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Sol y sombra

Luis M. Alonso

Embarazosamente cursi

Nada ha sabido adaptarse a los tiempos como la cursilería capaz de elevar los sentimientos igual que una grúa los bloques de hormigón

Dos grandes hechos de la política, no por excepcionales pero sí por extraordinarios, han venido a regar de esperanza el futuro de esta gran nación llamada España. Casi al mismo tiempo que el Gobierno y Ciudadanos alumbraban un presupuesto, Irene Montero y Pablo Iglesias han anunciado por las redes sociales que van a ser padres de mellizos. «Quiero compartir algo con vosotras y vosotros», escribió ella. «Pablo y yo hemos emprendido un camino que en los próximos meses revolverá nuestras emociones, transformará mi cuerpo y llenará nuestras vidas de belleza y algunas noches sin dormir».

Montero, según ha querido transmitir a su ´tribu´, está embarazada de casi 13 semanas y dentro de ella crecen dos criaturas como dos soles. Enseguida han acudido raudos a felicitar a la dichosa pareja los tíos Echenique y Monedero, que también se han mostrado dichosos. La diputada de Podemos entiende que «la maternidad es un proceso tan hermoso como intrincado, lleno de situaciones, emociones y preguntas que no salen en las películas ni en los cuentos». Por eso agradece el apoyo recibido de las madres, amigas y compañeras que le han ofrecido su mano. Juntas recorrerán el camino, escribe. Es decir, «nosotras».

Hace ya muchos años Santiago Liniers y Francisco Silvela, la ironía más fina de la Restauración, escribieron el gran tratado de la cursilería: Filocalia o el arte de distinguir a los cursis de quienes no lo son. Lo cursi viene de lejos. Hay quienes atribuyen el origen de la palabra a un sastre francés de Cádiz de nombre Sicour y a sus hijas, que acostumbraba a vestir como dos repollos con lazos. Los marineros de La Carraca cantaban a su paso «ahí van las niñas de Sicour, Sicour, Sicour€» y las sílabas se iban uniendo hasta redondear el vocablo. En cualquier caso, nada ha sabido adaptarse a los tiempos como la cursilería capaz de elevar los sentimientos igual que una grúa los bloques de hormigón más pesados.

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