Algo ha sacado en claro el Unicaja por la crisis desatada esta última semana y que va a llevarse por delante a Aíto García Reneses. Y es la necesidad de contar, siempre, con un entrenador de la máxima confianza del club dentro del organigrama técnico, como segundo del titular del banquillo malagueño.

El Unicaja quiere evitar que por la posible marcha de un técnico en mitad de temporada derive en un inmenso vacío como el que puede general la actual situación. Por eso se ha decidido que Paco Aurioles sea, una vez se solucione la crisis, el segundo técnico del primer equipo.

Aunque el entrenador de turno traiga a un hombre de su confianza, Aurioles se convertirá, sí o sí, en la mano derecha del preparador. Así, el entrenador abandonará la disciplina del Clínicas Rincón para incorporarse al nuevo cuerpo técnico que releve, cuando se produzca, a Aíto García Reneses en el banquillo.

Se da, además, la curiosidad de que el propio Aurioles es uno de los candidatos a comandar el equipo. Si así fuera, cuando finalice su labor, bien a final de temporada o antes porque llegue otro técnico, Aurioles pasará inmediatamente al cuerpo técnico como ayudante. Aurioles se quedará en el Clínicas de LEB Oro, donde tan sensacional trabajo ha desarrollado en los últimos años, hasta que se solucione la continuidad de Aíto. A partir de entonces dará el salto al Unicaja.

El malagueño ya formó parte del cuerpo técnico verde con Scariolo como máximo responsable cajista y contribuyó a los éxitos del equipo, incluida la participación en la Final Four. Ésta es la cuarta temporada de Aurioles al frente del Clínicas, equipo vinculado al Unicaja. Sus días en LEB están contados. Quizá dirija al primer equipo. Como mínimo, será el segundo.