La reunión a tres bandas mantenida ayer por la mañana entre el presidente del club, Eduardo García, el director deportivo, Manolo Rubia, y el entrenador, Chus Mateo, dejó un mensaje de confianza y tranquilidad, la continuidad de la actual plantilla y arrojó un nombre que debía ser de futuro pero que los agobios actuales del club han convertido en una necesidad inmediata: Krunoslav Simon.

El escolta croata nacido en Zagreb hace 26 años tiene ya sobre su mesa un ofrecimiento del Unicaja para que deje su actual equipo, el KK Zagreb, y juegue en Málaga lo que resta de curso más otra temporada más. La predisposición del escolta es máxima. Su deseo es tan intenso que está dispuesto a perdonar parte del dinero que le debe su actual club –las penurias económicas del KK Zagreb son extremas– para fichar por el equipo de Los Guindos. Y es que el Unicaja ha dejado muy claro que no piensa gastarse un solo euro en la operación, más allá de los emolumentos del balcánico.

Las gestiones no son nuevas. La dirección deportiva ya había tanteado su contratación para el próximo curso, de ahí que los contactos establecidos durante el fin de semana hayan sido tan prolíficos. Y las probabilidades de que Simon aterrice en la Costa del Sol a finales de esta misma semana son muy altas, aunque no hay nada aún cerrado y se prevé una tensa disputa entre el croata de 1,97 metros y su todavía equipo.

Simon es el estandarte del KK Zagreb, club al que el Unicaja se ha medido esta misma temporada, en la Fase Regular de la Euroliga. De hecho, cuando los malagueños jugaron en Croacia antes de Navidad ya se hablaba de la posibilidad de que el chico se marchara de inmediato, ya que no había cobrado una sola nómina. Se habló del Caja Laboral. Aquello no fructificó porque su club pidió 250.000 euros por su libertad y el Baskonia sólo le ofrecía un contrato temporal.

Ahora el Unicaja ha ido más lejos y le ha puesto sobre la mesa dos temporadas de contrato, lo que resta de esta campaña y otra más. Y esa propuesta es muy del agrado de Simon, que en la máxima competición continental promedió 13,4 puntos, cifra que se eleva a los 17,2 en la Liga Adriática.

El escolta, con buen tiro de media-larga distancia, gran conocedor del juego, buen manejo de balón y excelente lectura, tiene un gran valedor en el propio Unicaja: Luka Zoric. El pívot avala la llegada del internacional, ya que son íntimos amigos. Lo que Zoric no admitirá es que a Simon le cuesta trabajo defender...

Hay un acuerdo total tras la reunión de ayer sobre la necesidad de introducir cambios en el equipo. Y Simon es el nombre del consenso, el jugador que debe cambiar la dinámica negativa del equipo del último mes y medio, aunque eso no significa que esté completamente «bendecido». El consejo de administración al completo debe dar su visto bueno, ya que el presupuesto de esta temporada está ya cerrado. Entre hoy y mañana debe pronunciarse. De lo contrario, la dirección deportiva estaría atada de pies y manos.

Su probable llegada no cierra las puertas a nadie en el equipo. Mark Payne sigue aún sin recuperarse de su lesión en el pie. Y, a pesar de sus bajísimos rendimientos actuales, ni EJ Rowland ni Gerald Fitch corren peligro. La idea es que Chus Mateo pueda utilizar en cada partido a las mejores piezas posibles –consciente de que hay un límite de bajas y altas en la ACB–. Que tenga una plantilla de 13 profesionales más Abrines, a caballo entre el primer equipo y el Clínicas Rincón. Que haya más competencia. Fitch será comunitario en los próximos días. Y es una bala que no se quiere desperdiciar.