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Notas de domingo

Jose María de Loma

Redactor jefe

Dioses de verano

Dioses de veranoL. O.

Lunes. Os hacéis los remolones pero tarde o temprano habrá que abrir el debate sobre el hielo en el vino blanco. Pipirrana (mejor llamarlo en esta ocasión salpicón de pobre) con boquerones en el chiringuito de cabecera, donde hay viento, amigos, mesas vacías y unas vistas al mar hoy algo ponientoso. Me voy a la hamaca.

Leo un buen rato ‘Dioses de una época’, de Valentí Puig. Es una suerte de memoria personal del periodo que va del 93 al 2006. Me engolfo pensando qué hacía yo en esas épocas. Le acecha a uno a veces la idea de poder haber perdido el tiempo. Pero sin duda lo que no hay que hacer casi nunca es perder el rtimo y escribir dos infinitivos (poner y haber) seguidos. Dice Puig, en el 93 recién aterrizado en Barcelona después de unos años en Londres, que vendrían años de mucho comer y beber fuera, de muchas sobremesas, de muchos contactos. Busco Graig o algo así, que tuvo que ser un restaurante barcelonés de aúpa. A mí me gustaba mucho de Barcelona el Quatre barras, que no sé si seguirá existiendo. Señor Bofarull, hoy tenemos la merluza como a usted le gusta, solía oír allí. Siempre pensaba: verás el día que sea el señor Bofarull el que diga «hoy tengo la merluza como a ti te gusta». En fin. Muy recomendable el libro de conversaciones que hizo el gran Ignacio Peyró con él, con Puig. Muy nutritiva la reseña que Sergio Vila San Juan hace de Dioses en La Vanguardia.

Martes. El capitán García León nos lleva por esos mares de Dios y de la Costa del Sol. A bordo, crepúsculo, snacks y cerveza, Roberto López y Nadia Carbajo, 101 Televisión, nos cuentan a mí y a Amaya sus muchos proyectos para la próxima temporada. Sus hijas toman fotos y el mío persiste en el agua, que está fría y limpia, de un azul difícil de describir, cautivante. La costa nos mira enladrillada. Cualquier día echamos el ancla y nos quedamos por aquí a dormir, sugiere el capitán. Apuesto a que sí.

Miércoles. Desayunamos fuera. Amaya y el pequeño montan una maqueta de la ciudad de Barcelona mientras yo escribo aforismos. La tele está emitiendo un reportaje sobre dónde han veraneado los presidentes del Gobierno. Me da mucha curiosidad la figura de Calvo Sotelo. Dice Hilario Pino que utilizó un traje de neopreno en Ribadeo para hacer surf. Calvo Sotelo, no Hilario. Leí hace años un librito de Calvo Sotelo que compró mi padre, un volumen breve de memorias y recuerdos. Con mucha ironía, no sé si retranca, pero sí ingenio escasamente rencoroso. Un ingeniero buen escritor que llegó como político a lo más alto. Hay gente tocada por la gracia de saber hacer muchas cosas a la vez. Le dieron un golpe.

Jueves. Voy a un supermercado solo para poder escribir una estampa de verano sobre los supermercados. Ya que estoy busco tomates, curioseo los vinos y trato de captar conversaciones. De pronto veo a un tipo con una libreta que me mira. Verás tú que es otro plumilla anotando mi comportamiento para escribir un artículo veraniego sobre los supermercados. Espero que no ponga que voy algo desastrado. Compro berberechos. Creo que el de la libreta me sigue. Para que no ponga que corro, me estiro, meto barriga y comienzo a andar con parsimonia.

A mediodía, mucha felicidad en La Cosmopolita. Con el Txacolí y el sashimi de salmonetes, Francis Tomé, un fuera de serie, nos cuenta su proyecto, el equipazo de basket que ha armado en Burgos, el C.B. Tizona, al que va a entrenar la próxima temporada. Brindamos por su seguro éxito y nos conjuramos para una gran quedada burgalesa y otoñal. A la caída de la tarde, trabajando en casa pienso en el viernes.

Viernes. Sigo pensando.

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