El Unicaja ya forma parte de la historia de la Eurocup. Ha disputado dos partidos, en el Carpena y en Podgorica, con resultados diferentes. Ya existen las primeras sensaciones sobre el torneo y todo lo que le envuelve. Queda bastante claro que no es la Euroliga, por supuesto. Que la entidad de los rivales es muy diferente.

En Málaga hemos visto pasar al Bayern Múnich, un club de Euroliga, como el Unicaja. Pero, de un tiempo a esta parte, el Martín Carpena no «viaja» en la misma onda que el club. O quizá sea al revés. Se ha perdido la conexión existente y el público ha dejado de acudir al Palacio. Hace un par de semanas, el Palacio vivió la entrada más baja en un debut en la ACB. El miércoles ante el Bayern, un rival de postín en esta Eurocup, el club asistió a la segunda peor de toda su historia en el debut de una competición continental. Al partido asistieron 5.417 personas. Alguno incluso estaba medianamente satisfecho porque se esperaba algo peor. Y eso que el club cuenta con unos 7.100 abonados, tanto para ACB como para Eurocup. Casi 2.000 espectadores que tenían derecho a acudir al partido prefirieron quedarse en casa o atender otros compromisos.

Esa ocupación de 5.417 espectadores representa la segunda peor en un debut europeo, sólo superada por el Unicaja-Zielona Gora que abrió la Euroliga 2013/14, cuando la visita del equipo polaco sólo llamó la atención de 4.900 personas. Ése es el suelo de asistencia al Carpena en un estreno continental, ya que en el resto de debuts se superó, con creces, estas cifras, especialmente hasta 2012.

Ha sido en los últimos años cuando más ha decaído la afluencia de público al Palacio, un mal al que el club ha sido incapaz de dar solución por ahora. Sí que hubo un repunte en los últimos años, pero lejos de los años buenos. Tras los 5.417 asistentes de este curso llama la atención los 5.900 del 2012/13, ante todo un Maccabi Tel Aviv. Se subió los 6.000 tanto en 2015/16, contra el Brose alemán (6.034); como en 2014/15, contra el Alba Berlín, también teutón: 6.374.

Este último lustro ha sido el peor, con mucha diferencia, ya que anteriormente la asistencia fue muy superior. En 2011/12, ante el Zalgiris Kaunas, se vivió la mayor asistencia de público en un debut europeo (10.399). Y antes, siempre se superaron los 8.000 asistentes (ver tabla).

Las cifras actuales son realmente pobres, pero si se transfieren a la Eurocup, a la segunda competición continental, el Unicaja puede darse con un canto en los dientes. En esta tercera jornada liguera, el Carpena ha sido el segundo pabellón europeo con mejor entrada, sólo superado por el Alba Berlín-Khimki, con 9.045. Nos damos cuenta de que estamos en la «Segunda División» del básket europeo al comprobar que varios pabellones están en 2.500 personas (ver tabla adjunta) y que incluso en el Skopje-Cedevita sólo fueron 554 aficionados. Una cifra realmente indigna.