Esta 'copia' de la botella más cara cuesta 4 euros y vuelve locos a los amantes del vino

Se acercan las fechas más señaladas del año: las cenas de empresa, las comidas con amigo, las celebraciones de Nochebuena, de Navidad, Nochevieja e incluso Año Nuevo. El mes de diciembre está tan lleno de compromisos que en muchas ocasiones no sabemos cómo innovar con nuestras apuestas: hay quien inventa una nueve serie de canapés, busca una receta exótica de aperitivos y quien intenta ofrecer un vino inolvidable.

Para estos últimos ha llegado la mejor opción de la temporada: un vino que podemos encontrar por menos de cuatro euros y que imita a una de las opciones más caras del mercado con la importante ventaja de no ser apenas perceptible por los comensales. Es decir: un vino que cuesta cuatro euros, pero que al paladar podría valer perfectamente 400.

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Los amantes del vino, enamorados de esta opción por 4 euros

Con el inconfundible aroma a canela, el brillo de las luces y el bullicio familiar, la Navidad despierta tradiciones arraigadas, y entre ellas, el protagonismo del vino en las mesas festivas. Esta bebida milenaria no es solo un acompañante de banquetes, sino un símbolo arraigado en la cultura de las celebraciones navideñas.

El vino, desde tiempos inmemoriales, ha estado entrelazado con la historia de la humanidad. Durante las festividades, su presencia adquiere un significado especial. En la mesa navideña, sus distintos matices y aromas no solo complementan los sabores de los platillos, sino que también fomentan la unión y la celebración en familia.

La diversidad de vinos disponibles ofrece un abanico de posibilidades para maridar con los platillos típicos de la temporada. Desde un espumante para brindar en Nochebuena hasta un tinto robusto para acompañar el asado o el pavo, el vino se convierte en un elemento clave para realzar los sabores y crear una experiencia gastronómica inolvidable.

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No obstante, más allá de su función sensorial, el vino conlleva un trasfondo cultural y emocional. Su presencia evoca la convivencia, la alegría y la celebración de la vida misma. La elección de un vino específico puede incluso convertirse en una tradición familiar, transmitida de generación en generación, otorgándole un valor sentimental que va más allá de su contenido en la botella.

Las conversaciones fluidas, los brindis emocionados y los recuerdos compartidos se ven enriquecidos por el vino, convirtiéndolo en un nexo que une a seres queridos durante estas fechas tan especiales. Su presencia en la mesa de Navidad trae consigo una carga simbólica de prosperidad, unión y buenos augurios para el año que está por llegar.

La opción que está causando furor esta Navidad y que podemos comprar desde tan solo 4,30 euros es el Corcovo Crianza 2020: un vino tinto con Denominación de Origen Valdepeñas, realizado con una uva tempranillo que ha sido reconocido con una puntuación de 87 sobre 100 por la guía Peñín, según informan desde el portal OkDiario.

Con sus aromas a vainilla, frambuesa, ciruela o coco; este vino de menos de cinco euros pasa por una espectacular copia del vino más caro que podamos encontrar en el mercado.