La mayoría de ayuntamientos de la Costa del Sol han recibido con la misma incertidumbre que los cerca de 60.000 residentes británicos de la Costa del Sol la noticia del primer paso para que el Reino Unido abandone la Unión Europea. Se teme la posible salida masiva de ciudadanos, «incrementado la misma tendencia que dictan los números de estos últimos años», pero no sólo a raíz del brexit, sino que también es un obstáculo añadido «la falta de seguridad jurídica que presentan las viviendas irregulares que muchos han adquirido en el campo».

Lo remarcan hasta alcaldes de origen foráneo, como es el caso del belga Mario Blancke (C’s), que antes de ser regidor de la localidad axárquica de Alcaucín fue durante una década el portavoz del colectivo Save Our Homes in Axarquía (Soha). Pero también lo expresa el presidente de esta asociación, el británico Philip Smalley, que por cierto votó a favor del brexit en la consulta ciudadana del pasado año.

«Yo les digo a mis compatriotas que no va a pasar nada. Pero reconozco que hay bastante preocupación respecto al brexit y lo que va a pasar con nuestros derechos en materia sanitaria. Además, la libra se ha depreciado en el mercado internacional. Es una realidad», agregó. Blancke recuerda que la inseguridad jurídica es un «lastre añadido» a la toda esa incertidumbre que existe.

Los municipios han impulsado o están a punto de impulsar campañas informativas para retener a los británicos en suelo malagueño, con el miedo en el cuerpo ante un posible éxodo de residentes que pueda incluso recortar el número de ediles en algunos consistorios o las ayudas estatales por número de habitantes.

En este sentido parece que Mijas, donde se concentran al menos 12.000 británicos en el padrón municipal, ha tomado ventaja. Los máximos dirigentes locales en materia de empadronamiento y gestión del Área de Extranjeros barajan ya dos centenares de altas desde que comenzó el año. Sin embargo, como coordinadora del Departamento de Extranjeros, Ana Skou, indica que ha habido mucho más flujo de residentes en términos de «recibir información» que de gestionar sus altas como nuevos empadronados en el municipio.

Alega que la salida de la Unión Europea está en marcha pero todavía debe superar unos plazos amplios, por lo que hay bastante tiempo tanto para dar a conocer los detalles que acarreará el nuevo marco, como para gestionar ese aspecto por el que también se solicita información: los requisitos de los residentes británicos que ya aspiran a nacionalizarse como españoles. En este último caso, los afectados podrían retener la condición de ciudadanos de la UE.