La victoria ante el Buducnost alivia de manera pasajera los males verdes pero no soluciona el problema. La incorporación de Carlos Suárez y el mando adquirido por Alberto Díaz levantaron a un equipo que estaba contra las cuerdas, perdiendo de 16 en casa, y sin un plan para ganar más allá de tirar y tirar de tres puntos.

El equipo ha comenzado la temporada muy mal, sin cerrar el rebote y lo que es peor, sin defender. Un equipo de las características del malagueño necesita defender «a muerte» para poder explotar todas sus virtudes y ganar los partidos con cierta solvencia. La falta de público en las gradas ha ensordecido un debate que, con el Carpena lleno y viendo perder al equipo todos los partidos de Liga jugados en casa, sería insostenible. Es la hora de reaccionar de verdad, partidos como los jugados en la Eurocup hasta ahora no te da para estar entre los ocho primeros de la ACB, y eso es un desastre.

Todavía con la adrenalina alta por la última victoria los verdes rinden visita a las islas. El Gran Canaria que todavía está adaptándose a los sistemas de Porfi Fisac presenta un inicio de temporada aún peor que el malagueño pero eso no los hace más débiles, sino más peligrosos. Es un equipo con una rotación muy larga, con hasta 10 jugadores en torno a los 20 minutos por partido. Y donde está uno de los jugadores que rivaliza con Nzosa por el honor de ser el «mejor pick de draft» no americano de la generación de 2003, el dominicano Jean Montero.

Montero alternaba en su niñez el baloncesto y el beisbol. El deporte de la canasta le acabó tirando más aunque al principio solo viera las canastas por la tele. Jean se inició en el deporte de la pelota naranja jugando con su primo en el patio trasero de su casa, utilizando ruedas viejas de bicicleta como canasta. Formado desde los 10 años en el DOSA de Villa Juana, en octubre pasado llegó a Gran Canaria para integrase en las categorías inferiores del club claretiano. En su debut en la selección U15 de su país anotó 32 puntos, capturó 6 rebotes y repartió 7 asistencias para lograr el oro y el MVP del Centrobasket. El 27 de septiembre de este año debutaba en la liga con 10 minutos (cinco puntos, tres rebotes y una asistencia) ante el Casademont Zaragoza, y ya ha disputado tres partidos con la selección absoluta de la República Dominicana.

Un partido con muchos «scouts» pendientes aunque al menos en Gran canaria el peso lo llevarán otros y no le tocará al novel Montero bailar con la más fea. Por suerte, o por desgracia, a Yannick Nzosa le tocará otro papel. Su labor ante el potentísimo juego interior amarillo, con Costello, Wiley, Shurna, Burjanadze, Balcerowski y hasta Okoye o Beiran, será clave para equilibrar un equipo que hasta ahora gana o pierde desde la línea de tres puntos. Suerte€ y poneros la mascarilla