La de ayer fue una jornada larga de trabajo en Los Guindos. Era el día señalado en el calendario para ejecutar la cláusula de renovación automática de Omar Cook. El base norteamericano de pasaporte montenegrino firmó en su día un contrato por dos temporadas más una opcional, la próxima 2010/2011, que es la que ayer se debatió durante casi todo el día con el agente europeo del jugador.

Su continuidad parecía segura durante la temporada, aunque Aíto García Reneses ha sido el que a última hora ha mostrado más reticencias a que el internacional balcánico ocupe uno de los dos puestos en la posición de base del equipo verde.

Por parte del club, la principal duda se centra sin embargo más que en su rendimiento en las cifras firmadas hace un par de veranos para esta tercera campaña opcional. Y es que Cook tiene un contrato para la próxima temporada de 850.000 euros, una cifra absolutamente fuera de mercado para la situación económica actual. Por ello, el objetivo del club en los últimos días ha sido convencer al representante de Cook para que rebaje su sueldo considerablemente a cambio de incorporar algún año más de vinculación –siempre que Reneses también lo estimara oportuno–.

El caso es que la entidad verde piensa que Omar sí puede ser un buen segundo base para el próximo ejercicio, pero esas cantidades firmadas por ambas partes cercanas casi al millón de euros provocarían que el presupuesto impidiera ir entonces a por un director de juego de mayor caché –y por consiguiente más coste–, un objetivo que se considera prioritario en Los Guindos para crecer la próxima campaña.

Tras no llegar ayer a un acuerdo satisfactorio para las dos partes, el Unicaja pidió a su representante una prórroga hasta el 30 de junio para decidir entonces si sigue en la entidad en las condiciones ya firmadas, si sigue rebajando su sueldo o si por el contrario abandona el club recibiendo, no hay que olvidarlo, la consiguiente penalización marcada en su contrato.

Al cierre de esta edición, todavía no había llegado a Los Guindos el documento firmado por los representantes de Cook para ampliar el plazo para ejecutar la cláusula, aunque se era optimista en el cuadro cajista sobre una respuesta final afirmativa por parte del jugador y sus representantes legales.

Otra de las posibilidades barajadas en las últimas horas era la de cortarlo ahora, si es que no se podía ampliar ese plazo, pero pensando en repescarlo más adelante acudiendo al tanteo si era un equipo de ACB el que le planteaba una oferta. Eso sí, se corría el riesgo de que fuera un club extranjero el que pudiera estar interesado en él y de esta manera perderlo de forma definitiva.

Durante la temporada algunos sitios web han insinuado el interés de algunos equipos europeos por hacerse con sus servicios. Sobre todo han sido el Maccabi y el Fenerbahce turco los que más han sonado. Pero parece difícil que pueda encontrar un hueco en esos equipos, por lo menos a estas alturas de la postemporada.

El caso de Berni

A partir de ahora será también el caso de Berni Rodríguez el que centre todos los esfuerzos del club. El capitán es casi seguro que seguirá vistiendo de verde, pero probablemente no con el sueldo que tiene firmado en su contrato.

Su situación es exactamente igual a la del base montenegrino, hay una cláusula por la que puede seguir, pero con unas cifras prohibitivas para la economía actual. Por ello, el nuevo director deportivo intenta en estos días ´abaratar´ la ficha de Berni (900.000 euros para la próxima campaña) a cambio de aumentar sus años de contrato con el club. Si eso ocurriera prácticamente se aseguraría retirarse en el club cajista, en el que se formó y ha jugado durante toda su trayectoria deportiva.