Viento fresco

Arropa a un candidato

Los líderes vienen a provincias a dar calor a sus aspirantes

Sánchez, durante el acto de campaña del PSOE de Málaga esta semana.

Sánchez, durante el acto de campaña del PSOE de Málaga esta semana. / Álex Zea

Jose María de Loma

Jose María de Loma

Feijóo viene a arropar a De la Torre y Sánchez vino a arropar a Daniel Pérez. Aquí arropa todo el mundo pese a la calor, pero los líderes se dan un garbeo por provincias para ver si salen bien arropados en los telediarios y continúan su fama y cosecha de votos.

Las promesas se suceden y florecen y las encuestas, que se encargan, se ocultan o publicitan, se manipulan y dan alimento a las expectativas. De la Torre toma estos lances de partido con una resignación de hombre bueno y cristiano, aunque está seguro de su resultado y de su tirón y prefiere estar dando manos en una peña, clausurando unas jornadas o almorzando con emprendedores. O pegando brazadas al alba, al menos un par de días a la semana. Pérez está haciendo un buen inicio de campaña, precampaña, y ahí va, desgañitándose en los barrios o desayunando con ministras.

Los populares insisten en que Sánchez lastra a sus candidatos pero no sabemos si eso es así e ignoramos cuánto suma Feijóo a los suyos, que están viendo por el rabillo del ojo como Ayuso toma posiciones, se crece, hace la guerra por su cuenta y se saca un máster en protocolo para no permitir que un ministro le haga sombra o sol. En la Puerta del Sol. Ayuso estaba celosa de Juanma Moreno, que con esto de Doñana polemizaba de tú a tú con el presidente del Gobierno. Ella necesita foco permanente, siempre en campaña, buscando ahora la mayoría absoluta y la rendición a sus pies de las huestes peperas. Ha vuelto a primer plano. Ayuso necesita titulares como el que necesita el zumo de naranja por la mañana. Feijóo dirá que Málaga está de moda, que es lo mismo que ha dicho anteayer en Valencia sobre Valencia. Les queda ir a Soria y a Teruel, donde el lisonjeo es más complicado y las promesas suenan a vacías, que para eso es la España vacía o vaciada, que no vacua. El tiempo dirá. Dirá que hay elecciones municipales, meta volante de las generales. Todos se juegan mucho. O eso decimos todos siempre. La historia no se repite pero se adivina.

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