Todas las personas dadas por desaparecidas tras el incendio y las explosiones en cadena registradas ayer en un arsenal militar ruso fueron rescatadas con vida, al haber logrado esconderse en un refugio antiaéreo, por lo que se confirma la muerte sólo de dos militares del equipo de bomberos.

En el lugar de las explosiones, en la ciudad rusa de Uliánovsk, en el Volga, fueron rescatadas 43 personas que trabajaban en el arsenal y que, según informaron las autoridades regionales, se habían escondido en un refugio antiaéreo y pudieron ser evacuadas después de que se consiguiera controlar el fuego.

El gobernador de la región de Uliánovsk, Serguéi Morózov, aseguró al Canal Uno de televisión rusa que los 43 rescatados con vida son los que fueron dados por desaparecidos, aunque se informó de que eran unos 35.

Poco antes, el ministerio de Defensa de Rusia informó de que dos militares, miembros del equipo de bomberos del arsenal, habían muerto y otros tres habían resultado heridos cuando intentaban apagar el fuego.

El gobernador y el ministerio de Defensa ruso indicaron que probablemente las primeras explosiones se produjeron durante la destrucción de municiones obsoletas.

Paralelamente, desmintieron los rumores sobre la posible presencia de armas químicas en el arsenal, perteneciente a la Marina de Guerra rusa, y aseguró que el mismo solo acogía "municiones convencionales".

Las críticas por el estado de conservación de los cuarteles militares rusos y sus correspondientes arsenales han sido constantes durante los últimos años. En un país sumido en una grave crisis financiera e institucional desde la caída del comunismo, la explosión de este arsenal supone una muestra más del abandono en el que se encuentran las otrora modélicas instalaciones del extinto Ejército Rojo.