Vista la debacle copera se podría pensar que puede pasar algo en el futuro inmediato del róster cajista. Si miramos a la clasificación liguera, sin embargo, y vemos al equipo cuarto, en una situación de lo más desahogada, cuesta pensar en que pueda haber cambios en un club poco dado a los dispendios de un tiempo a esta parte. Y en ésas está la entidad de Los Guindos. Rumiando qué hacer. De momento, se puede decir que estamos en un fin de semana de reflexión previo a una reunión que mañana juntará a entrenador, director deportivo y presidente.

Lo que nadie niega ya en la entidad cajista es que puede haber «algo» en los próximos días. El «no» rotundo a un fichaje está ahora desterrado. El hablar de intocables ha pasado a mejor vida. Se prefiere pensar las cosas con tranquilidad, no actuar en caliente, ver las necesidades y, vistas todas las variables, entonces decidir.

Lo único que sí está claro es la confianza en Chus Mateo. A pesar de la mala racha de resultados, el técnico no corre peligro. Da la impresión de que el madrileño ha sabido sacar un rendimiento a la plantilla incluso mayor del esperado durante casi toda la temporada y los malos resultados del último mes y medio no hacen olvidar su buena labor anterior.

Dentro de la entidad hay opiniones para todos los gustos. Desde la llegada de Eduardo García a la poltrona del club y de Manolo Rubia a los despachos, se ha fichado lo estrictamente necesario y los esfuerzos se han volcado en buscar salidas para los que no contaban, la famosa «mochila» que el propio presidente definió en una ocasión.

Ni siquiera con la lesión de Darden, a finales de noviembre, en un partido de Euroliga frente al Zalgiris, se tiró de chequera en busca de un recambio. A cada lesión y a cada problema se ha contestado desde Los Guindos con un recurso en la propia cantera, que para eso está.

Ahora no se descarta ni salir al mercado a fichar ni volver a contar con Mark Payne, el base-escolta americano que durante la lesión de Darden abandonó la disciplina del Clínicas Rincón para vestirse con la verde del primer equipo.

Payne tiene a su favor que ya conoce la dinámica del equipo, que, sobre todo como base, ha sido un jugador de lo más solvente y, sobre todo, que su incorporación no costaría un euro. Su desventaja es que no acaba de recuperarse de unas molestias en el pie y que le falta algo de experiencia para capear un temporal como éste. Eso, además de que por su carácter de extracomunitario habría que dar la baja a Darden o Fitch (su pasaporte europeo sigue sin llegar, aunque en el club lo esperan de forma inminente).

La agenda de Manolo Rubia está cargada de posibles nombres que podrían reforzar al equipo. El problema es que no hay dinero. Se han liberado muchas cargas con el adiós, entre otros, de Saúl Blanco, pero los números rojos de antaño siguen limitando las opciones de fichar en el presente.

Si no hay cambio de planes, mañana lunes será el día clave. Se reunirán todas las partes y se tomarán decisiones. Esta semana hay que viajar a la pista del Real Madrid (Euroliga) y recibir en el Carpena al Valencia. La próxima, recibir al Bilbao en Euroliga y viajar el sábado a Zaragoza para medirse al CAI. Cuatro partidos contra cuatro buenos equipos que marcarán el futuro verde.