La fusión entre los códigos femeninos y masculinos en el vestir perfila un estilo del gusto de mujeres seguras de sí mismas y que no renuncian a ninguna posibilidad estética.

La mujer actual rompe las cadenas del convencionalismo del siglo pasado, optando por una presentación única. Sin abandonar el ya clásico ´ejecutiva agresiva´, son numerosas quienes prefieren tomar diseños más estilizados, conservando el toque de feminidad, pero dejando a un lado los colores vivos para pasar a tonos más sobrios.