Sin casi tiempo para pensar qué falló en Valencia y qué sí se hizo bien, el Unicaja afronta esta tarde (17.30 horas, Movistar +) una batalla a tumba abierta. Tan decisiva, que en caso de derrota verá finalizada su temporada y quedará eliminado en cuartos de final. Aunque conviene no adelantar acontecimientos.

Es lo que tiene un play off, que no da tregua. En menos de 48 horas después de caer en Valencia, los cajistas se encuentran con un encuentro sin red. Un match ball como dirían los anglosajones. De los que no necesitan motivación alguna y para el que los protagonistas llevan entrenando todo el año. Ese para los jugadores que sí saben bailar al filo de la navaja. Y es que controlar la tensión será un imperativo en la tarde de hoy. Más, ante un Valencia que vendrá sin presión, ya que en el peor de los escenarios la eliminatoria volverá a La Fonteta, el martes.

Sucede que respecto al partido del viernes se tiene la sensación de oportunidad perdida. Los de Plaza llevaron la voz cantante durante muchos compases del choque, pero sucumbieron ante la exhibición anotadora de John Shurna, con esa mecánica poco académica, pero sí muy precisa. Un factor pista que tanto cuesta «robar», prueba de ello es que todos los primeros encuentros de estos cuartos de final cayeron del lado local, y que los cajistas acariciaron hasta el último minuto.

Tan cerca se estuvo del triunfo, que la contienda dejó varias lecturas positivas. La primera es que el Unicaja puede echarse a lomos de Nemanja Nedovic, casi con total solvencia. El serbio volvió a erigirse como el líder de la plantilla y no le tembló el pulso cuando que jugarse las «bolas calientes». También la capacidad competitiva y de reacción del equipo cajista. Ni la ostensible mejoría de Valencia Basket conforme avanzaba el encuentro amilanó a los jugadores de Joan Plaza, que siempre estuvieron en la «pomada». De igual forma, la defensa a Dubljevic y Hamilton, los jugadores más temidos en la antesala del choque, fue muy buena durante buena parte del choque, aunque para hoy esté la duda de última hora de Jack Cooley, aquejado de una lumbalgia.

Llegados a este punto, hubo una situación de partido que puede volver a dar jugosos frutos al conjunto de Los Guindos. Ese «juego salvaje» propuesto por Plaza con la puesta en escena de «Nedo», Smith y Jackson, inédito hasta el tercer cuarto, trajo consecuencias positivas y negativas a partes iguales. Permitió la recuperación y facilitó la caída final. Necesitará el equipo de más exposición de este planteamiento para poder obrar un análisis más reposado. La realidad es que se preveían peores consecuencias.

Como es lógico, y más aún cuando se pierde, hay muchas cosas que mejorar. Sobre todo si el Unicaja quiere alargar la serie y jugarse unas hipotéticas semifinales a 40 minutos en La Fonteta. Los de Plaza deben corregir ese tremendo desequilibrio que hubo entre la aportación ofensiva de sus jugadores exteriores e interiores. Con más contribución de los segundos, el triunfo hubiese viajado a Málaga casi con total seguridad. De idéntica manera, los verdes tampoco deben sus pérdidas de pérdidas. También es necesario que jugadores bandera de este equipo como Kuzminskas o Thomas exhiban una versión más cercana a lo que se espera de ellos. Hoy tendrán una nueva oportunidad. Una serie de detalles que en encuentros de alto voltaje como lo son los de play off son determinantes.

Para intentar alargar la serie hoy el Unicaja contará con un «sexto hombre», la «marea verde». Una afición, que más que nunca, debe estar al lado del equipo y darle un apoyo básico para expolearlos hacia la victoria. Se espera el ambiente de las grandes noches. Los cajistas demostraron merecer jugar un tercer partido, aunque ello hay que ganárselo en el parqué. A las 17.30 el Carpena toma la palabra. No hay vida más allá de hoy, win or go home.

@JNogueraSaez