­El Unicaja afronta mañana jueves en Estambul un partido fundamental dentro de su futuro en la Euroliga. Y lo hará contra el Darussafaka Dogus, el «ojito derecho» de Jordi Bertomeu. En plena división del baloncesto europeo, con la FIBA y la Euroliga citándose en el juzgado y en plena crisis, el Darussafaka ha tirado por la calle de en medio para burlar a sus competidores. Esta temporada, el holding empresarial «Dogus Yayin Grubu», patrocinador y propietario del club, va a aportar más de tres millones de euros a la Euroliga. Con su aportación va a provocar que el torneo sopese muy seriamente invitarle a través de una wild card al próximo curso, con sólo 16 equipos y 11 Licencias A, en el nuevo modelo aprobado por la Euroliga.

En la última reunión de la máxima competición continental, en el que se citaron a clubes que están inmersos en el nuevo proyecto y a los que han sido virtualmente expulsados -con el Unicaja entre ellos-, la Euroliga cambió su primer discurso. En principio, iba a invitar a tres campeones de Liga: los de la Liga Adriática, la VTB y a otro por decidir. Allí ya se explicó que se reducían las plazas de tres a dos, para convertir en un invitado a uno de esos tres campeones. Y a pesar de todo lo que significa el mercado alemán y el potentísimo Bayern Múnich, en los mentideros del básket se dice que el Darussafaka será el gran beneficiado.

Y todo, por el dinero, claro. Dogus apoya a la Euroliga con diversas aportaciones millonarios. Es un patrocinador exclusivo, que la competición llama «Premium Partner», al nivel de la marca deportiva Adidas, que como Dogus también aporta tres millones al año. Sólo «Turkish Airlines», que da nombre al torneo, supera su inversión, con seis millones. Por detrás, con menos dinero, aparecen marcas como Spalding, Citroen, Kyocera o Turkey Home, que pagan entre 1,5 y dos millones por temporada.

Su dueño, el 737 en Forbes. El «Dogus Yayin Grubu» está presidido por Ferit Faik Sahenk, que ocupa, según la revista Forbes, la fortuna número 737 del mundo, con un patrimonio tasado a día de hoy en 1,72 billones de dólares. Faik Sahenk es el cuarto hombre más rico de Turquía, por lo que para él, su aportación al baloncesto son sólo «migajas», aunque un nicho clave para el desarrollo de la Euroliga y del baloncesto en el país otomano, tal y como ha entendido Jordi Bertomeu.

El Grupo Dogus es un holding de empresas que van desde la construcción hasta los medios de comunicación, y cuyo principal valor es «Garanti», el segundo banco por volumen de negocios de Turquía, con 85.000 millones por volumen de activos, una red de 1.100 oficinas, 4.400 cajeros y más de 23.000 empleados con 13 millones de clientes.

Los tentáculos de Dogus acaparan todo tipo de sectores, como el de la automoción, con exclusividad para marcas como Volkswagen, Audi, Porsche, Lamborghini, Bugatti o Bentley. El grupo también posee multitud de medios de comunicación. Ni que decir tiene que posee en exclusiva los derechos de la Euroliga, en su canal «NTV Spor». Es el editor de «Vogue», «National Geographic», «NTV», CNBC»... y hasta 20 medios más en Turquía. A través de «Dogus Retail Group», «Dogus Real Estate» o «D-Marin Marinas Group» ramifica su apuesta por el Turismo y los Servicios, con hoteles, balnearios, centros terapéuticos o gimnasios.

Este año va a gastar casi 20 millones de euros en su equipo de baloncesto, con un pabellón inaugurado recientemente, donde también se ofrecen conciertos, zonas vips exclusivas y cómodas butacas para la mayoría de los abonados y aficionados. «El ambiente del pabellón no es de un partido de baloncesto, sino como de una ópera», decía un miembro del Unicaja tras jugar allí -y perder- en la Fase Regular de la Euroliga. Su proyecto va cada día a más y Jordi Bertomeu ha visto en el Grupo Dogus un socio de viaje imprescindible en la nueva Euroliga. La Euroliga ha convertido al equipo turco en su nuevo «niño mimado». Sólo que las «chuches» las da Dogus, que recibirá una plaza en la próxima competición.