Biología Marina

Descubren microplásticos incrustados en tejidos de ballenas y delfines

Se han convertido en una amenaza invisible para los mamíferos marinos, afectados por los residuos que llegan al océano a través de las aguas residuales, los ríos o el viento

Un calderón de aleta corta y su cría emergen frente a la costa de Manteo, Carolina del Norte. Estos ejemplares se encuentran entre las especies que tienen microplásticos en sus tejidos.

Un calderón de aleta corta y su cría emergen frente a la costa de Manteo, Carolina del Norte. Estos ejemplares se encuentran entre las especies que tienen microplásticos en sus tejidos. / Greg Merrill Jr., Permiso n.º 22156 de NMFS

Redacción T21

Los científicos han descubierto microplásticos incrustados en los tejidos de 32 mamíferos marinos de 12 especies diferentes que incluían ballenas y delfines de Alaska, California y Carolina del Norte. Los tipos de plástico más frecuentes son los que se usan para fabricar bolsas, botellas, envoltorios o ropa sintética.

Los microplásticos son partículas de plástico muy pequeñas que pueden provenir de diferentes fuentes, como el lavado de ropa sintética, el desgaste de los neumáticos o la degradación de los envases de bebidas.

Estos residuos plásticos pueden llegar al océano a través de las aguas residuales, los ríos o el viento, y afectar a la vida marina.

Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Duke, en Estados Unidos, ha descubierto microplásticos incrustados en los tejidos de las ballenas y los delfines.

El estudio, publicado en la revista Environmental Pollution, ha analizado muestras de 32 animales varados o cazados por subsistencia entre 2000 y 2021 en Alaska, California y Carolina del Norte. Se han examinado 12 especies diferentes, incluyendo una foca barbuda, que también tenía plástico en sus tejidos.

¿Cómo se detectan los microplásticos?

Los investigadores utilizaron una técnica llamada espectroscopía Raman, basada en el efecto Raman, que consiste en el cambio de frecuencia que experimenta la luz al interactuar con las moléculas de una muestra.

Este cambio de frecuencia depende de las vibraciones moleculares, que son características de cada tipo de polímero. La espectroscopía Raman permite obtener un espectro que se puede comparar con una base de datos para determinar el tipo de plástico.

Los autores del artículo usaron un microscopio Raman para analizar las muestras de tejido de los animales.

De esta forma descubrieron microplásticos incrustados en cuatro tipos de tejidos: la grasa, el melón (un órgano que usan los cetáceos para producir sonidos), los cojinetes grasos (que ayudan a enfocar el sonido al oído interno) y los pulmones. Los microplásticos identificados tenían un tamaño medio de entre 198 y 537 micras, lo que equivale al grosor de un cabello humano.

Los tipos de plástico más frecuentes fueron el polietileno (PE), el polipropileno (PP) y el poliéster (PET), que se usan comúnmente para fabricar bolsas, botellas, envoltorios o ropa. También se encontraron otros tipos de plástico menos habituales, como el poliestireno (PS), el policloruro de vinilo (PVC) o el poliamida (PA).

Resumen gráfico que muestra dónde se pueden encontrar partículas de plástico en la anatomía de una ballena.

Resumen gráfico que muestra dónde se pueden encontrar partículas de plástico en la anatomía de una ballena. / Greg Merrill Jr./Universidad de Duke.

¿Qué efectos tienen los microplásticos en la salud?

Los microplásticos pueden tener efectos negativos para la salud de los animales marinos, ya que pueden causar daños físicos en los tejidos, alterar el equilibrio hormonal o transportar sustancias tóxicas. Además, suponen una carga extra para estos animales, que ya sufren otras amenazas como el cambio climático, la contaminación o el ruido.

Los daños físicos pueden producirse por la fricción o la penetración de los microplásticos en los tejidos, lo que puede provocar inflamación, infección o cicatrización.

Los efectos hormonales pueden deberse a que algunos plásticos contienen aditivos químicos que actúan como disruptores endocrinos, es decir, que interfieren con el funcionamiento normal del sistema hormonal.

Los efectos tóxicos pueden originarse por la absorción o la liberación de sustancias químicas presentes en los plásticos o adheridas a ellos, como metales pesados, pesticidas o colorantes.

Estos efectos pueden afectar al desarrollo, al crecimiento, a la reproducción o al comportamiento de los animales marinos, y reducir su capacidad de adaptación y supervivencia.

¿Cómo llegan los microplásticos a los tejidos?

Una de las preguntas que se plantean los investigadores es cómo llegan los microplásticos a los tejidos de las ballenas y los delfines. Una posible vía es la ingestión directa o indirecta. Los animales pueden ingerir microplásticos directamente al alimentarse en zonas contaminadas por estos residuos, o indirectamente al consumir presas que ya han ingerido microplásticos.

Otra posible vía es la inhalación. Los animales pueden inhalar microplásticos al respirar en la superficie del agua, donde pueden encontrarse estos residuos suspendidos en el aire o flotando en el agua. Los microplásticos inhalados pueden llegar a los pulmones o al torrente sanguíneo, y desde ahí distribuirse por el organismo.

Una tercera posible vía es la transmisión materno-fetal. Los animales pueden transmitir microplásticos a sus crías durante el embarazo o la lactancia, a través de la placenta o la leche. Los microplásticos transmitidos pueden afectar al desarrollo y la salud de las crías.

¿Se pueden eliminar los microplásticos?

Otra de las preguntas que se plantean los investigadores es si los animales pueden eliminar los microplásticos de sus tejidos. Una posible forma de eliminarlos es a través de las heces o la orina, si los microplásticos han sido ingeridos y han llegado al tracto digestivo o al sistema renal. Otra posible forma de eliminarlos es a través de la exhalación, si los microplásticos han sido inhalados y han llegado a los pulmones o al sistema respiratorio.

Sin embargo, no se sabe con certeza si estos mecanismos de eliminación son suficientes o eficaces para reducir la carga de microplásticos en los tejidos. También puede haber otros factores que dificulten la eliminación, como el tamaño, la forma, la composición o la localización de los microplásticos.

Los investigadores quieren seguir estudiando el impacto de los microplásticos en los mamíferos marinos, y para ello van a usar líneas celulares cultivadas a partir de tejidos de ballena para realizar pruebas de toxicidad. También quieren averiguar cómo llegan los microplásticos a los tejidos, y si se pueden eliminar o no.

¿Qué podemos hacer para evitar los microplásticos?

Los microplásticos son una amenaza invisible para los mamíferos marinos, que puede tener consecuencias graves para su salud y su supervivencia.

Para evitar esta amenaza, es necesario reducir la producción y el consumo de plástico, y mejorar su gestión y reciclaje. También es necesario concienciar a la población sobre el problema de los microplásticos, y fomentar hábitos más sostenibles y respetuosos con el medio ambiente.

Referencia

Microplastics in marine mammal blubber, melon, & other tissues: Evidence of translocation

Tú puedes ayudar a reducir los microplásticos

Algunas acciones que podemos hacer para evitar los microplásticos son:

- Usar bolsas reutilizables en lugar de bolsas de plástico.

- Evitar el uso de pajitas, cubiertos, vasos o platos de plástico desechable.

- Preferir productos envasados en vidrio, metal o cartón en lugar de plástico.

- Elegir ropa hecha con fibras naturales en lugar de sintéticas.

- Lavar la ropa sintética con menos frecuencia, con agua fría y con filtros que retengan las fibras plásticas.

- No tirar basura al suelo ni al mar, y depositarla en los contenedores adecuados.

- Participar en iniciativas de limpieza de playas o ríos.

- Apoyar a organizaciones que trabajan por la conservación de los océanos y la vida marina.