¿El Málaga CF echará ahora de menos el VAR?

Primera jornada liguera en la nueva realidad para el Málaga CF, el pozo de la Primera RFEF, y primeras polémicas arbitrales en estadios de tanto peso histórico como Riazor. Es otro fútbol el que se juega fuera del ámbito profesional. La escuadra de Martiricos bien lo sabe, desde que hubo que reajustar a principios de este verano su plantilla tanto de trabajadores como de futbolistas.

Pero hay que vivirlo en carne propia para terminar de digerir tan precipitada digestión. El mismo gol que en Castalia le fue anulado a Roberto, con 2-1 en el marcador y ya cumplidos cuatro minutos de descuento, podría haber cambiado el desenlace del debut liguero en la categoría. El canterano parece que estaba en situación irregular por apenas centímetros. Con el VAR puede que la decisión del colegiado hubiese podido ser rearbitrada.

Paradojas del destino, a finales del pasado año, el propio Málaga CF era el que públicamente se quejaba con amargura de las decisiones que habían tenido la nueva tecnología arbitral como protagonista. Había ya llegado el mes de diciembre y consideraba el club blanquiazul, a través de sus máximos responsables, que el VAR le había perjudicado en cuatro jugadas de las tres anteriores jornadas en situaciones muy dispares. Por error u omisión sentenciaba que el resultado hubiese podido ser otro.

A los de Sergio Pellicer les espera una campaña en el barro, con muchos ruido ambiental en la mayoría de los estadios, con un juego mucho menos vivo que en las categorías inmediatamente superiores y, sobre todo, sin esa herramienta que en otros momentos criticó.

El Deportivo echó de menos el VAR, de manera explícita, en su debut como local este pasado sábado. Su empate sin goles ante un jovencísimo Rayo Majadahonda estuvo marcado por la acción que en el minuto 56 protagonizó Lucas Pérez. Así relató en rueda de prensa lo sucedido el técnico Imanol Idiakez: «Hay un gol que debería ser legal, pero no nos lo han dado. No es que sea jugada muy dudosa. Yeremay estaba metido, pero Lucas entraba… ¡Una pena!».

Cuando las barbas de tu vecino veas cortar, dicta el refranero. Y aseguran en Riazor que durante las dos últimas temporadas, las que acumula en el infierno de la nueva Primera RFEF, que el Deportivo siempre en caso de duda ha resultado perjudicado. Ojalá que el Málaga CF no tenga que pagar parecido peaje en esta penitencia futbolística en la que ha terminado por caer.

Recordemos que el VAR llegó a la competición española hace años con la intención de «corregir los errores de los árbitros». Y que la pasada temporada, en cuanto a los números de Primera División, batió un récord de intervenciones en una sola campaña. Fueron 179 las llamadas que hubo desde la sala VOR, por encima de las 156 de la competición que terminó marcada por el confinamiento.

Pues con esos casi 180 llamamientos el signo de los encuentros cambió en hasta 38 partidos. Los medios de comunicación aprovecharon el cierre de campaña para publicar una hipotética clasificación sin VAR en Primera. Y como curiosidad, sin el rearbitraje, el FC Barcelona no habría sido el campeón de Liga, sino el Real Madrid. Porque de los 88 puntos, seis estuvieron marcados por decisiones dictadas por la tecnología.

Los árbitros se equivocaron en primera instancia hasta en cuatro ocasiones que podían haber costado puntos. Fueron en duelos el propio Real Madrid, Valencia y Athletic de Bilbao. Sólo le restó puntos en la última jornada, ante el Celta, después de que se le anulase un tanto. El Real Madrid vivió hasta 25 revisiones, de las que cuatro fueron determinantes para costarles puntos. Hubieran supuesto, sin el VAR, hasta seis puntos más con los que hubiese sido campeón. Esperemos, no obstante, que el Málaga CF no tenga este curso que lamentar su ausencia.

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