Pizarra se echa a la calle en repulsa por el asesinato machista de Gracia

El municipio de Pizarra se echó ayer tarde a la calle para mostrar su repulsa unánime por el asesinato machista de Gracia, la mujer de 48 años abatida de un tiro por su exmarido, del que llevaba separada diez años y del que había iniciado los trámites de divorcio.

El asesino viajó en moto desde Málaga hasta Pizarra y esperó en la calle a que su exmujer volviera a casa de un cumpleaños para pegarle un tiro, en presencia de su hija de 16 años, -la pareja tiene otro hijo de 23 años- y posteriormente quitarse la vida con el mismo arma de fuego, la madrugada del pasado domingo.

La noticia corrió como la pólvora y desde entonces dejó en shock al municipio de Pizarra y al de Álora, de donde era Gracia. Los vecinos de Pizarra le rindieron ayer tarde un homenaje en el que varias mujeres leyeron un manifiesto contra la violencia machista, una violinista interpretó varias piezas musicales, se colocó su flor en el árbol de las ausencias, y los presentes corearon la frase ‘Ni una más’ antes de guardar un minuto de silencio en una concentración a la que asistieron los alcaldes de Pizarra y Álora, junto a representantes de la Junta de Andalucía.

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Por la mañana, el Ayuntamiento pizarreño celebró un pleno extraordinario en el que todos los grupos políticos expresaron su repulsa por este tipo de asesinatos.

«El pueblo de Pizarra está totalmente hundido, totalmente triste», dijo el regidor, Félix Lozano: «La única forma que tenemos para salir adelante, es haciendo esta unión tanto de los tres grupos políticos que conformamos esta corporación municipal, como del pueblo de Pizarra».

Durante el pleno la primera teniente alcalde y concejala de Igualdad, María Dolores Vergara, leyó un manifiesto institucional de repulsa contra la violencia machista en Pizarra, en el que denunció el asesinato de mujeres como la peor consecuencia de «la desigualdad estructural, la discriminación y la opresión basada en el género como mecanismo social que utiliza el patriarcado».

Vergara incidió en que este asesinato no es un hecho aislado y denunció que «vivimos en una sociedad profundamente desigual, cuya estructura social fomenta todo tipo de discriminaciones y violencia contra las mujeres, violencia física, económica, psicológica, sexual, simbólica y violencia vicaria».

«El papel de las instituciones es importante en la búsqueda de una sociedad igualitaria y justa, que necesita de medidas estructurales para ser subvertidas; políticas públicas que transformen este mundo, hasta convertirlo en un lugar donde de ser mujer no constituya un peligro de muerte».

Tras el pleno, tuvo lugar un minuto de silencio, como también se guardó en distintos puntos de la provincia, entre otros, a las puertas de la Diputación de Málaga, en la capital.

El Ayuntamiento decretó tres días de luto oficial, y se cancelaron todas las actividades de carácter municipal. Las banderas, además, ondean a media asta.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, trasladó ayer su pésame a la familia y aseguró que el Gobierno no dará «ni un paso atrás» en esta materia. En un mensaje en redes sociales, Sánchez envió su cariño a la familia y amigos de la mujer asesinada en Pizarra. Con la confirmación de este caso, el número de menores de edad huérfanos por violencia de género asciende a siete en 2024 y a 439 desde 2013.

«No daremos ni un paso atrás hasta acabar con esa violencia estructural que destroza la vida de las mujeres por el mero hecho de ser mujeres. Si eres víctima, llama al 016», escribió el presidente.

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La consejera de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad de la Junta de Andalucía, Loles López, condenó el asesinato machista y confirmó que la mujer no había denunciado previamente pero sí había sido usuaria de los centros municipales de información a la mujer. El servicio de apoyo psicológico en crisis del Instituto Andaluz de la Mujer se ha activado para ayudar a la familia a afrontar esta situación, especialmente a los hijos.

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, tuvo un recuerdo «en especial, para la última víctima asesinada en Málaga, en Pizarra, y para esas dos pequeñas que supuestamente han sido asesinadas por su padre en lo que es una de las grandes lacras como es la violencia», dijo durante su discurso en la Comisión de Interior del Senado.

El ministro destacó que la violencia de género «es un problema» que merece todo el esfuerzo del Gobierno. «A diferencia de algunos, este gobierno tiene entre sus grandes objetivos educar, sensibilizar y legislar con el objetivo de erradicar, como decía, la aberrante violencia machista», dijo.

En esta misma línea, señaló que la violencia machista es «un atentado contra la dignidad humana que socava, sin duda alguna, los cimientos de una sociedad justa e igualitaria». Y recordó a las 1.246 mujeres asesinadas en España desde 2003 y las seis registradas en lo que va de año. «Esta es la terrible realidad, que hunde sus raíces en el machismo y la dominación de la mujer, que niega la ultraderecha», dijo.