rechaza pedir a la Junta de Andalucía que restituya el nombre del ilustre vecino de Marbella, uno de los últimos de Filipinas, al Hospital Militar de Sevilla

Vivienda en la que nació Vigil de Quiñones, con una placa que recuerda al médico y militar.

Vivienda en la que nació Vigil de Quiñones, con una placa que recuerda al médico y militar. / L. O.

Fue uno de los últimos militares que resistieron, a finales del siglo XIX, en la capilla del pueblo filipino de Baler, entonces uno de los últimos reductos de un imperio español en el que, en su momento de mayor esplendor, no se ponía el sol.

Durante el asedio ante los insurrectos filipinos, salvó la vida a los soldados españoles con una vacuna que él mismo había descubierto contra la enfermedad tropical del BeriBeri y que, hasta entonces, había causado millones de fallecidos.

Debido a la heroicidad que mostraron aquellos últimos españoles en Filipinas, las autoridades nacionales, conquistado ya el país, les facilitaron la rendición y el regreso a España.

Médico en tres continentes -además de ejercer en Asia, hizo lo propio en Europa y en Marruecos y Melilla-, Rogelio Vigil de Quiñones sufre, 125 años después de Baler, su segunda gran derrota, en esta ocasión en su Marbella natal.

La Corporación municipal ha rechazado una propuesta para pedir al Ayuntamiento que solicite a la Junta de Andalucía que restituya el nombre de Rogelio Vigil de Quiñones al Hospital Militar de Sevilla, denominación que se remontaba a 1980 para rendir homenaje al médico marbellí por sus años de servicio tras su gesta en Filipinas.

El Gobierno andaluz sustituyó el nombre del equipamiento sanitario por el del coronel Muñoz Cariñanos, asesinado por ETA, tras un referéndum entre los trabajadores del Servicio Andaluz de Sevilla que ha generado polémica entre los sanitarios y la familia del médico marbellí.

«Que la Junta haya retirado el nombre de alguien de quien los marbelleros se pueden sentir especialmente orgullosos es una obscenidad para la ciudad», señala el concejal del PSOE e historiador José Bernal, que presentó una moción a la que se opusieron el PP y Vox.

«Vigil de Quiñones ha tenido mala suerte en lo que se refiere a los reconocimientos a sus proezas», agrega.

El médico militar cuenta en Marbella con un busto ubicado en un parque forestal con su nombre y una placa en la vivienda en la que nació, ambas impulsadas por su familia; y una calle.

Una placa en un parque

El concejal del PP Enrique Rodríguez asegura que su formación rechaza la propuesta porque «tiene una parte política y partidista» y porque una sesión plenaria municipal no es «el espacio político» para abordar, en su opinión, la propuesta.

«Siempre seguiremos trabajando por honrar la figura y la memoria de Vigil de Quiñones», señala el concejal.

Vox propone que el Ayuntamiento instale una placa con una leyenda en una capilla situada en el parque forestal Vigil de Quiñones.

Los restos de Rogelio Vigil de Quiñones fueron exhumados en Cádiz, donde falleció en 1934, y trasladados a Madrid para ser enterrados en el cementerio de La Almudena.

Un cortejo militar en carroza y distinguido con honores le llevó desde la estación de Atocha hasta el Panteón de los héroes de las campañas de Cuba y Filipinas del camposanto madrileño, en el que Vigil de Quiñones aguarda eternamente a que la ciudad que le vio nacer reconozca sus hazañas y el servicio que prestó al país.