La Libreta del Duque de Chantada

El largo camino de Kameron Taylor

Kameron Taylor, nuevo jugador del Unicaja.

Kameron Taylor, nuevo jugador del Unicaja. / ACBPhoto

Mel Otero

Mel Otero

En el baloncesto como en la vida, hay quien tiene un camino más fácil y otros que tienen que luchar por cada pequeño paso que pueden dar. Taylor es de ese segundo grupo, su carrera hasta ahora recuerda a la Perry, y al igual que Kendrick tendrá en Málaga su segunda oportunidad de triunfar en la élite europea. Perry no aprovechó su oportunidad en el Panathinaikos, Taylor tampoco lo hizo en Maccabi Tel Aviv.

Kameron nació en Hyattsville, en el área metropolitana de Washington DC, una ciudad con un alto porcentaje de población LGTBIQ+, el doble de la media nacional. Un sitio tranquilo con una baja criminalidad, con un gran distrito de las artes y donde también nació el número 1 del draft de 2017, Markelle Fultz. De joven su familia se trasladó a Landover, la ciudad que acoge el estadio de los Washington Commanders de la NFL y donde se encuentra el archivo nacional para la historia de las mujeres negras. Volvió a su ciudad natal para estudiar en DeMatha Catholic HS. Un centro con un gran programa musical, tienen más de 25 bandas y coros, y un programa de baloncesto por donde pasaron estrellas como Adrian Dantley, Danny Ferry, Victor Oladipo o el ex jugador del Caja de Ronda, Adrian Branch, que en 1988 jugó 12 partidos en Málaga, con 33,4 puntos y 5,1 rebotes de media por partido.

La Universidad de Seton Hill fue su destino. Un centro de la NCAA II que, aunque comparte fundadora, la religiosa Elizabet Ann Seton, no es la mítica Seton Hall de PJ Carlesimo. En este centro privado católico que hasta 2002 era sólo para mujeres superó los 20 puntos y 8 rebotes por partido en su año senior, que no fueron suficientes para llamar la atención de la NBA. Su primer destino sería la segunda división alemana con el Ehingen Urspring. Una pequeña ciudad de Baviera con restos romanos y un bonito casco histórico. Más de 10 puntos y casi 4 rebotes por partido que no le valen para tener grandes ofertas y decide dar un paso atrás. En 2017 ficha por los Dragons Rhondorf de la tercera división, el equivalente a la LEB Plata española. En Bad Honnef, una ciudad balneario y vinícola en las orillas del Rin en Renania del Norte, cerró un gran año con casi 24 puntos, 8 rebotes, 5,6 asistencias y 2,6 robos que le dieron la oportunidad de terminar el año en la BBL con el S. Oliver Wurzburg del coach Dirk Bauermann. En esta ciudad universitaria que tiene su origen en un castro celta y que es la ciudad natal de Nowitzki y Maxi Kleber disputó sus primeros 8 partidos en las grandes ligas europeas.

Los PVSK Panthers de la primera división de Hungría fueron su siguiente destino. En Pécs, la ciudad con la quinta universidad más antigua de Europa, fundada en 1367, se vio una gran versión de Taylor, con más de 19 puntos, 8 rebotes, 4 asistencias y 2 robos por partido. De vuelta a Baviera, el Bamberg le fichó en 2019, donde además del juego, Kameron disfrutaba de las cafeterías de la ciudad patrimonio de la humanidad por la Unesco desde 1993. Un buen año que le permitió pasar al Hamburgo del cordobés Ángel Calles. Se integró muy bien en la ciudad y era un habitual del parque del lago Alster y de las calles de una de las ciudades más bonitas de Alemania. 15 puntos, 5 rebotes, 3 asistencias y 2 robos por partido en la BBL le abrieron la puerta de su gran oportunidad, el Maccabi de Tel Aviv.

En Israel las cosas no fueron fáciles para él, que el 26 de enero de 2022 fue cortado y recalaba en Francia, en el Estrasburgo. Su gran temporada en la ACB con el Girona y el fichaje de Darío Brizuela por el Barcelona le abren las puertas por segunda vez de la élite europea. Los informes personales sobre él son inmejorables y, por las ciudades y las comunidades en las que ha vivido, parece que su adaptación a la ciudad debería ser rápida. Es un jugador con hambre y con una cuenta pendiente, la misma situación que se vivió con Kendrick Perry hace un año, y aunque todos hubiéramos querido que se quedara Darío, probablemente tiene un perfil que se adapta mejor a lo que pide Ibon Navarro a sus jugadores que el propio Brizuela. Las cosas que para Darío suponían un esfuerzo, Kameron las trae de «serie», y aunque tendrá muy difícil igualar las prestaciones de la última temporada de la «Mamba Vasca», si parece el mejor recambio posible en el mercado al que podría optar el Unicaja. Suerte y andad por la sombra.