«Algo me decía que sí, tenía un pálpito. Y se ha manifestado y ha sucedido esto». Es Joan Plaza. El arquitecto, para lo bueno ya para lo malo, del Unicaja. Tiene la Eurocup bajo el brazo tras ganarle la final al Valencia, remontarle la eliminatoria y el último cuarto del último partido. Tras levantar dos factores pista en contra ante Bayern y Lokomotiv Kuban. Han sido días de desenfreno. Y ahora toca recopilar sensaciones y poner las bases en el futuro.

¿Cómo está Joan Plaza después de todo este maremágnum de sensaciones que ha vivido en los últimos días?

Vivo...

Hace un mes y pico, que Joan Plaza estuviera vivo a estas alturas de la temporada, se pagaba muy bien en las casas de apuestas.

Eso parecía, sí.

Ha sobrevivido al fin y al cabo.

Tengo muchas vidas.

¿Más que un gato?

No, los gatos no me gustan mucho. Más que un perro, seguro.

¿Ha sido muy «perro» todo lo que ha pasado hasta la explosión del equipo hace un mes, culminado con el título en la Eurocup?

Bueno... la gente... Alguien me dijo que igual que la gente reclamaba fichar a otros bases en lugar de Alberto Díaz, yo creo que a veces opinamos muy alegremente. Y luego, pues ni directivos ni periodistas ni por supuesto los aficionados saben lo que pasa dentro de un entrenamiento. Entonces, hay veces que un jugador no juega, y no juega porque ha habido una trifulca en el entrenamiento o hubo una discusión o hubo un mal comportamiento o porque ha llegado tarde… O simplemente, porque tú no ves, en la manera en la que preparas el partido, que ese jugador pues pueda jugar. Y eso se va haciendo a veces un «run run», una montaña, y la gente duda. Pero hemos de confiar en las personas que tenemos. Porque yo siempre le digo a la gente que quiere sentarse conmigo y razonar, que yo nunca voy a echarme arena en los ojos. Y que si yo tomo algunas decisiones a veces impopulares no las tomo gratuitamente. Porque siempre, siempre hay una razón. Y si eso es más o menos agradable de entender y de ver... yo trabajo por el bien de la entidad para sacar lo mejor de mis jugadores. Y ya está. Entonces, ni me enfadé mucho en su día ni ahora estoy encumbrado en ningún lado. Vivo las cosas con la mayor naturalidad posible porque me considero una persona normal que hace vivir cosas especiales a los que le rodean. Y eso me ha pasado toda la vida y espero seguir haciéndola.

A mí lo que me llamó la atención de todo es que usted, en cada rueda de prensa, siempre decía que tenía un buen «feeling», incluso cuando los resultados no acompañaban.

No soy una persona muy bravucona ni alguien que venda humo, pero entiendo que el equipo me transmitía sensaciones de algo especial. No sabía yo cuantificarlo ni sabía si eso podía pasar en la Copa del Rey o en la Eurocup o incluso en la Liga ACB. Y si podía ser en dos cosas o en una. Pero en el equipo yo creí muy firmemente en su construcción inicial, que estaba bien parido. Yo creo que no nos equivocamos con Trevor (Mbakwe), que nos podría haber ayudado, pero también hay que entender y la gente debe entender, que hay circunstancias que tú no controlas. El equipo destilaba buenas sensaciones, había química, el equipo trabajaba bien, habíamos adoptado una fórmula con mi staff técnico que también les favorecía a ellos. Entonces algo me decía que sí, tenía un pálpito. Y se ha manifestado y ha sucedido esto. Podríamos haber jugado la final y no ganarla, y también para mí hubiese sido correcto lo que sentí hace algunos meses. Pero como también hay mucha gente que eso lo transmite y luego no se cumple, pues yo no quiero abusar de estas sensaciones públicas. Estoy contento de lo que ha sucedido, sabes que yo tenía esa especie de deuda con el club, con la ciudad, y ahora pues es cierto que me he quitado un peso de encima. He hecho muy feliz a mucha gente, he correspondido a la confianza que muchas personas a nivel directivo y miles de personas en la calle me manifestaban y eso me tranquiliza, porque una de las cosas que yo no quiero es decepcionar a nadie. Y entiendo que soy una persona imperfecta que puedo mejorar, pero me dejo la vida en esto. Y estudio psicología y técnica para ser mejor cada día. ¿Lo lograré? Pues no sé.

Se ha podido reunir unos minutos con el presidente de Unicaja Banco, Manuel Azuaga; el presidente de Fundación Unicaja, Braulio Medel; y con el presidente de Unicaja Baloncesto, Eduardo García. ¿Qué le han comunicado?

Ellos están básicamente satisfechos de la imagen que transmite el equipo tanto de la entidad como de la ciudad. Y para mí eso es capital. Yo intento mimetizarme en los lugares donde llego, para saber qué representa el club, qué quiere. Y ése es el primer gran logro. Lo segundo es que ahora tenemos un gran reto muy bonito delante y hemos de asumirlo, ser consecuentes. Yo siempre he dicho que es muy importante saber nuestras limitaciones, no generar frustración. Pero evidentemente hemos de mejorar las prestaciones a todos los niveles, para que lo de la Eurocup sea un logro con garantías de seguir en la elite de Europa muchos años. No podemos hacerlo de cualquier manera. Y eso, quizá, no sea ganar la Euroliga. Ni siquiera, a lo mejor, entrar en el play off el primer año. Y eso todo el mundo ha de ser conscientes. Yo les decía a ellos que yo aprendí a ser pequeño hace muchos años y no hay que querer ser más grandes de lo que somos. El club, deportistas, ciudad, periodistas... Somos novenos, décimos, pero tenemos la seguridad de que vamos al 100 por 100 y que quien nos dirige es honesto. Y hay poco más que decir.

Habla de futuro, del proyecto del año que viene.

No, me has preguntado qué he hablado con los dirigentes y les he transmitido esa sensación y ellos me la han transmitido a mí. No voy más allá, porque estoy en una fase de mi vida desde hace muchos meses en la que vivo aquí, hoy y ahora. No quiero pensar en nada más. Quiero disfrutarlo ahora. No hago grandes planteamientos vitales.

Eso, Joan, significa que el matrimonio que tiente usted con el Unicaja está sólido, está fuerte, está bien...

El matrimonio que tenemos, con todas las dificultades que tenemos, ahora está feliz. Quizá hace unos meses hubo gente que manifestaba que no o hubo movimientos que manifestaban que igual no denotaban que había esa felicidad... No lo sé, porque todo eso son especulaciones. Informaciones que vienen muy derivadas. Ahora ellos son felices y yo soy feliz de estar donde estoy desde hace muchos años. Y lo que tenga que venir en un futuro pues ya se verá. Y ahora va a depender un poco de todo lo que nos rodee, de lo que construyamos. Pero ahora lo que quiero es llegar bien al play off, aprovechar lo que ha pasado ahora para no tener miedo en los cruces si pasamos quintos, octavos o cuartos. No tener miedo al factor cancha, hacer que los jugadores sigan progresando, ver cómo algunos los nombran MVP o firman por algún equipo grande. No tengo nada en la mente en un plazo de 15 días.

Ha hablado ya con el club sobre futuro y jugadores que usted quiere que continúen, y también le ha transmitido unas exigencias para jugar en Euroliga. ¿Qué respuesta ha recibido?

Yo lo único que he hecho es lo mismo que en los últimos cuatro años. Después de la Copa del Rey, yo le planteo al club qué jugadores en mi opinión deberían seguir. A partir de ahí, ellos decidirán. Y si quieren involucrarme a mí o no quieren... No ha habido ningún tipo de...

¿Se le ha preguntado a Joan Plaza ya por el año que viene?

No, no, para nada. Yo he hecho lo mismo que en los últimos cuatro años. No ha habido más información en ninguna otra dirección, nadie del club me ha comunicado nada sobre la próxima temporada.