El Bilbao Basket quiere dar mañana en el Martín Carpena (18.00 horas) una sorpresa ante el Unicaja que le anime de cara a un final de curso ante el que aún no tiene un objetivo claro y definido.

Undécimo en la tabla con 10 victorias, a la misma distancia de las eliminatorias por el título que del descenso, tres triunfos, y parece que ya con la crisis institucional que ha amenazado hasta su supervivencia solucionada, el equipo de Rafa Pueyo quiere centrarse en el trabajo diario y en "ganar el mayor número de partidos" y dar la sorpresa en su visita al cuarto clasificado le ayudaría a ver con cierto optimismo un último cuarto de Liga Endesa más que complicado en el calendario próximo, pero bastante más benigno en los últimos cuatro partidos.

El conjunto vasco ya sabe, además, ganar en el Martín Carpena, donde se ha impuesto en tres de sus nueve visitas ligueras.

El Bilbao Basket empieza a recomponer su aún debilitada plantilla y mañana Pueyo podrá contar con Zoran Vrkic, jugador del que espera bastante más de su casi irrelevante papel de toda la temporada.

No obstante, esa presencia y la recuperación de Raúl López ya desde la jornada anterior ante el Valladolid permitirá al técnico bilbaíno utilizar más tiempo a Alex Mumbrú en la rotación interior.

La escasez de pívot en la gran rémora del Bilbao Basket, que tiene la baja de Axel Hervelle y solo puede contar con tres especialistas específicos en la zona, Damir Markota, Germán Gabriel y Mamadou Samb, tras la marcha a su país del lituano Antanas Kavaliauskas.