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Saber ganar

Ganar de veintitrés puntos en Murcia es algo que es fácil de decir pero que, sólo Unicaja ha conseguido, y que, posiblemente, nadie más logrará esta temporada

Albertó Díaz realiza una bandeja en el partido en Murcia del Unicaja

Albertó Díaz realiza una bandeja en el partido en Murcia del Unicaja / ACBMedia

Francis Tomé

Francis Tomé

El pasado viernes Unicaja jugó en Murcia, uno de esos equipos de los que hablábamos la semana pasada que están acechando la clase media de la liga ACB, y claramente están aprovechando el bajón que muestran Tenerife, Joventut o Gran Canaria, equipos que eran la alternativa a los Euroleague.

Hasta el viernes, en Murcia sólo había ganado el Valencia, y en la prórroga. Así que el reto de ganar en Murcia era importante en dificultad, máxime porque ellos le tienen ganas al equipo malagueño después de la temporada pasada y todo lo que pasó en el play off de la BCL y su imposibilidad de vencer a Unicaja. Creo que para ellos era un partido especial, de esos que marcas en rojo en el calendario.

No os voy a engañar que ponerse a ver el partido un viernes a las 21.30 horas después de estar toda la tarde viendo a Baskonia y Barça en Euroleague, y ahora tener que ver a Unicaja en liga ACB en vez de en Euroleague, es un poco frustrante. Pero el equipo rápidamente te hace meterte en el partido, sabe que va a ser un partido muy duro en lo físico porque Murcia va a llevar el partido a eso. Y Unicaja aceptó ese reto, igualó ese nivel físico y cortó de raíz los dos detalles que mejor hace Murcia cerrando el rebote de ataque murciano y minimizando las pérdidas puesto que ellos son uno de los mejores equipos de la liga en recuperaciones.

No se hizo un partido muy brillante en porcentajes, pero a cambio se compartió genial el balón. Quizás fue el partido, de los que yo haya visto, que mejor se pasó el balón. Y se defendió a un nivel de perfección muy alto. Murcia no podía anotar (sólo 8 canastas en juego en la primera parte), no eran capaces de tirar liberados, y sólo a través del tiro libre podían sumar puntos (11 de los 27 puntos que anotaron en la primera parte).

Unicaja siempre se mostró muy superior porque, cerraba el rebote defensivo muy bien y suplía esa falta de acierto con segundas opciones gracias al dominio del rebote ofensivo que mostró en Murcia (17 rebotes de ataque).

En la segunda parte Murcia intentó dar un paso más adelante en intensidad llevando su defensa al borde de la falta en cada acción, su entrenador empezó a apretar también a los árbitros protestando cada acción, y encontraron tiros liberados. Esto les hizo ser más constantes en la anotación. Pero se encontraron en frente con una roca. Unicaja no se puso nervioso cuando el partido se endureció, compartió mejor el balón para buscar puntos y aumentar más la diferencia a pesar de la mejora en el juego de los de Sito Alonso. Llegaron a desesperar a los murcianos, que entraron en el juego de su entrenador y comenzaron a protestar también todo. Incluso hubo algún pique con algún jugador malagueño. Pero ni en esto entraron los de Ibon Navarro. Siguieron a lo suyo con un Taylor, que hizo un partido soberbio, y un Carter que tuvo un momento estelar en el tercer cuarto, uno de esos a los que ya nos tiene acostumbrados y que demuestran que este jugador es otro rollo.

Ganar de veintitrés puntos en Murcia es algo que es fácil de decir pero que, sólo Unicaja ha conseguido, y que, posiblemente, nadie más logrará esta temporada. Mostrar la superioridad que mostró ayer es un aviso para la liga de que Unicaja no está segundo clasificado por los errores de nadie ni es una casualidad. Este equipo está preparado para competir con los mejores y, si los mejores le quieren vencer tendrá que ser mostrando su mejor versión.

Pero lo que mejor hizo ayer el equipo, empezando por su entrenador en su rueda de prensa, es saber ganar. Pasar por encima del rival, desesperarlo, crear frustración en él y después darle la mayor normalidad sin sacar pecho y únicamente felicitándose por el partido que hicieron.

No perdieron la concentración ni al finalizar el partido. Sakho, que se ve que no tiene muy buen perder, intentaba encararse con Perry y nadie entró en su juego. Fueron incluso sus propios compañeros de equipo los que intentaron parar al jugador murciano que no entendió que cuando pasan por encima de uno es mejor felicitar al contrario, marcharte y volver a entrenar más fuerte al día siguiente para prepararte para la próxima. Tampoco entendí que Sito Alonso fuera a los árbitros al final del partido a decirles no sé qué. Creo que si su equipo perdió no fue por el arbitraje y sí porque se vieron superados, el entrenador el primero, en todas las facetas del juego.

Ganar así en la cancha, y saber ganar después son síntomas de equipo grande. Unicaja está cada vez más cerca de ellos y esto lo único que hizo es aumentar mi frustración por no ver al equipo jugar en Euroleague… Esto es algo que deberá plantearse la entidad bancaria porque muchos jugadores están jugando a nivel Euroleague y querrán seguir creciendo. Como el entrenador, que está demostrando ser una clara alternativa a los mejores entrenadores europeos. Y la Euroleague debe ver con muy buenos ojos que entidades como Unicaja vuelvan a su competición.