La plaza Ochavada, epicentro de la Semana Santa de Archidona

Al ritmo que marcan los campanilleros, la figura más representativa de su Semana Santa, Archidona se llena un año más de fe y devoción para rendir culto a los Sagrados Titulares de sus seis cofradías: La Pollinica, El Huerto, El Nazareno, El Dulce Nombre, La Humildad y La Soledad. Los tronos aguardan en sus templos su esperada salida procesional, mientras que la emblemática Plaza Ochavada volverá a ser lugar de encuentro de devotos, cofrades y visitantes atraídos por la gran belleza y tradición de la Semana Santa archidonesa, Fiesta de Interés Turístico Nacional de Andalucía. Y es que su agrupación de cofradías es la segunda más antigua de España tras la de Málaga capital, con cerca de 100 años de historia.

La primera en abrir la Semana de Pasión será la Cofradía de La Pollinica, el Domingo de Ramos. Tarde en la que las palmas blancas relucirán bajo la luz del sol al paso de Nuestro Padre Jesús en su Entrada a Jerusalén y la Virgen de la Victoria. Uno de los momentos más bonitos del recorrido es el transcurso de los tronos por la calle Peña de los Enamorados, con el atardecer de fondo; además del encuentro entre ambas imágenes en la calle Nueva y su entrada a la plaza Ochavada, algo que la cofradía retomó después de 30 años con motivo de la celebración de su 75 aniversario.

El Cristo de la Columna de la Cofradía de la Soledad realizará su paso solemne en la noche del Martes Santo, momento de gran sobriedad en el que multitud de devotos acompañan a la imagen a lo largo de todo el recorrido.

El Paseo de la Victoria protagoniza el Miércoles Santo otra de las salidas más memorables de la Semana Santa de Archidona con la tradición de ‘La Embajá’. Desde el balcón del templo, un pequeño ángel canta al paso de la Cofradía del Huerto antes de emprender su recorrido procesional, que vive su punto culmen en la Plaza Ochavada donde se encuentran Jesús del Huerto, Padre Jesús Preso y María Santísima del Amparo, cuyo trono entra de rodillas.

El Jueves Santo en Archidona se viste morado y verde con el paso del Nazareno, la Santa Cruz de Jerusalén, el Cristo de la Expiración y María Santísima del Amor y de la Sangre. Cuatro imágenes que coinciden en la plaza octogonal antes de regresar a su templo, dejando una de las fotografías más icónicas de la Semana Santa archidonesa.

El Viernes Santo en Archidona suele ser uno de los días más multitudinarios desde primera hora de la mañana con la llegada de la Legión. El rojo clavel, el morado y el dorado tiñen el ambiente durante el cortejo del Dulce Nombre, con el Dulce Nombre Chiquito, llamado popularmente por todos ‘el niño de la bola’; el Cristo de la Misericordia y María Santísima de la Paz. Una procesión que de costumbre abarrota los callejones de la Ochavada, donde se agolpan cientos de personas con ilusión de ver el singular espectáculo de la Legión al son de ‘El Novio de la Muerte’ junto con los pasos de la cofradía.

Por la tarde, la Parroquia de Santa Ana acoge la salida de La Humildad, uno de los momentos más destacados de la estación de penitencia por la dificultad que entraña la escalinata de la iglesia y el encuentro de los titulares en el encierro. La cofradía volverá a entrar por segundo año consecutivo a la plaza Ochavada, una decisión que se aprobó por primera vez el año pasado en cabildo. El Padre Jesús de la Humildad y María Santísima de los Dolores contarán como cada año con el acompañamiento de los guardias civiles de la Benemérita, con quien la cofradía está hermanada. 

Al caer la tarde, la Plaza de la Iglesia se prepara para venerar a la Virgen de la Soledad y presentar sus respetos al Santo Entierro. La Archicofradía de la Soledad encabeza la mágica noche del Viernes Santo, coronándose en la plaza Ochavada con el Adagio de Albinoni, representando el encuentro de la madre dolorida y sufriente con su Hijo fallecido en la urna rodeado de un manto de luz de velas y bajo estrellas que pone fin a la Pasión de Archidona a la espera del Resucitado.

Tradiciones y singularidades

Todas las cofradías mantienen la sección de los campanilleros, un grupo de hermanos vestidos con túnicas que, con el acompasado y rítmico sonido de estos instrumentos, encabezan las distintas procesiones.

Otra seña de identidad de la Semana Santa de Archidona es el Apostolado, una sección compuesta por doce miembros, con el rostro cubierto, ataviados con túnicas, sandalias, cinturones de esparto y coronas de espinas, que portan una cruz a hombros con el nombre de un apóstol inscrito. Dentro de la propia procesión, el apostolado lleva a cabo un completo ritual. En la ‘huía’, los componentes dejan su lugar simbolizando el abandono de Cristo por sus primeros discípulos. Están presentes en las cofradías del Huerto, Nazareno, Dulce Nombre y Humildad.

La ‘Embajá’ del Ángel de la Cofradía del Huerto es una representación sacra del momento evangélico en que un ángel reconforta a Jesús en el Huerto de los Olivos con una serie de versos que anuncian la Pasión y Muerte de Cristo.

La Zumba es uno de los enseres más pintorescos de la Semana Santa archidonesa. Se trata de un instrumento musical ancestral de unos tres metros de longitud y con forma tronco cónica , estructuralmente realizada en madera y forrada de cuero. El sonido emitido por este enorme instrumento es de timbre ronco y destemplado. La Cofradía de la Humildad la porta durante la procesión y se utiliza para marcar las tres ‘caídas’ a lo largo del recorrido.

Cada Viernes Santo, tras la celebración de los Santos Oficios que preside el Cristo del Descendimiento crucificado, la Archicofradía de la Soledad escenifica el traslado del Señor desde la cruz hasta el sepulcro.