Marca Málaga

Buenas perspectivas y logros por alcanzar

Sergio Cuberos Lara

Sergio Cuberos Lara

Málaga está de moda. Mucha gente nos pregunta qué está pasando en Málaga. ¿Qué está ocurriendo para que todo el mundo hable de ella? Nuestra ciudad y provincia se han convertido en un interesante polo inversor gracias, entre otras cosas, a la gran apuesta por el sector tecnológico, a contar con una industria turística de primer orden y contar con innumerables atractivos y posibilidades de negocio.

Contamos con unas buenas infraestructuras que nos permiten estar conectados con el resto del mundo a través de nuestro Aeropuerto internacional, con el Puerto y su Estación de Cruceros, por tren a través de las líneas de alta velocidad, o por carretera gracias a la red de autovías y autopistas

Málaga ha visto como su desarrollo la ha convertido en la capital de la innovación y la digitalización de nuestro país. Contamos, además, con una cantera de jóvenes emprendedores que, por su entusiasmo, están logrando que sus proyectos se conviertan en magníficas realidades, ya sea bajo el amparo de grandes compañías o logrando el éxito por sus propios medios, teniendo en la cúspide de todo esto a nuestro parque tecnológico ‘Málaga TechPark’ que, con más de seiscientas empresas, es todo un ejemplo de desarrollo y buen hacer.

En estos momentos, Málaga tiene una oportunidad única para dar un salto de enorme repercusión, tanto cuantitativo, como cualitativo, buscando ese despegue económico que permita situarla como referente en el panorama nacional e internacional. Las previsiones económicas así lo confirman, situando la tasa de crecimiento para Málaga en un 2,2%, la más alta de Andalucía, que sitúa una media regional del 1,3%.

En este contexto, creo que es muy importante resaltar el desarrollo en estos últimos tiempos de muchos proyectos que han contado con la colaboración público-privada para llevarlos a cabo, aunque, también es necesario señalarlo, menos de los que desde el sector empresarial nos gustaría para consolidar aún más esta situación de relativa bonanza que ahora experimentamos.

Es cierto, Málaga está de moda. Pero no podemos ser autocomplacientes y dejarnos llevar por una sensación triunfalista, porque, es ahora, precisamente ahora, cuando más necesitamos trabajar para explotar esas circunstancias y que nuestros motores económicos rindan a todo gas.

En este sentido tenemos un reto de enorme envergadura. Es decir, debemos conseguir que nuestra industria turística, nuestro sector agroalimentario, nuestro sector tecnológico, etc., tiren del carro, sí, pero conforme lo exigen los tiempos, buscando un desarrollo sostenible y perdurable, luchando contra el cambio climático, logrando esas cotas de calidad que nos distingan y nos diferencien, y, por supuesto, logrando ser más innovadores y competitivos.

Tenemos muchas posibilidades de progreso, incluso contando con ayudas y fondos de la Unión Europea, pero, Málaga sigue manteniendo inconclusas una serie de aspiraciones y proyectos que son verdaderos retos para su desarrollo y consolidación futura.

En el terreno de las infraestructuras llevamos décadas para resolver los graves problemas que padecemos en cuanto al abastecimiento de agua y el saneamiento integral, más agravados últimamente con la sequía, siendo necesarias medidas para paliar esta situación con obras hidráulicas que den soluciones tanto al sector turístico como al campo malagueño.

Igualmente, contamos con buenas conexiones viarias, pero queda pendiente el reto de dotar de mayor movilidad y conectividad a toda la provincia con proyectos que ya se han convertido en necesidad urgente, como pueden ser el tren litoral, el corredor ferroviario, mejora de diversos accesos en autovías y carreteras del interior, incluso contemplando ya la nueva ronda exterior de Málaga.

En esta línea, también existen situaciones complicadas para las empresas de muchas zonas industriales. Hemos de tener en cuenta que estas ubicaciones son las que posibilitan en muchos municipios el desarrollo empresarial y, con ello, la creación de empleo y el impulso de la economía, afectando de forma directa al entorno social. Me refiero, no solo a los problemas de seguridad o limpieza que, por supuesto, son esenciales, sino a otras medidas, como obras hidráulicas para evitar la inundabilidad de estas áreas, como ocurre en Málaga, donde se ven afectadas miles de empresas y miles de trabajadores, mejorar las conexiones por carretera, o potenciar las inversiones en los ‘puertos secos’ para dinamizar de forma innovadora el sector de la distribución.

Al hablar de Málaga, y aprovechando su magnífica posición estratégica, no podemos olvidarnos de su potencial exportador y de sus alentadoras perspectivas de futuro. Pero, a pesar de ello, hemos de tener en cuenta que no son pocos los retos a los que debe hacer frente la empresa exportadora cuando sale a un mercado exterior.

Al hilo de esto, en la Cámara de Comercio de Málaga acabamos de poner en marcha un nuevo proyecto denominado ‘Hub Málaga Export’, encaminado a maximizar la visibilidad y posicionamiento internacional de las empresas malagueñas, potenciar sus procesos de internacionalización y facilitar la oportunidades de networking, adaptando el servicio a las necesidades reales de las empresas para ayudarlas, precisamente, a enfrentarse a esos retos y obstáculos que puedan encontrarse.

Siempre lo he dicho y no me cansaré de repetir que, aunque la crisis nos continúe afectando, el tejido empresarial malagueño debe ser perseverante y continuar con su dinámica innovadora, continuar luchando y trabajando como lo sabe hacer. Desde la Cámara sabemos que es difícil, que son muchos los obstáculos y pocos los apoyos, pero, para eso ofrecemos nuestra colaboración y nuestra experiencia, estando siempre al servicio de las empresas malagueñas.