Sociedad

Un negocio familiar unido por el amor al arte cofrade

La empresa antequerana ‘Artekira’ cuenta con una extensa trayectoria en realización de trabajos de carpintería. Guiados por su amor por la Semana Santa y el arte cofrade, en 2020 decidieron crear la marca Artekira, dentro de Comercial del Bricolaje, a fin de enfocar un área expresamente para los proyectos de arte religioso. La calidad de sus servicios los ha llevado a lograr un gran reconocimiento, también internacional

José Portillo, jefe de taller de Artekira.

José Portillo, jefe de taller de Artekira. / L. O.

Amanda Pinto

Hace 30 años nacía en Antequera una pequeña tienda de bricolaje que pronto se haría con el cariño de los vecinos que frecuentaban el establecimiento en búsqueda de trabajos y enseres de carpintería. Con el paso del tiempo, el negocio fue creciendo hasta lo que hoy día se conoce como ‘Artekira’, un negocio familiar de bricolaje que se centra en trabajos de arte religioso.

Francisco González, gerente y fundador de la empresa. | L.O

Francisco González, gerente y fundador de la empresa. / L. O.

Y es que, pese a que su trabajo muchas veces pasa desapercibido, tiene un valor incalculable. Así lo explica Cristina González, que recuerda su infancia entre madera, pinceles y travesuras por el taller de su familia.

«Prácticamente me crié en el taller y esto me ha gustado de siempre. Este trabajo supone para mí un crecimiento personal», relata la joven esbozando una sonrisa.

La constante investigación, innovación y constancia para ofrecer el mejor producto han hecho de Artekira un referente en lo que al arte cofrade se refiere. Sin ir más lejos, la empresa ha incentivado una novedosa técnica basada en la elaboración de placas de carey, siendo los únicos a nivel andaluz que la practican. Método que han utilizado para la elaboración de la cruz que lucirá este Lunes Santo el Nazareno de la Sangre de la Cofradía de los Estudiantes. «Para nosotros significa mucho ya que mi padre fue presidente de esa cofradía y yo prácticamente me he criado en ella», comenta Cristina añadiendo que «al ser una cruz que va a aportar a la imagen a la que tenemos tantísima devoción, eso te marca y te hace muchísima ilusión. Estoy deseando que llegue el Lunes Santo para verlo».

Al inicio de la Semana Santa, la joven cuenta desde su taller que tienen muchísimos pedidos, lo que es bueno, ya que es sinónimo de la confianza que la gente deposita en ellos. «Ahora estamos hasta arriba. Suelen traer ornamentos o partes de algún trono para reparar», explica.

Cristina González realizando uno de sus encargos. |  L.O.

Cristina González realizando uno de sus encargos. / L. O.

Pedidos en gran parte del país

Sin embargo, el trabajo de Artekira no se limita únicamente a la Ciudad de los Dólmenes. El taller recibe pedidos de diferentes puntos de la periferia nacional, incluso llegando a cruzar el charco para algunos encargos. «Hemos hecho algunos trabajos para Los Ángeles e Italia». Este eco internacional les llevó hasta Netflix. La plataforma de streaming estadounidense contrató el servicio de la artesanía para realizar un ‘atrezo’. «Nos llamaron y nos dijeron que querían un artículo. Aunque fue una cosa puntual, nos hizo muchísima ilusión».

Sobre el futuro de la profesión, Cristina explica que, con el auge de las redes sociales, cada vez es más fácil llegar a la gente, lo que ayuda paralelamente al desarrollo del gremio. «Si no llega a ser por internet y las redes sociales muchas de las ventas y de la gente que nos conoce no nos conocería», expone la joven.

Ahora toca pensar en Semana Santa. En los próximos días, Artekira podrá lucir en los diferentes pasos y procesiones muchas de sus obras, poniendo en valor y haciendo partícipes a los demás del arduo trabajo de este tipo de talleres, que contribuyen a hacer de la Semana Santa algo único y especial.